Bar Restaurante Platero — Restaurant in San Sebastián

Never had such a terrible experience in a restaurant before. Ordered their daily menu which is cheap for San Sebastián, 13 euros. The first dish was OK, also the fish my partner was having, but the meat they brought as a second dish was overcooked/burnt from one side (which can happen to anyone).

Now when I shared with waitress to let the kitchen know, she said the kitchen couldn't do anything about it. She didn't even take the plate to show it to the cook (?) Also, the side which was burnt was not visible, so you had to turn the meat around to see all the ash/burnt meat. After a few back and forths, the cook came out and screamed at us: "what do you expect for this price?", didn't apologize and invited us to leave the restaurant. Speechless (?)

I never had this overt rudeness and lack of hospitality experience in my life. There's always room for improvement and never experienced this lack.of professionalism, let alone in a place like San Sebastián which is supposed to be famous for the quality of its food. Not al Platero, I can tell you that. A...

This is a local bar with a small seating area for dinners. It was recommended by our hotel. You do have to book if you want a table and the day before is sufficient. The interior is dated and mainly wood and looking tired. Our table was a bit wobbly and when we got there at 7.30 the restaurant was empty. By 8 pm, it was suddenly packed out. It was mainly full of older gentlemen who seemed to know each other and the staff. It all added to the atmosphere, and we did not feel out of place. You felt as though you were at some family gathering. There were 4 of us and we ordered two salads and 4 main course meals which we decided to share. The foid was presented with flair, and the portions were generous. As with most of our experiences in San Sebastian, you should never judge a book by its cover. Everything was tasty and fresh. The quality of the dishes would not be out of place in a fine dining restaurant in London, but the price was exceptionally good value. It averaged at €17 each. It was a great place to visit for a no fuss relaxed...

La peor experiencia en cuanto al trato recibido. Personal maleducado y desafiante. Jamás me he sentido tan maltratado en más de 20 años visitando Donosti regularmente.

Llegamos a la taberna sin tener reserva previa, preguntamos si era posible comer (4 adultos y un bebé de 10meses). Nos dijeron que el salón estaba todo reservado, pero que podíamos comer en una de las mesas de la zona de barra. Enseguida preguntamos por las diferentes opciones y le comunicamos a una camarera si era posible comer pidiendo raciones para compartir, a lo que nos dijo que sí, pero que si álguien venía al restaurante pidiendo menú y no había más mesas, tendríamos que levantarnos y ceder el sitio, porque el menú tenía prioridad. Ante la pregunta de que cómo era eso posible si por ejemplo estábamos a medias con nuestra comida la camarera espetó un "Ah! Haber llamado y reservado antes!", con una sonrisita socarrona de propina.

Nos quedamos a cuadros y le dijimos que nos diera 5min para ver el menú y decidir. Pasados más de 10min en los que no fuimos atendidos (mientras que otros clientes que vinieron después de nosotros ya tenían su comanda tomada y mesas montadas, decidimos llamar a la camarera para comunicarle que queríamos comer de menú, pues nos habían recomendado este sitio en particular. A lo que la camarera nos responde que ya no era posible comer en esa mesa porque se la acababan de reservar por teléfono, y que teníamos que levantarnos e irnos, pues no había más sitios libres.

Una vez más, le preguntamos que cómo era posible que hubiese reservado esa mesa teniendo gente sentada sin tan siquiera preguntar si al final queríamos comer menú. A lo que ella respondió de forma idéntica a su maleducada compañera de barra "Ah pues haberme avisado antes!". Lo que más me molestó fué su actitud de prepotencia.

Así que acabamos en la calle, lloviendo a mares con un bebé de 10 meses dormido en un carro.

Obviamente no éramos bien recibidos y no querían atendernos. Todo hubiera sido más sencillo si desde in principio nos hubiesen dicho que estaba todo lleno y punto. No había ninguna necesidad de decirnos que sí y hacernos pasar por toda esa humillación antes de largarnos a la calle de malas maneras.

Hay cienmil tabernas en Donosti con trabajadores amables y hornados que se merecen que gastemos nuestro tiempo y dinero en ellas. No vale la pena visitar este tipo de establecimientos donde la educación y profesionalidad brillan por...