No me encanta este lugar, ma bien lo cotrario. Es pequeño, incómodo, mesas demasiado juntas y atiborrado de viernes a domingo. Como sitio es penoso. Pero yo busco un buen restaurante, no un ambiente Luis XV. Y, amigos, ese sitio sí es la Pescantina. Un simple bar de pueblo, para tomar cañas y tapas, esconde realmente una gastronomía 🌟🌟🌟Michelín. Lo mas alucinante es que el dueño no lo sabe, y se sigue vendiendo como un bar de pueblo. Su página Web es increíble, llena de platos sin sentido, restos de comida, raciones asquerosas y aspecto viejo y sucio. A parte de que no es una página de un bar. Es el Facebook de inmigrantes, viejos, familias y parejas. No conozco al dueño de la Pescantina, pero tio, si quieres arruinar tu negocio, sigue permitiendo que lo usen como fondo de Instagram. Te irá bien. Tio, como te llames, contrata a un especialista en paginas Web, que te limpie toda la porquería que tienes en la tuya y te haga una decente. En cuánto al servicio, igual que la comida. Sensacional. Yo cené solo y me atendió una camarera colombiana. Nunca habían sido tan amables y serviciales como lo fue esta niña conmigo. El sitio estaba atiborrado, no cabía nadie más, mesas llenas, terraza a rebosar y un poco de desorganización, de caos. En todo momento esta niña estubo pendiente de mi, sirvió todo en su justo momento, incluso me sorprendió con platos que no esparaba y estaban incluidos en el menú. Genial tia! Estubo pendiente de cambiarme el plato metálico y caliente que ofrecen con el chuletón. Lo hizo varias veces sin yo pedirselo. Al final quedé tan contento que me hice una foto con ella para publicarla aquí. Ella se lo merecía. Querido dueño anónimo, tienes un gran lugar, y lo malo es que no lo sabes. Con ese producto y ese servicio serias el rey de Majadahonda y no eres ni uno más. Espero que gestiones bien La Pescantina y llegues donde el lugar se merece. Voy a publicar alguna foto de mi cena y veras lo que tienes que usar. Busca las Redmi 7 y olvida las demás. Eso...
Read moreVoy a compartir la opinión de varias veces que hemos ido. 4 de ellas en concreto.
Nos pusimos en la terraza y olía a basura o alcantarilla que apestaba, con lo que no disfrutamos nada de la comida. Las bravas mixtas caras y muy normales para lo que eran.
Pedimos para paella llevar para 4 personas y el tamaño era enano, de hecho, medimos la paellera comparándola con otra vez para las mismas personas y era como 7-10 cm más pequeña de ancho y con la misma cantidad. Además, cuando quieren te echan vieras encima, navajas o langostinos. Estaría bien que siempre echaran lo mismo porque unos ingredientes son peores que otros y siempre pagas lo mismo al fin y al cabo. Nos dijeron que es que a veces se quedan si paelleras pero echan más cantidad, y no es cierto. Queríamos comer un entrante, pero el dueño se empeñó en ofrecernos varias veces como recomendación unos tomates. Pues así hicimos y ración de tomate con sal a 14€!!!! CARÍSIMO!!!! En resumen: no te dejes recomendar. No entiendo como si vas a comer y estás esperando a que te pongan una paella, unos calamares o cualquier otro plato que valga un dinero, por ejemplo la paella, a pesar de la reserva tarden media hora en hacerlo no te pongan una simple tapa con la bebida. Pero a la mesa de al lado que sólo va a tomarse dos cocacolas e irse si se la pongan. Es un detalle feísimo!!!
Pongo dos estrellas porque la paella está buena, pero el servicio deja mucho que desear, aparte que el sitio aunque ahora lo han renovado antes era muy sucio y en verano te asfixias dentro en cuanto cocinan algo y sale algo de humo...
Read moreLlegamos a las 14:30 porque encontramos una mesa en la terraza. Le pedimos la carta 2 veces a dos camareros diferentes pero nunca llegó, así que tuvimos que entrar nosotras a por ella. También nos dijeron que nos llevaban el aperitivo, que tampoco llegó nunca.
Todo ello hizo que se sumará el tiempo, sobre las 15:00, nos decidimos que íbamos a comer y cuando íbamos a pedirle al camarero, nos dijo que nos teníamos que sentar dentro que iba a cerrar la terraza y así lo hicimos.
Dentro había mucho ruido, la camarera que nos atendió ni siquiera nos miró a la cara cuando le estábamos pidiendo la comida y a mitad, se puso a contestar (extendidamente) a la mesa de al lado, es decir, que no fue un "un segundo ahora te atiendo", sino que se paró a explicarle una cosa de la carta, mientras que nosotras estábamos diciéndole que queríamos para comer. Por lo que nos dejó con la palabra en la boca.
Pedimos alcachofas a la plancha con jamón, croquetas de jamón y huevos rotos. Estaba muy bueno todo, quizás demasiado aceite, pero por lo general me gustó bastante.
No sé si el servicio suele ser así, imagino que no, que fue porque tenían mucho jaleo y poco personal para atender todo.
El tema de mi experiencia con el servicio no va a hacer que deje de ir de nuevo para volver a probarlo. No obstante, no salí...
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