El sitio es bonito, pero me lleve una decepcion tanto con las tartas y el servicio, sobre todo lo segundo. Llegué justo a los 10 minutos de que habían abierto, solamente había una mesa ocupada en todo el café. Pedimos dos cafés y dos tartas, y el chico nos atendió bastante rápido, pero cuando trajo los cafés solo trajo una tarta. El café era súper pequeño, por lo cual se enfría rápido. Me acerqué a la barra a pedir la tarta y pagársela directamente, y me dijo de una manera no amable que me fuese a sentar porque tenía muchas otras mesas que atender. Cabe mencionar que las otras mesas llegaron después que nosotros., Y el error de olvidar la tarta no fue mío. Sin problema alguno me regresé a mi lugar, a esperar. Vi que atendió otras cuatro mesas, mientras tanto mi café seguía enfriándose. Cuando por fin vi que había terminado de atender mesas, supuse que iba a venir a darme la tarta, pero en eso vi que salía y empezaba a tomar peticiones de todas las mesas de gente nueva que había llegado. A este punto mi café ya estaba frío, así que me acerqué una segunda vez a la barra para pedir la tarta, había un segundo chico el cual ni siquiera me volteo a ver. Después de un rato llegó el primer chico, le dije que venía de nuevo porque se me estaba enfriando el café y en vez de decir una disculpa o algo, me dió la tarta a las prisas y de mala manera. Yo no tengo problema con esperar, pero me parece mal servicio que si es error de ellos en lugar de apurarse para traerla, me atiendan asi si es simplemente servir una tarta (no habia que hacer una bebida o algo), me tenga que levantar dos veces pq mi cafe ya esta helado y encima me pongan caras.

El capuchino estaba muy bueno, el cafe solo pues frio no sabe igual. La tarta de queso muy regular (para ser Asturias es la mas normal que he probado en Oviedo) y la tarta de Guinness no estaba buena. Estar ocupado no es excusa para dar un mal servicio, sobre todo cuando lo pedi todo de buena manera y con una sonrisa.