Fuimos dos veces en Agosto, fuimos con personas mayores y la verdad que muy bien, la primera vez que reservamos, no lo sabíamos y nos pusieron en la planta de arriba, pero nos hicieron el favor y nos pusieron abajo para que las personas mayores no tuvieran que subir escaleras, en la planta de abajo hay rampa, y sino pues vas por un pequeño escalón, la segunda vez que fuimos ya lo sabíamos entonces reservamos en la planta de abajo, siempre que reservéis adentro, decir en la planta que queréis, que sino os ponen en la que ellos decidan. Las dos veces que fuimos pedimos menú del día, siempre lo van cambiando, está variado y bien, hay para vegetarianos, muchas comidas con verduras. Primera vez me pedí de primero espaguetis con boloñesa, te trae buena ración pero no hice foto, y de segundo la milanesa napolitana, estaba buena. La segunda vez me pedí de primero las croquetas de pollo con patatas y huevo frito, estaba bueno, sobretodo las croquetas, y de segundo me pedí las albóndigas con champiñones y cebolla, no estaba malo, aunque note la albóndiga algo cruda por dentro, pero por fuera estaba bien. Luego en postres normalitos, aunque yo me pedí el pastel de plátano, que sale en una de las fotos, y este postre os lo recomiendo, os sorprenderá lo bueno que está, y el otro fue un arroz con leche, estaba bueno. Yo no lo probé, pero me dijeron que el gazpacho que hacen allí está muy bueno, y la pizza calzone también, que es una pizza cerrada y muy original. Sobre el personal que decir, muy amables los camareros, sobretodo uno que creo que se llamaba Xavier, el de las gafas, nos atendió las dos veces que fuimos, y no veas, siempre se acordaba de todo lo que pedíamos, entre ellos llevan auriculares para comunicarse mejor. Precio-Calidad bien, siempre tienen mucha gente, pongo 4 estrellas, un poco de mejora en la comida, que no unas destaquen más que las otras, y tendrán las 5, pero igualmente, volveré seguro