La Jartá Tarragona — Restaurant in Tarragona

Nestled in the jewel that is Tarragona, La Nueva Jartá emerges as an oasis of authentic Andalusian cuisine, inviting you to plunge into an ocean of flavors as rich and deep as the history that emanates from its ground. With each bite, the palate delights in an unparalleled Spanish essence, and the generosity of their pricing echoes the hospitality that characterizes this beautiful land.

Situated in a paradise at the seafront, here, the sea breeze merges with the aromas of the food, taking you on a sensory journey through the Mediterranean. The proximity of the beach, diving center, and boat rental adds extra charm, promising an adventure just around every corner.

By night, La Nueva Jartá transforms into a stage of magic and folklore, where traditional Spanish shows illuminate the evening hours. The dinner menu, always accompanied by the most select wines from the region, is an ode to Andalusian culinary tradition, yet without renouncing a rich offer of international liquors.

What stands out most at La Nueva Jartá is its atmosphere; a palpable ambiance of warmth and friendliness, where both customers and staff contribute to making each visit a homey experience. It's a place to feel at home, though always discovering something new and exciting.

If Tarragona is your destination, you can't miss La Nueva Jartá. You may think you have other options, but this delicious and welcoming corner undoubtedly deserves to be one of the essential points of your journey. Like a fine wine, its taste will remain in your memory long after you...

Reservé online, 4 personas a las 22:45, viernes 25 de agosto. No sólo no se informa durante la reserva del horario de cocina, si no que se te permite reservar incluso para más tarde, en ningún momento piensas que esa hora sea un problema para ir a cenar. Llegamos puntuales, indico a uno de los trabajadores que tengo reserva y me comenta que esperemos un poquito, que va a preguntar a otro compañero. El compañero se va a buscar a otro porque no atinan con el tema, empiezo a dudar si la reserva quedó registrada y al fin viene una tercera persona que nos confirma y nos lleva a la mesa a las 23:00. Esperamos y esperamos pero no conseguimos que nadie nos atienda, entendemos que el sitio está a reventar y hay que tener un poquito de paciencia. Finalmente uno de los camareros se da cuenta que llevamos ahí un rato sentados y nos toma nota. Quisimos pedir 6 tapas, el mismo camarero nos aconseja que no pidamos las 6 en la misma tanda, que toda la comida sale a la vez, la mesa es muy pequeña y no va a caber todo. Su recomendación es que pidamos por rondas de dos o tres tapas, al estilo "andaluz", cuando lo terminemos pidamos más y así tener espacio en la mesa. Lo entendemos, nos parece correcto, pedimos las bebidas, huevos rotos con jamón, alcachofas y lagarto. A las 23:45, cuando habíamos terminado con lo primero, quisimos pedir el resto de tapas y no fue posible, se nos indica que ha cerrado la cocina y solo se sirven bebidas. Siendo así y como queríamos ver un ratito a Siroco, decidimos tomarnos unas cervezas más. En eso estábamos cuando vimos que a la mesa de al lado les traían postres, así que preguntamos si era posible pedir postre. El camarero nos dice que lo tiene que consultar, le confirman que sí pero que los pidamos rapidito, así que a toda leche miramos la carta y nos toma pedido. Media hora después se nos acerca el camarero y nos pregunta si aún no nos lo han traído, le indicamos que no y se va. A la 1, es decir más de una hora después de haber pedido los postres, en la que no habíamos querido ser impertinentes entendiendo que aquello estaba a reventar, se nos vuelve a acercar el camarero, esta vez con otro compañero y nos informan que los postres no van a salir, que lo lamentan y nos ofrecen unos chupitos para compensar. Señores, colmaron mi paciencia. Primeramente, soy andaluza y eso de pedir al estilo "andaluz"...nos callamos por educación, pero la tomadura de pelo ya es importante. Segundo, en ningún momento se nos informó del horario de cocina, ni al realizar la reserva ni cuando al fin nos sentaron en nuestra mesa, pero sí se "jartaron" a decirnos que la culpa era nuestra por ir muy tarde. No avisar al sentarnos de que la cocina cerraba en breve no fue el mejor detalle, pero que además se nos recomendara que pidiésemos las tapas por rondas sabiendo que no iba a ser posible no termino de encontrarle el "sentío". Tercero, la relación calidad/cantidad/precio de anoche vamos a dejarla en "muy justita". Y por último, no es la primera vez que voy, estuve cenando con unos amigos el sábado 5 de agosto donde tampoco puedo decir que la experiencia fuese del todo agradable, 12 personas sin ganas de repetir. Aún así considero que a todos los lugares hay que darles, al menos, una segunda oportunidad, porque además cuando ya vas con conocimiento de causa suele mejorar la experiencia. Pues ya lo siento, pero no ha sido el caso. Camareros que van y vienen sin "sentío", mucho consultar por el pinganillo pero eficiencia poquita y en cuanto a la comida nada de lo que he probado de la carta es destacable. De los postres no puedo decir nada porque no he tenido el gusto de "catarlos". No me considero una persona especialmente exquisita, una disculpa, informarnos correctamente sobre los horarios y animarnos a repetir en otra ocasión para tener una mejor experiencia nos hubiese hecho irnos con otro cuerpo, con hambre lo mismo, pero no con el mal sabor de habernos hecho sentir en todo momento incómodos y culpables de situaciones completamente ajenas a nosotros. Los chupitos (gratis o no) ya nos los tomamos en otro...

NEFASTO SERVICIO Y ATENCIÓN AL CLIENTE, PRODUCTO DE CALIDAD MEDIOCRE

Hicimos reserva en este restaurante para un 30 cumpleaños, con SEMANAS de ANTELACIÓN consultamos con ellos vía mensaje privado de Instagram si habría algún evento o concierto de música en directo previsto para el sábado 5 de abril para asegurarnos, y nos CONFIRMARON que el sábado 5 de abril habría en el servicio de cena un show "especial feria de abril". Por lo que nos decidimos a reservar.

En la reserva se da la opción de incluir peticiones, y dejamos indicado que era una ocasión especial y que nos gustaría un mesa que estuviera cerca de la zona de música en directo.

Cuando llegamos nos encontramos con la sorpresa de que no había ningún show. Al consultar con una de las camareras, nos confirma que no hay ningún evento organizado para esa noche, y lejos de disculparse y tratar de reconducir la situación, o decir que se trataba de un error o revisar el mensaje, nos dice que si nos queremos ir podemos preguntar por si hay mesa disponible al restaurante de al lado llamado "selvático". Nos quedamos en shock.

Igualmente, aunque disgustados, decidimos darle una oportunidad al restaurante por sus buenas reseñas y quedarnos a cenar ya que había buen ambiente.

La situación no mejora cuando nos asignan un mesa para 4 personas cuando la reserva era para 5.... Cambiamos de mesa, pedimos las bebidas y uno de los vasos de agua que estaban en la mesa hacía un olor espantoso, el camarero al olerlo y ver que era cierto se ofreció a cambiarlo... En cuanto a la comida, hay bastante variedad en la carta pero lo cierto es que la calidad de los productos es MEDIOCRE Y deja bastante que desear...

Con lo que haciendo un resumen objetivo de la experiencia, nunca volvería ni tampoco podría recomendarlo a nadie. La falta de profesionalidad brilla por su ausencia, si finalmente no se iba a celebrar dicho evento podrían haber tenido mínimo el gesto de avisarnos con antelación ya que veníamos a propósito de fuera de la ciudad, para celebrar y nos hubiera gustado decidir con tiempo si cambiar de plan o no.

Pd: Adjunto fotografía con prueba de la...