Quiero tratar varios puntos en esta reseña, primero llamé para hacer una reserva el día 4 de enero (Sábado) al medio día, me dieron dos opciones, a las 13:30 en una mesa normal o a las 15:30 en una mesa pequeña en la que decía la persona que atiende el teléfono, que es el dueño, que se comía bien pero con espacio reducido, para la comodidad de las dos personas que fuimos le pedí que nos reservara la mesa a las 13:30, para nuestra sorpresa cuando llegamos nos atiende una camarera a la cual le indicamos el nombre de la reserva y va a preguntarle al dueño donde ponernos, el dueño sale a mirar, dando la sensación de analizar a los Clientes y según su criterio decide en qué mesa sentarte (tras ello la disponibilidad que indica por teléfono es falsa ya que asigna las mesas según análisis y criterio propio, no realiza una reserva fija de la mesa cuando llamas, sino que la asigna en el momento) nos asigna una mesa de espacio bastante reducido (la mesa más pequeña del restaurante) encajonada a un lateral de la chimenea, para seguir dando el servicio excepcional que estaban dando, llega el dueño indicando que el sitio que está más encajonado y más incómodo es para las mujeres, después del comentario desafortunado, pone de excusa que ahí hace más calor por la chimenea (No puedes medir quien sufre más o menos, calor o frío por el género de la persona).
Mucho sufren por la prisa en sacarte los siguientes platos ya que estábamos con el entrante y mientras comíamos lo último nos retiraron el plato individual, indicándonos que iban a empezar a salir los segundos, que nos dejaban la fuente de metal del entrante.
Por último, durante el trascurso del tiempo ha ido bajando la calidad del producto, el trato como ya he citado anteriormente y el dueño únicamente mira por su beneficio económico y de servicio, no mira por el Cliente, lamentablemente la gestión es bastante mala.
Espero que las personas que vayan a ir pocos a comer vean esto, porque si vas 8 tienes una mesa como en un restaurante normal, en cambio si vas 2 o 3 vas a comer embutido en una mesita.
Un saludo, Fdo: Il formagio forno con la mermelada fría. Postdata: la Focaccia es...
Read moreNos habían hablado del restaurante así que aprovechando que había terminado muy pronto un concierto en un bar cercano, fuimos a probar. Eran las 20.30h y queríamos cenar sobre las 21.30h y antes tomar algo, así que pasamos a ver si podíamos reservar. Primero nos dijo el camarero que parecía encargado o jefe que había dos turnos a las 20.30 y a las 22 o 22.30 no recuerdo bien. Decidimos sentarnos y tomar algo ahí primero para hacer hambre. Éramos 5 personas y nos dejó unos 5 minutos para pensar y mirar la carta (pequeña no es). Le dijimos que volviera en un momento, que no los había dado tiempo y no le encantó dar tiempo para elegir bien. Cuando volvió al poco tiempo, lo hizo metiéndonos prisa para tomarnos nota, diciendo: "a ver, por favor" cuando alguien todavía no lo tenía claro. Así que elegimos bastante coaccionados y sinceramente nos dieron ganas de irnos por el trato de este señor. Pedimos un entrante de Provolone, no sabíamos cuál elegir y nos dijo: " El de 11€ es el normal, que viene con pan", lo que no nos dijo era que nos iba a cobrar 5€ más por una masa de pizza fina para mojar (podéis comprobarlo en el ticket). El resto de camareros más jóvenes fueron más simpáticos e incluso uno nos invitó a dos chupitos. La comida estaba bastante buena, recomiendo los Tagliatelle al porcini (tallarines con salsa de boletus, increíble), y la Pizza Piamontesa (más porcini). El vino tinto, solo tenían rioja y bastante peleón para valer 3,95€ la copa.
Rotundamente no volveré, se come rico (nada del otro mundo), pero para mí lo más importante es cómo te hacen sentir en los sitios y la atención al cliente de este camarero/metre/encargado dejó...
Read moreImpresionante. En diciembre del año pasado fuimos a este establecimiento. Reservé dos días antes por prevenir y la verdad es que hicimos muy bien, se puso a reventar. El establecimiento tiene un diseño bastante original. Es como una cabaña grande de madera. Nos gustó bastante el toque de que estuviera tan "escondido", con respecto a dentro del propio pueblo en si El servicio fue espectacular. Disponían de un montón de camareros bien uniformados y preparados para lo que se avecinaba. La comida, increíble. Comimos de todo. Ponían de serie en la mesa una especie de mantequilla con ajo y perejil....estaba muy bueno. Como entrante nos recomendaron tomate con gorgonzola. Nos lo pusieron con una torta enorme para mojar. Increíble. Estaba muy bueno. Llegaron los platos principales: pedimos varios de tortetelini relleno queso de cabra con cebolla caramelizada aconpñada de salsa trufada (el plato valía 16,50€, algo caro). A pesar del precio, mereció muchísimo la pena. Fueron los mejores que he probado en muchísimo tiempo. Una amiga se pidió una pizza que la verdad, no me llamó ya que en lugar de masa te la hacían con masa de tipo torta. Según ella estaba bueno. Y los postres, pedimos algunos tarta otros batido, pero la verdad, en este aspecto no destacaban. No eran caseros de hecho. A pesar de esto último, totalmente recomendable 🤌🏻. Para aparcar algo complicado pero acabas encontrando. En cuanto al aseo algo pequeño pero bastante higiénico. Si vas a ir a este pueblo, no lo dudes y reserva con antelación. No creo que salgas arrepintiendote ni...
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