Restaurante La Quisquilla — Restaurant in Motril

Penoso! Los camareros en plan buen rollo, pero poco profesionales. La camarera Sara y pone voluntad y ganas de hacerlo bien, pero hasta ella siente vergüenza ajena, y se nota. El otro camarero, Angel, un incompetente, porfion y maleducado, procura que no se acerque a la mesa. El olor a grill te persigue, porque la evacuación de humo es inexistente. No se olviden llevar un repelente para las moscas, las hay verdes y marrones. Quieren crear ambiente con la música y no se les ocurre otra idea mejor que colocar un altavoz junto a cada mesa, imposible mantener una conversación. Dicen que no pueden juntar mesas, así que si vas en un grupo de más de 8 tienes que ponerte en varias mesas. En cuanto a la comida, nos sentaron a la mesa a toda prisa y luego tardaron hora y media en traer los segundos platos, cuando ya habíamos hecho la digestión de los entrantes. Pedimos unas empanadillas de cabra y solo eran masa, había que escarbar para encontrar la carne. También pedimos unas quisquillas: mejor no haberlo hecho. Unas guisadas, otras semicrudas, un desastre. Con ell pan te ponen una pasta gris que no sabe a nada, y cuando ves la cuenta dice que es mantequilla. Lo único que se podía comer eran las papas arrugadas, y para eso no hace falta ir hasta ese restaurante. En conclusión: la peor experiencia gastronómica en Agaete. No gasten su dinero y su tiempo yendo...

Fuimos buscando otro sitio y lo encontramos cerrado. Ya que estábamos allí decidimos tomar unas cervezas y de paso picar algo. Ya nos echó para atrás los comentarios que leímos en TripAdvisor, pero de seguida vinieron a atendernos. Muchos chavales jóvenes y pendientes, no nos pareció tan mal.... Pero después de servirnos las bebidas acompañados de un platito de Quisquillas, y ofreciéndonos la carta, preguntaron en varias ocasiones que íbamos a pedir. Después de darle una vuelta a los precios, que nos parecíeron un poco abusivos, decidimos que no cenaríamos allí. Pedimos la cuenta y una chica rubia con gafas que acudió, le sentó tan mal que finalmente no consumieramos nada de la carta, que con muy malos modos retiró el plato de la mesa que derramó (chorreando) el líquido sobrante de las quisquillas casi tirándomela encima. La miré esperando una disculpa, ignorandome se marchó rápidamente... Así no se atiende a un cliente, hoy tal vez no nos quedáramos, pero cierra la puerta a que volvamos,...

Le doy una estrella porque no se puede menos, fuimos un martes con lo cual esperábamos que hubiera pescado fresco…. Pedimos un cebiche , no había, un simple tomate aliñado nos lo pusieron pasado el tomate con casi sabor a agrio, pedimos unos boquerones fritos , sabían a aceite y harina rancia , el boquerón llevaba en vinagre mínimo desde el sábado, se veía claramente por el color del boquerón … !Al ver la ración tan grande , lógico que fuese grande , imagino que querrían ya quitarse de el medio esos boquerones , vimos que era demasiada cantidad de frito y que no marchasen las puntillitas, no pudo ser….. se llevaron media ración de tomate sin tocar xq era incomible y la otra ración de boquerones … El camarero quiso subsanar el desastre muy amablemente invitándonos a una copa de vino, no ers nuestra intención pero se agradece …… Fuimos a ese lugar por recomendación y menuda decepción Señor chef de cocina, lo que no quiera para usted jamás se lo ponga...