Fuimos para la comida de empresa. Para empezar tardaron bastante en empezar a servir. Luego el jamón ibérico parecía serrano, y el pulpo estaba duro por el medio y muy blando por fuera. Me decepcionó porque nos lo habían recomendado unos compañeros de otra empresa. Y lo que ya superó todo y yo creo que nunca he visto nada igual en mi vida, fue el ambiente. Normalmente el salón es tranquilo un día normal según nos han comentado, y uno se espera un poco de escándalo en comidas de empresa, pero eso no fue un escándalo, eso fue insoportable, incluso daban ganas de irse. No se podía ni hablar. Eran sobretodo los de la mesa de al lado, y nadie, pese a la que estaban montando, y la incredulidad del resto de mesas, ni el metre, ni el dueño o responsable, NADIE hizo nada. Quizás mantengan esa mesa el año que viene, pero por nuestra parte descartados absolutamente y creo que por la cara de otros clientes igual.