Hosteria de las Monjas — Restaurant in Navalcarnero

Básicamente estuve hace dos días comiendo un menú. El precio son 14€ por persona.

De primeros había: salmorejo, sopa de cocido y macarrones a la carbonara. Ninguno de los tres me parecieron brillantes. Tanto mi acompañante como yo cogimos los macarrones y estaban saladisimos.

Segundo nos cogimos un secreto y un escalope. El secreto muchísimo nervio y poca cantidad. El escalope medio quemado... Una ruina.

Postre cogimos arroz con leche que estaba rico y buena cantidad y tarta que chocolate de ellos que estaba buena pero en dos cucharadas te lo comías.

Me pareció muy decepcionante. El servicio de los camareros bien y profesionales.

El detalle del viene cuando al ponerte la cuenta. Pedimos botella de agua para mí y vino con casera mi acompañante. Pues nos ponen la casera por un lado, vino por otro y botella de agua por otro... Muy cutre. Al final lo corrigieron porque creo que se dieron cuenta.

De verdad, negocios del mundo, cobrar a base de aportar valor masivo a vuestros clientes y no seáis unos mediocres. Algún día vendrá gente que sepa hacer bien las cosas que piensen más en el cliente y os pasarán por encima. Y dará igual que los camareros se pongan la mano detrás, hablen mejor o peor o que tengan una servilleta en el brazo como si esto fuera un hotel 5 estrellas. Dejar de hacer el mediocre con las aguas extras y esas bobadas que lo único que hacéis es quedar en evidencia.

Recordar que solo da el que siente que tiene para dar. Si andáis con esas, imaginaremos que no os va muy bien y eso no es atractivo, me hace preguntarme por qué... No sé si será verdad o no. Si no es así, es la imagen que proyectáis. Cuidarla

No solo se defienden atacándote intentando desprestigiar la opinión de un cliente por no tener foto como si esto fuera el Facebook, sino que además cuando te contestan no son capaces de hacer referencia al mal menu que se dio aquel dia como es lo salada que estaba la comida, que por cierto vi como un chico de una mesa de al lado se lo dijo también.

Es lamentable que intenten darte la vuelta a la tortilla en vez de aprender a hacer bien la tortilla. En la vida he ido a un restaurante y que el vino y la casera la hayan cobrado por separado... De hecho cuando se lo expuse a la mujer que me cobro me miro como diciendo... pff te lo quito porque es absurdo lo que estoy haciendo cobrandote esto por separado...

Algun dia entendereis que las personas no queremos ir gratis a los sitios, sino recibir un servicio en condiciones. Y si os molesta que os opinen clientes que os pagan, pues no tengáis un negocio, es lo que hay. Aquí no se humilla a nadie, aquí se describe lo nefasto que ha sido el servicio. Pueril es la actitud que ustedes tienen al no mirarse el ombligo. A veces me sorprendo como negocios así sigan vivos. Algún día os atropellarán. No es un deseo, es un...

Actualizo con una nueva reseña. Sobre el menu especial de 35 euros por persona. Ha sido excelente. Demasiada comida. Y todo muy bueno, la.sopa castellana , las coquetas de jamon, los huevos con patatas y jamon, el entrecot con patatas panaderas, y postre. El vino tinto en jarrita bueno, me ha gustado mucho, supongo que es de la zona. El servicio muy bien, atentos a todo. Y el ambiente genial , en una balconada cerrada, muy romantico y bonito. Por la noche. Merece la pena. He su ido las estrellas a 5 todo. Se lo merecen.

En un edificio antiguo , al lado de la Iglesia, manteniendo el estilo castellano. En comedores amplios. Recordando el estilo de los paradores Hemos comido bastante bien. Un servicio atento, aunque a veces debido a que habia mucha gente , tardaba un poco. La comida estupenda. Íbamos por el cordero,( que muy bueno) pero lo que más nos ha gustado han sido los entrantes para compartir que hemos pedido. De aperitivo un plato con migas, bien. Y luego los torreznos, espectaculares, en su punto de crujientes y tiernos por dentro. Huevos rotos con gambones( fuera de carta) súper bueno y sabrosos. Revuelto de morcilla, suave y rico. Y de segundo asado de cordero lechal para cuatro. Muy tierno y acompañado de patatas panaderas. Tuvimos un pequeño problema pero lo solucionaron muy bien. Las raciones son generosas. El postre, el brownie de chocolate genial, con helado de vainilla, es una ración grande, ideal para.dos o uno muy goloso y hambriento. El batido de.oreo enorme y muy rico. Para terminar un café y por cortesía unos licores y unos bombones helados. Me olvidaba de comentar el pan, tipo candeal muy bueno. De precio a unos 50 por persona . No hemos bebido vino. Cerveza,refresco y agua. . En general satisfechos. En particular la atencion de Mar ha sido genial, recibiendonos al llegar como al irnos. Volveremos. No he dado un 5 a todo por un fallo. Pero seguramente otro día sería todo De diez. El parking es complicado , recomiendo ir con tiempo para...

Habíamos ido varias veces a este restaurante... pero ésta ha sido la última. Si tratas mal a unos clientes, da igual que tengas al mismísimo Ferrán Adriá en las cazuelas. Pero peor es cuando tampoco tienes a nadie parecido. Llegamos a las 14.30 h al restaurante, que era la hora a la que habíamos reservado. A las tres, ni siquiera nos había dicho nadie buenas tardes. A las tres y media, reclamamos que alguien nos tomara la comanda. A las cuatro, sólo habíamos tomado uno de los dos aperitivos. A las cuatro y cuarto, reclamamos ya bastante disgustados un poco de atención. Nos atendieron al menos tres personas diferentes y cada uno de ellos echaba la culpa otros, a los cocineros o al maestro armero. En cuanto a la comida en sí, las croquetas estaban frías por dentro y un escalope tenía la mitad de carne y la otra mitad de pura grasa… En otras críticas a este restaurante a las que un tal “Director de Relaciones con Clientes” contesta diciendo siempre que se hacen a toro pasado. Pues tengo que decir que es falso: nosotros protestamos al menos cinco veces en el momento y sí explicamos los problemas… y nos fue peor cada vez. Después de buscar dónde pagar para salir de allí cuanto antes, apareció una señora muy amable (ésta sí, aunque muy tarde) que nos pidió disculpas reiteradamente y confirmó que no se justificaban los tiempos de espera con las cuatro mesas ocupadas. Nos regaló dos botellas de vino del pueblo, que insistimos en no coger porque sólo queríamos reparaciones morales, pero nos convenció de que las reparaciones vinícolas tampoco están mal y entran mejor. Desde luego, no somos quiénes para recomendar a nadie que no pise este restaurante. Nosotros, pese al vino tardío, hemos decidido no volver nunca más a este lugar. No recomendamos no ir: si los que hayan leído esto deciden ir pese a...