Muy muy recomendable 👍 Cartita hiper variada con un montón de platitos diferentes. Se nos hizo muy difícil escoger qué comer porque todo resultaba super apetecible (se agradece mucho que la carta traiga imágenes💪). El lugar es enorme, nos sorprendió! Por fuera parece un bar sencillo y normalito y cuando entramos tenían una gran sala con todas las mesas llenas. Tuvimos que esperar un ratito, pequeño la verdad, para sentarnos a comer. Gracias a eso descubrimos su carta de cervezas pero sobre todo su vermouth casero que estaba INCREÍBLE!!👀 Aunque el restaurante se caracteriza por sus platos a la parrilla, nosotros no teníamos mucha hambre y pedimos algo más ligerito: zamburiñas (gorditas y jugosas), una tabla de quesos asturianos (deliciosos!!!) y el pantrucu riosellano (primera vez que lo probamos, suave y sabroso), con unos postres maravillosos que pusieron el broche a una comida muy muy rica. Aunque también disponen de un menú del día (18€) con bastante variedad de platos que tenía muy buena pinta. La atención de las personas que nos atendieron fue muy cercana y atenta🤗 el servicio fue rápido y agradable. El precio (35€ por persona) está bastante ajustado a la calidad del sitio y la comida.