Apagallums Racó Gastronòmic — Restaurant in Terrassa

La comida muy buena, no así el trato recibido. Llamé para reservar y quien se puso al teléfono, un chico que no sé si es el dueño o el encargado, me dijo que no les quedaban mesas en el local, que tenía que ser en la terraza, así que le dije que me reservara la mesa y que iba a comentar con la familia si estaban de acuerdo en comer en la terraza, ya que hacía calor. Me contestó que se lo tenía que decir ya, que era la 1... Sí, claro, si mi familia no quiere comer fuera, vuelvo a llamar y anulo la mesa.. Le dije yo.. Pues bien, llegamos al local a la hora acordada y resulta que la mesa estaba a pleno sol, no tienen ni una triste sombrilla, ni un toldo, ni nada... Eso, señor mio, en mi opinión, tiene que avisarlo. Preguntamos si era posible comer dentro, a lo mejor había quedado alguna mesa libre... Y la respuesta del mismo chico del teléfono fue: "si ya os hemos dicho por teléfono que no puede ser, no puede ser..." De muy mala manera..

El camarero se esforzó para que no nos diera el sol, pero en aquella hora del día, imposible.. Así que media comida la hicimos a pleno sol y un calor horroroso. En cuanto quedó una mesa libre dentro, el camarero nos pasó a dentro. Se estaba mejor con aire acondicionado, pero la mesa era pequeña para 4 y el espacio es muy justo, da la sensación que quieren aprovechar más de la cuenta los metros del local, hasta vimos una mesa justo al lado del lavabo, que si no es ilegal, muy agradable no será comer con los olores de un lavabo...

Un detalle que tampoco me gustó es que entramos y preguntamos a la camarera por el wc y nos contestó que era sólo para clientes.. Y nosotras qué somos??? A parte del error, que no permitan usar el wc a personas que no consuman, indica lo poco empáticos que son con personas con problemas de salud que puedan necesitar un wc urgente.

Después de comer pedimos un café e indicamos expresamente que queríamos que lo hiciera el camarero, que sabemos que los hace como nos gusta. Pues bien, nos traen un café malo, que evidentemente no había hecho quien nosotros habíamos indicado.

Al final de la comida se nos dice que paguenos en la barra y que nos invitaran a chupitos. Bajamos a pagar y del chupito nada.. A los anteriores clientes a los que estaban atendiendo cuando llegamos, sí, nosotros se ve que no nos lo merecíamos..

Cuando nos dan la cuenta, resulta que por una copa de sangría nos cobran 13 euros. El camarero lo hizo como algo especial, me puso sangría en una copa de Pacharan, pero nos cobran 5 euros por una copa de Pacharan y a parte 8 por la sangría. 13 euros por una copa de sangría me parece una aberración, señor. Se tienen que ganar la vida, sí, pero eso para mi, es un abuso. Es una pena que tire Ud. por tierra de esa manera el trabajo de la persona que está en cocina. La comida es buena, pero si nos tratan así, por supuesto que no volveremos. Si la mesa está a pleno sol, Ud. tiene que avisarlo y mi dinero es tan válido como el de cualquier otr@ client@ para que me merezca chupitos, más cuando llego a la barra y estoy viendo cómo Ud. està invitando a chupitos a los anteriores clientes, alardeando de lo bien que le va el negocio.. Ud. es libre de invitar a quien quiera y yo soy libre de gastar mi dinero donde quiera y no...

Teníamos bastante ganas de probar este sitio. Es pequeñito y había bastante ruido, pero bueno. Mesas pequeñas. Pedimos las bombas, vieiras, calamarcitos, llobarro, vino blanco y pan amb tomàquet. Nos trajeron primero las bombas y las supuestas vieiras. Nos dijeron que traían una más ya que la ración era de 5 y como éramos 2 personas así tocábamos a 3. Ok. Nos la cobraron a 3€. No eran vieiras ya que el tamaño era bastante pequeño. Se lo comentamos al camarero y nos dijo que si, que son zamburiñas, que a él en la tablet se lo pone bien…Le dije que entonces deberían cambiarlo en la carta…o al menos avisar al cliente si lo pide, decirle que no son vieiras. A continuación nos trajeron el llobarro y nos comentó si queríamos pan para mojar en la salsa, a lo que le respondimos que ya lo habíamos pedido y no nos lo habían puesto xD En fin. Nos lo trajeron cuando ya habíamos comido 2 de los 4 platos. Cuando acabamos el plato el camarero nos preguntó que si todo iba bien y si estaba rico, le comentamos que si, pero que nos faltaban los calamarcitos…Nos miró con cara de sorpresa y nos dijo que no lo había apuntado…nos preguntó que si nos los traía y le comentamos que sí. Ya por último de los 2 coulant que tienen en carta pedí el relleno de chocolate blanco con helado de pistacho y me trajeron el otro jajajja La verdad que fue todo bastante cómico. Pagamos 100€ para 2 personas. Creo que no volveré. La comida estaba rica, pero el ambiente y todos los despistes del camarero no me apetece volver a vivirlos. Y menos que me den gato por liebre (zamburiñas en vez de vieiras). Será por...

No entiendo la buena puntuación de este sitio.

El chico que nos atendió tenía una actitud un poco extraña y costaba entenderlo. El servicio en general era un poco caótico. Un detalle que me hizo gracia, es que sirvieron unos platos a la mesa de al lado, que eran nuestros, los devolvieron al ascensor que sube y baja la comida, y al poco rato los subió nuestro camarero. Poca organización. También, cuando pedimos la cuenta, me dijo: “si, ahora”, y después de esperar 20 minutos en la mesa, tuvimos que bajar a pagar y, una vez allí, nos dijeron que se pagaba allí no en la mesa. Un desastre.

Pedimos varios platos para picar, y todos nos llegaron fríos. A demás, desde que lo pedimos hasta que lo trajeron paso muy poco rato… Sospechoso de que lo pudiesen haber “recalentado”.

Los platos en general caros para lo que son, no tienen sabor prácticamente. Únicamente destacar el arroz, el calamar estaba tierno, pero no me trasmitió nada.

En cuanto al espacio, el restaurante estaba bien decorado y es agradable, pero la sala de arriba es pequeña para todas las mesas que hay. En nuestra mesa, que estaba al lado de las escaleras, no cabían los platos.

Creo que en general tendrían que dar una vuelta a los platos y cuidar más el sabor y...