Tengo un cariño muy especial a esta cafetería que no tiene otra igual, al menos que yo haya conocido... Fue el segundo hogar de Cioli, un hombre que dedicó su vida a socorrer y salvar a cuantos bañistas se vieron en apuros. Tuve la suerte de conocerle y charlar bastante con él, inolvidable. Bueno, y ahora al grano... Como decía, tomar un "algo" en el balneario es mucho más que tomarlo en cualquier otro sitio, porque su terraza está prácticamente colgada sobre el mar cuando hay marea alta, con unas vistas a la bahía de Santander sencillamente magníficas. sentado frente al mar, si alzas la mirada a tu derecha encontrarás como se hiergue, magnífico, el Hotel Real, ajeno al paso del tiempo y sus avatares. Puedes ver en frente Pedreña, donde nació y aprendió a jugar al golf Severiano Ballesteros, y a un par de kilómetros las inmaculadas playas de Somo, perfectas para el surf TODO el año. Con el agua a 14 grados y un buen neopreno puedes estar en el agua un par de horas, comprobado por mi mismo... En fín, que me desvío del tema... Una vez que ha quedado claro que el emplazamiento es sencillamente envidiable y que uno querría desayunar todos los días de su vida ahí mismo, frente a esa bahía, debemos hablar de las tapas, del servicio que prestan los camareros y de otros extras que ofrece El Balneario; Gran variedad de tapas, todas basadas en el producto típico de la zona, del mar. Imprescindibles las rabas, un auténtico clásico en cualquier bar/restaurante que se precie de Cantabria. Otra variante igualmente celebrada son los rejos. En plan de aperitivo destacan la tortilla española, hecha como a mi me gusta, jugosa y sin ligar en exceso, al punto de sal y algo de cebolla, con el grosor adecuado y sin "quemaduras". Especialidad propia de este restaurante son esas mismas tortillas pero rellenas; las abren por la mitad -para esto deben ser tortillas algo más cuajadas, lógicamente-, las tenemos con mayonesa, jamón, queso etc. Si lo que buscamos es desayunar, especial atención al clásico; pan tostado con aceite de oliva AOVE, tomate rayado en el momento para extender y si lo pides, jamón; y ojo porque el jamón que te ponen es muy bueno, ibérico, excelente. Durante todo el día ofrecen, hasta que se agotan, unos impresionantes sandwiches rellenos de tortilla francesa, huevo frito, jamón y queso, mayonesa, atún, lechuga... los hay de varios tipos y todos exquisitos. El menú diario es de 18 euros y el de fines de semana y festivos, 24. Más que razonable considerando la calidad de la materia prima, la cocina y sobre todo, el sitio en el que estás, impagable. Quiero añadir que en el último año ha cambiado la concesión que explota el restaurante y afortunadamente en la esencia nada ha cambiado, manteniéndose fiel a su estilo, oferta gastronómica y precios; han contratado a jóvenes camareras que te atienden más que correctamente y para suerte de los visitantes han mantenido a alguno de los "camareros de toda la vida" que llevan muuuuchos años al frente del establecimiento, con especial mención para Jesús -a ver si adelgazas, leches-. Los aseos son correctos, la sala del comedor muy adecuada, con amplios ventanales a la bahía, tiene acceso para discapacitados y el aspecto general es de cuidado y limpio. En mi última estancia, esta pasada Semana Santa, tuve la suerte de vivir en vivo y en directo mientras comíamos en la terraza, una galerna; mientras degustábamos el menú los elementos se desataron, comenzó a soplar un fuerte viento que nos obligó a continuar con la comida en el interior, se pobló el mar de borreguitos, espuma de mar que el viento eriza, se vió como desde Somo una impresionante cortina oscura lo iba envolviendo todo, hasta que dejó de verse hasta el peñote de la escuela cántabra de vela y entonces llegó la tromba de agua... inenarrable y bellísimo. En fín, no puedo ni quiero esconder que este sitio me encanta y para mi, está muy ligado a lo que Santander verdaderamente representa; mar, naturaleza, gastronomía rica y generosa y sobre todo, ...
