El Rumba — Restaurant in Navacerrada

Hemos ido a cenar. Toda la cena y la atención ha sido estupenda hasta que nos han traído la cuenta.

Al principio de la cena le hemos dicho que de las 6 personas que íbamos había dos celíacos. Nos han dicho que no había problema ya que tenían bastantes opciones.

Hemos pedido varias raciones y dos medias raciones.

La camarera nos ha dicho que una de las raciones (huevos rotos) nos las dividía en dos: una mitad para los celíacos (con patatas panadera) y otra para los que comíamos gluten (con patatas fritas).

A la hora de traernos la cuenta -quien creemos era el dueño del restaurante- hemos visto que nos había cobrado dos raciones de huevos rotos, le hemos explicado la situación, se ha quedado parado mirando para ver si nos la cobraba y al ver que esperábamos una explicación ha dicho: bueno, si quieren le pregunto a la camarera y ha vuelto a entrar en el restaurante.

A los cinco minutos ha salido la camarera y su respuesta ha sido: “ya, bueno, pero os he puesto dos raciones…”

Hemos pagado las raciones por no discutir ya que era el cumpleaños de una de las personas del grupo y entendíamos que no procedía.

Lo que había sido una cena estupenda -la comida estaba buena- se ha visto enturbiada por un gesto feo y que habría tenido fácil solución. El problema no viene ya por el hecho de tener que pagar las dos raciones cuando solo habíamos pedido una, sino en que ni siquiera se ha ofrecido...

En el mismísimo instante que uno abre la puerta, y pone el pie en el interior del más exquisito, amable, acogedor y entrañable restaurante del mundo; se da cuenta que está en el mejor restaurante de Madrid. Insisto, para mi, del mundo. El trato, la atención, el estar, produce la sensación y el sentimiento de comer en casa. Luego el desfile de tapas, todas ellas exquisitas, producen el llamado hinchazón. Yo, reventaría a gusto. Hoy hemos probado uno de los salteados de setas que tienen fuera de carta, ensalada de marisco(de rechupete) y unos judiones, estilo Granja, que he encontrado más suculentos que los del lugar de denominación, suaves y exquisitos. Hemos cerrado la cuenta, con dos postres caseros con texturas novedosas y sabores extraordinarios. No quiero cerrar el texto sin nombrar el trato que nos da Gema. Me enamora. Que magnífica profesional que atenta y cariñosa. Un beso muy grande y mil gracias Gema. Hemos estado encantados. No buscar estrellas Michelín. Aquí se come mejor y con un precio acorde al festín. Lo...

¡Un gran descubrimiento! Conocía la barra de ir a tomar una cerveza o un rico Rioja pero nunca había comido allí. Recomiendo el restaurante de la parte de arriba para cenar: acogedor y buenas vistas a la plaza. Riquísimas las gyozas de gamba y verduras con mango y soja y los rollitos de verduras con salsa de soja y agridulce. Es de agradecer que puedas pedir medias raciones. Espectacular el lomo de vaca crudito, como lo había pedido. Buen servicio, eficaz y amable. Un buen precio en un restaurante suele ser un indicador de calidad y valor. Aprecio los lugares que ofrecen platos deliciosos a precios razonables, lo que puede hacer que la experiencia sea aún mejor. Sin duda, ha sido el caso de El Rumba. ¡¡Repetiremos!!

Y así lo hice ayer, 10 de mayo, para comer. Repetimos algunas cosas y pedí para mi, los huecos con jamón, pimientos y patatas fritas…¡Tremendo manjar! El Godello O Luar Do Sil riquísimo; ya...