Me pesa comentar negativamente acerca de un establecimiento, no osbtante cabe destacar que si lo hago es para el aprendizaje del propietario. Paramos a poco menos de dos horas de nuestro destino, hambrientos, pues decidimos entrar al realmente bonito y bien decorado restaurante. Decidimos sentarnos fuera en su agradable terraza ya que el día acompañaba. La atención fue muy agradable por parte de las dos personas por las que fuimos atendidos, aunque fue muy pobre, ya que dos personas para atender todo el local y toda la terraza es muy poco en una hora punta a medio día de cualquier domingo. Si pides una copa de vino, en cuatro ocasiones (dos a cada camarero), no es problema del camarero, si no del propietario por falta de personal. Pedimos la carta y aparentemente suculenta. Vimos que los precios podrían ser acordes a la calidad de la comida y de los nombres de los platos, largos como si se tratara de un menú degustación de alto standing. Decidimos por dos canelones, que sí estaban correctos, y por un bacalao en teoría a la brasa con pisto. El plato de dos canelones estaba bien cocinado aunque pobre en cuanto a la cantidad para el precio que tiene y frío, (por falta de tiempo de los camareros). El bacalao una pequeña decepción. Es muy decepcionante cómo se puede tratar así a un alimento tan amable y delicado como es el bacalao. Descongelado y calentado, y de verdad no quiero saber de qué manera, con su agua de descongelación en la parte del fondo del plato propia de cualquier pescado recién descongelado. Si a eso le sumas de nuevo esa falta de tiempo, pues llegó a la mesa un "Bacalao descongelado y frío acompañado de su agua de descongelación" y le pongo este nombre por su precio, 20 euros. Después de pedir la cuenta a ambos camareros en dos ocasiones, opté por levantarme y pagar en la barra. Por lo tanto mi recomendación al propietario de mirar esas cosas que seguramente sólo me han pasado a mi, y que todo sea idílico en este maravilloso restaurante, pero como me ha pasado os lo hago saber para que podáis mejorar. No osbtante,...
Read moreEl pasado viernes santo llegamos Medina, era la hora de comer y la suerte nos llevó a Mejillonera. Fue una experiencia llena de detalles y calidad de principio a fin. Primera sorpresa, sin conocernos nos dieron la única mesa que había libre. Segunda sorpresa, el diseño de la carta y su contenido. Tercera sorpresa y la más grande, la carta de vinos, elaborada con criterios de calidad, con marcas singulares, alejada del recurso fácil de incluir referencias comerciales, que no siempre son sinónimo de calidad. Una carta de vinos con referencias de las principales D.O. españolas y algunas internacionales, dando, como es lógico preferencia en cantidad a las dos de proximidad, Rueda y Ribera del Duero. En definitiva, lo digo con experiencia después de una vida dedicada a la Restauración, una carta que transmite mucho trabajo y entusiasmo por parte la persona que la ha elaborado. Siento no saber su nombre. El servicio atento, cordial, impecable. Los platos que pedimos, puerros a la piamontesa y arroz meloso, excelentes, pero aún faltaba lo mejor: la torrija, sublime. Tanto que por la noche volvimos a cenar y repetimos torrija. Espero volver por la zona y tener más oportunidades de disfrutar de este...
Read moreSiendo hostelero como soy podría parecer que le echo una mano a un compañero pero en este caso la verdad es que da gusto comer de vez en cuando en lugares como este en el que ponen tanta dedicación a todo,la cocina,la puesta en marcha del local,la nueva bodega y sobre todo el servicio y la atención de Lucio que es un fenómeno y vive este negocio como una locura. Unas gambas de Palamós que son un espectáculo,el “Recomendado” en carta Arroz de rabo de vaca es una explosión de sabor en boca,meloso y el grano en perfecta cocción al dente. Un Tartar de atún rojo fresquisimo y para terminar unos canelones de lechazo que también están recomendados que son imprescindibles en la visita a esta casa y todo ello regado con un Belondrade y Lurton 2015 Mención aparte tiene la Torrija caramelizada con una cremita suave de Mango y helado de yogur que pone el broche de oro a una gran comida. No soy quien para juzgar o valorar un negocio de hostelería como hacen muchos listos y nuevos críticos que pululan por las redes sociales,pero si puedo contar mi experiencia y es de los sitios en los que merece la pena y mucho comer de vez en cuando. Seguid así que sois...
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