Figón Zute el Menor — Restaurant in Sepúlveda

An amazing experience. Firstly you don't get to choose. It's salad followed by lamb. The protagonist is the lamb. Personally I could have eaten 1 plate(a quarter) just for myself. Use the salad to clean the mouth so that every bite of the lamb is that rich milky salty explosion. The staff were charming and the couple who run the kitchen (well into their seventies) seem to have the passion of teenagers! Simple and...

hemos ido hoy sin reserva y nos han dejado una mesa, las dos chicas muy atentas y amables, el cordero esta buenisimo, de los mejores de Segovia sin duda, el vino elegida por ellas espectacular. 3 comensales, 2/4 de cordero , ensalada, agua una copa de vino y 3 postres 105 euros. Barato no es, pero tampoco es el mas caro de la zona y sin duda alguna merece la pena por el cordero y los postres también estaban buenísimos. Como sugerencia a mejorar 2 cosas. Las chicas necesitan ayuda, una vez lleno el salon, ya no podian con ello y han tardado un poco en los postres y la cuenta, se las ve un poco desbordadas, pero la espera a sido perfectamente asumible, por otra parte deberian tener en la carta, al menos un par de raciones para acompañar al cordero y la ensalada, falta la racion de chorizo y la de morcilla, tan tipica de la zona. al no tener estas raciones para complementar el menu estas obligado a pedir mas cordero si no quieres quedarte a medias, le doy 4 estrellas casi serian 5 si no fuera por estas dos ultimas cosas, aunque sin duda alguna si vamos otra vez a Sepulveda repetiriamos sin duda y lo recomiendo. Espero no les moleste estos comentarios y les sirva para mejorar,...

La carta consta de cordero y ensalada. Y no necesitan más. El cordero es simplemente delicioso. Condimentado con maestría y bien asado en su punto al horno tradicional; crujiente por fuera y tierno por dentro. Diría que estamos ante el mejor cordero de Segovia en una de las mejores zonas para deleitarse con un buen asado. El figón es de estilo tradicional como los de toda la vida, muy acogedor y la cantidad de comida es más que generosa. El personal lo componen Julián Antoranz, el cocinero, que lleva toda su vida haciendo asado y se nota, así como su familia. Te hacen sentir como en casa, muy atentos y saben transmitirte el mismo amor con el que hacen la comida. Los postres también son caseros. El arroz con leche está para chuparse los dedos. Poco hace falta decir que la relación calidad-precio es inmejorable. Vale la pena cada céntimo que cuesta y no es para nada caro. Comimos seis adultos y un niño y no llegó a 150€. Nosotros reservamos por teléfono la misma mañana que fuimos y el servicio fue rápido y muy agradable. Lo recomiendo y lo recomendaré a todo aquel que quiera degustar el auténtico sabor de...