La verdad, me gustó el nombre y aunque parecía por lo que anunciaban con letras grandes "desayunos y almuerzos", parecía que todo iba ir bien, pero algo me decía por las fotos y los anuncios del lugar, que no sería así. Lo único que se salva es el nombre. Balbina. Me explico. Llegamos y el local estaba vacío, en la terraza tenían tres mesas, dos atendidas y una tercera en un callejón junto de la terraza, un poco lúgubre, pero más tranquilo del que pasa justo al lado la carretera, ésta tambien están atendida. Nos pusimos en una mesas grande de ese lado que había un sinfín de restos de varios desayunos, bastante sucio todo. Pero piensas, vendrán ahora y lo limpian. Error. No. No sólo, no vienen sino que tiene la desfachatez de decir en primera instancia, cuando iba a pedir dentro, que "que ya atienden en la mesa". -Pero quién atiende?- Hay que decir que ese tipo al que me dirigí y me dijo eso, parecía el jefe. Dentro tenía a un señor con los preparativos que parecía no dar más de sí. Pero si no había casi gente!!! Bueno, el tipo este, al ver que no venía, ni se asomaba a ver dónde estábamos, entró otra vez para de nuevo intentar pedir y que al menos tomaran nota (todo esto después de una larga espera), y oh desvergüenza del que osa dedicar su vida a la hostelería y atender a los viajeros, pues parece una especie de trampa para los peregrinos que se ven atraídos por hambre y cansancio y van directo de cabeza a Casa Balbina, y está vez me dice con una sonrisa burlona en en el rostro, sin salir yo del asombro: "tienen que esperar a que terminen las mesas". Cómo? - pensé para mí, esto es el colmo de la desfachatez y ahora mismo nos vamos".
Fin de la triste historia.
Bueno, no quiero dejar esto en el tintero. Dudo que el tipo este mire las reseñas de su establecimiento, pero por si acaso, le voy a decir cuatro verdades. Mire usted, si tiene un lugar en el que pretende atender a personas, deje y sonrisa burlona y deje de hostigar a su pobre empleado, pues me consta por pura intuición, que le explota y maltrata. Vamos que él se siente dueño y señor, y en en lugar de eso espabile, atienda usted las mesas con presteza y amabilidad, nada de fingir que se alegra de recibirnos, como si fuera usted una amigo anfitrión. No, usted es falso! En lugar de estar ahí, como si hace algo, que no hace nada, sino inoportunar a los clientes, limpie las mesas, vaya rápido, pero con elegancia y tome nota y desde luego sea amable con ellos y franco, si se va a demorar porque están completos, dígalo, no tenga a la gente ahí de baladí esperando como tontos. Eso es una falta grave de respeto. Segundo, si no quiere hincar el codo trabajando, contraté a otra persona, aunque sea por esos momentos en los que con cuatro mesas ya se ha ahogado en un baso de agua y saca a lucir su impertinencia a relucir con su sonrisa burlona, como si eso lo arreglará todo. Está muy equivocado.
A Dios gracias que nos fuimos. En un pequeño café frente al Parador, encontramos el cielo de los desayunos. Mujeres amables y servicio exquisito en un "buenos días, qué desea tomar?". Al menos conte Tres personas atendiendo detrás de la barra. Ahí le dejaré mis...
Read moreCongelados a altos precios, falta de información sobre pago y trato inaceptable
Fuimos a cenar y, tras haber terminado, el dueño nos informó de que no aceptaban pago con tarjeta, algo que por Ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios (Real Decreto Legislativo 1/2007, art. 60) debe comunicarse antes de la contratación o consumo, de forma clara y visible. No había ningún cartel en la entrada ni nos lo indicaron al sentarnos.
Cuando mencioné que es obligatorio avisar, el dueño respondió que “eso es mentira” y que seguirá sin informar “porque no le da la gana”, con una actitud muy chulesca. Además, insinuó “llegar a un acuerdo” si le dábamos algo de efectivo, y ante nuestra negativa (no teníamos suficiente) llegó a preguntar a mi pareja, señalando su bolso, si no tenía dinero ahí. Fue una situación muy incómoda, informal e intimidante.
Finalmente accedimos a pagar por Bizum, pero la experiencia quedó marcada por la falta de transparencia, el trato irrespetuoso y la nula atención a los derechos del consumidor. Tras leer ahora las contestaciones a algunas de las malas reseñas, me queda aún más claro la nula profesionalidad.
En cuanto a la comida, la pizza servida (15 €) tenía textura y sabor de producto congelado de supermercado, muy lejos de la “masa madre” anunciada (algo que también es denunciable por anuncio fraudulento), y la empanada del tortel era también industrial de supermercado. Una familia cercana también se quejó de que su plato estaba congelado por dentro, y la respuesta fue que era “reciente de por la mañana”.
Recomendación: si buscas trato profesional, comida casera (o mínimamente decente) y cumplimiento de la ley, mejor evitar este local. Si te exigen efectivo sin comunicarlo de forma clara y visible ANTES de consumir, ten en cuenta que es una práctica...
Read moreFuímos un miercoles a almorzar y la llegada ya nos hacia pensar lo que nos esperaba. Despues de atendernos de mala manera y de “casi echar” a unos clientes que estaban sentados, conseguimos una mesa. Tras media hora esperando y de ver como decian a los clientes que iban llegando que estaban completos, cosa rara porque unicamente habia cuatro mesas, nos dió por preguntarle al camarero o propietario si podia tomarnos nota por lo menos de la bebida o de la comida de los niños. La contestacion inaceptable, o sea, sin mirarnos a la cara se fue diciendo que no, que nos esperasemos. El colmo fue ver como le tomaba la comanda a las tres mesas que estaban alli y que habian llegado despues de nosotros y eso que estabamos sentados dentro, justo al lado de la barra. Puesto que los niños tras 40 minutos esperando tenian mucha hambre y que teniamos los tickets sacados para ver las cuevas de Altamira a las 4 de la tarde y tras mas de 40 minutos esperando eran ya las 3 y no teniamos esperanza alguna de estar terminados para esa hora, nos levantamos y nos fuimos. En conclusion, trato malisimo, ninguns educacion y ninguna profesionalidad. Puesto que no tuvimos el placer de probar la comida ni la bebida, no podemos opinar de ella, lo unico que las pizzas eran industriales y congeladas por lo que dio a entender el camarero o propietario, ya que segun el estaban ya echas y congeladas y solo tardaban 15 minutos en el horno. Nos fuimos a un Coviran y almorzamos en un parque del pueblo. Puesto que me dedico a la hosteleria y a la cocina mas concretamente, no me gusta poner este tipo de reseñas, pero es que la experiencia fue...
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