Read moreyacimiento romano de La Magdalena es (más bien, ha sido) uno de los más espectaculares y a la vez más desconocidos de Cantabria. Un milenario pasado que nos habla del esplendor de la conocida península en época romana y que, casi con total certeza, reafirma junto con otros yacimientos romanos de Santander (las termas de la catedral, el cercano promontorio de San Martín, etc) la ubicación del Portus Victoriae Iuliobrigensium citado por Plinio el Viejo. Desgraciadamente, a finales del siglo XIX / principios del XX, el apogeo turístico y social de Santander entre las clases pudientes se llevaron por delante gran parte de su pasado romano si bien es cierto que, a diferencia de nuestros días, todo quedaba documentado. Hoy en día nos encontramos alcaldes que dicen "desconocer los yacimientos" aun teniéndolos en su plan general de urbanismo, en su página web e incluso como nombre del colegio público de su municipio (CEIP Portus Blendium)..así nos va.
Volviendo al yacimiento de La Magdalena, en el año 1878 aflorarían las primeras noticias relacionadas con la aparición de las piezas romanas en la construcción de una fonda y un balneario en La Magdalena, justo en la misma ubicación que ocupa en nuestros días el restaurante El Balneario y las casas colindantes. Años después, en 1897, Rafael García y su sociedad ciclista obtienen permiso municipal para construir un velódromo a la entrada de la península de la Magdalena (hoy la Real Sociedad de Tenis), descubriéndose en la cimentación de la pista muros de mampostería con un nivel de ceniza importante (que denotan un antiguo incendio) y gran variedad de materiales romanos que veremos más adelante. Poco después, en el año 1901, Eduardo de La Pedraja (figura fundamental en el conocimiento del Santander romano) encuentra una espectacular pieza de bronce en las inmediaciones de la Real Sociedad de Tenis. En las décadas posteriores se realizan diferentes hallazgos de menor entidad en tierra (principalmente fragmentos cerámicos y monedas en todo el entorno del Real Club de Tenis y el edificio de la Guardia Civil), si bien Gonzalez Echegaray cita un curioso hallazgo de monedas de Constantino procedentes del dragado de la bahía en la década de los 40. A finales del siglo XX, en la década de los 80, miembros del Colectivo para la Ampliación de Estudios de Arqueología – CAEAP encuentran otros dos yacimientos romanos en el entorno del Balneario de La Magdalena y el Real Club de Tenis. Incluso en nuestros días, gracias la fuerza del mar, aparecen restos tanto cerámicos como constructivos en la franja intermareal justo enfrente del Balneario (dependiendo de la época del año).
Nos encontramos sin duda en un enclave que, además de ser uno de los más importantes de la capital turísticamente hablando, es un increíble yacimiento romano que la gente desconoce y que desgraciadamente sigue sin estar protegido ni señalizado. No obstante, la documentación aportada desde finales del siglo XIX hasta nuestros días (junto con los materiales encontrados) nos habla de una o varias villas en el entorno de La Magdalena que no dejan de ser reflejo pasado (lujo a orillas de la bahía) del lujo presente en el...
Read moreBeen traveling multiple cities in Spain since Oct 16 2023. We’ve eaten at many restaurants; simple, moderate, and fine ones. To date this has been the most expensive check! The waiter could have been more helpful assisting us foreigners with menu selection and guiding our choices. We were charged 2X24 (48 eu) eu for sharing a fish on top of everything else we had ordered. The food was good but not extraordinary. The views are great. They allowed smoking while dining which was a major disappointment and disconcerting for other patrons. Even though we sat “outdoors” it was all closed in and smoking should not have been allowed. I would not recommend this...
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