Cenamos seis personas a base de raciones: jamón de bellota, tabla de quesos, ensalada de caballa, almejas y navajas. Estaban ricas, salvo las navajas a la plancha, bastante pasadas. Raciones no muy abundantes. Se trata de una vinoteca, por lo que escogimos un determinado godello blanco de los que estaban a la venta, y por los que se paga descorche. Lo traen y lo abren inmediatamente, cuando era evidente que no estaba frío, ni siquiera fresco. Se lo decimos al camarero y quedamos en que lo guarde en el congelador para que vaya enfríando mientras pedimos un par de botellas de otro blanco de los que servían en barra, los únicos que mantenían fríos. En el tramo final de la cena, prácticamente con los postres (estaban muy buenos) traen de nuevo el godello. Nos lo sirven llenando todas las copas sin antes darlo a probar a nadie, cuando es práctica habitual, y lo primero que observamos es el raro color amarillo intenso del vino. Lo probamos y evidentemente su sabor no era el esperado. En ese momento nos fijamos en la añada: 2017. Para un blanco, parece una fecha bastante atrasada. Se lo decimos al camarero, por lo que llama al encargado, quien de entrada dice que no ve nada raro en el color. Le pedimos que lo pruebe mientras le indicamos la edad del vino. "Olvídense de la fecha, no tiene nada que ver en este caso". Lo huele y lo cata y mantiene su opinión favorable. Uno de los comensales, conocedor de ese vino, le comenta que nunca lo había bebido en esas condiciones. Se mantiene en sus trece el encargado, pero dice al camarero que no ponga en la cuenta el vino (como haciéndonos un favor) y se lleva la botella, imaginamos que a la barra para ir sirviéndolo a otros clientes. No es un restaurante al uso, presume de vinoteca y se cobra el descorche. Pero te traen un blanco caliente de 2017 y de color amarillo intenso. Y te aseguran que es...
Read moreDía 17/08/21, 14:15 h. entramos para tomar unos vinos, después de la poca iniciativa que tiene el chico joven (barra) para ubicarnos en una mesa después de habérsela solicitado y estar libre una de ellas, es el Sr. Gervasio Cao (Titular), quien nos ubica en esa misma. El chico nos sirve los vinos y obvia totalmente ofrecernos una tapa a los 4 clientes de la mesa. A los 10 minutos de estar sentados el Sr. Gervasio nos coloca en la mesa una chapita de “RESERVADA”). Transcurridos 5 minutos es cuando el mismo Sr. Gervasio me mira y me hace gestos ostensibles de que tenemos que irnos, supongo que porque quería la mesa para otros clientes. Sr. Gervasio Cao : con esos aires dedíquese Ud. a la construcción que fueron sus orígenes, y déjese de poner malas caras y defender lo indefendible. El verano es corto y el resto del año muy largo. Sea Ud. un hostelero diligente y cercano a sus clientes, y no argumente “Es que estamos al 50% por el COVID”. En el interior en esa fecha al 30%. Dedíquese a atender bien a los clientes que ya tiene sentados y una vez que estos decidan ausentarse, atienda a los nuevos con clarividencia, alegria y buenos modos. Y olvídese de poner papelitos en las paredes de “máximo 25 minutos”, ya que para un empadronado en A Mariña Lucense, volveré y me sentaré, no 15 minutos, ni tan siquiera los 25 minutos del “ papelito”, me sentaré 50 minutos con un botellín de agua y sin tapa. Luego decidira Ud. de que manera me quiere echar del Local, con buenas palabras que es como se debe tratar a los clientes, o en presencia de la Guardia Civil, que de paso les puedo advertir de su “30%” de ocupación en el interior del local, y de su “50%” en terraza. Cumpla Ud. las Normas COVID para hostelería y déjese de provocar a la gente, dado que el año es largo y no siempre es verano…….. Volveré…… pero para presentar una hoja de...
Read moreUn sitio agradable y acogedor para comer, gran comida y muy buena calidad. Llegamos a comer 8 personas donde los camareros estuvieron atentos tanto de la comida como de la bebida que nos faltase.
Antes de comer estuvimos tomando un aperitivo, nos pusieron unas tapas de la zona que estaban riquísimas y perfectas para ser una tapa. Las raciones y platos principales que comimos fueron: Pulpo a la gallega: estaba delicioso y se deshacía en la boca Pulpo a la feira: exquisito y en su punto perfecto para hacer a la brasa. Arroz negro con calamares: uno de los platos principales importantes que te traen a la mesa aún haciéndose, se avisa que le quedan 2 minutos y exactamente dos minutos después está perfecto para comer con un toque de arroz en su punto y los calamares hechos perfecto, no quedó nada en el plato. Filete de Croka: parte de la cadera de vaca en su punto acompañado de patatas y pimientos, el punto de la carne era perfecto y se deshacía e incluso se podía cortar sin necesidad del cuchillo, en muy pocos sitios he podido disfrutar de una carne tan grande y tan bien hecha como en este sitio. Los postres en general que se pidieron en la mesa estaban a gusto de todos y eran artesanales.
En general un sitio de 10 tanto por la comida como por los camareros y dueño del lugar, que fueron amables y...
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