Si no te da tiempo a leer toda la reseña, te lo resumo en un pispás: las apariencias engañan. Comida y bebida mediocres, relación calidad-precio mala, atención poca y no muy amable. Tienen cosas que mejorar.
El sitio chulo. Al entrar las camareras ni nos miraron.
Pedimos un par de micheladas (ricas, excesiva sal en el borde, la camarera dijo que si queríamos tajín en lugar de sal hay que especificarlo, pero cuando nos tomó nota no nos preguntó al respecto aunque sí por la cerveza).
Al poco se sentó una pareja en la mesa de al lado, pidió una copa de vino y jarra de agua, les trajeron unos totopos que nosotros jamás probamos estando a un metro de distancia. Este tipo de detalles sesgan la percepción de una comida desde el principio, ¡tenedlo en cuenta, chicas!
Mientras pedíamos a la camarera jovencita, nos interrumpió abruptamente: «Es mucho». Llevaba razón con las cantidades, pero sus formas dejaban mucho que desear. Tras preguntarle si habíamos elegido bien (dijo que sí a todo), pedimos dos entrantes: quesabirria, flautas de pollo (ojo, el plato más vendido), y tacos de cochinita. La otra camarera vino al poco a tomarnos nota también, y aprovechamos para preguntarle si le parecía bien nuestra comanda, nos dijo que sí a todo. Palante.
No somos impacientes con los tiempos pero se nos hizo un poco larga la espera sobre todo por el detalle del aperitivo inexistente. La dificultad de elaboración de los platos no es para tanto y el sitio tampoco estaba hasta los topes.
Llegaron las quesadillas de birria (18 lereles 4 quesadillas). La birria es un plato de carne deshilachada que se suele servir con caldo; caldo que en este caso hizo que no fuera, como su propio nombre indica, una birria de plato. Correctas con el caldo y toque de lima, nos faltó intensidad en la carne.
Después, los tacos (13€ 4 tacos). Nos trajeron una cazuelita con la cochinita y en un saquito las tortillas calientes. Bien. Ricos y jugosos.
Para terminar (el orden de salida no lo entendemos todavía) las flautas de pollo (15€ muy mal invertidos). Sosas y secas hasta el punto de que comértelas sin mojar en algo es casi arriesgado. Menos mal que están en todo y las sirven con lechuga y queso picados por encima y un cuenco de salsa intrascendente, que ya podía haber sido el caldo de birria o el de la cochinita, o crema agria, por ejemplo.
También pedimos margaritas porque vimos una historia en Instagram que habían subido el mismo día (miércoles 15 de mayo) en la que ponía: 2x1 en margaritas ¡Todos los miércoles!
Las primeras estaban ricas, buenas medidas, pero el frío y el granizado no duró ni un minuto. Con la segunda le pedimos por favor que estuviera más fría y la camarera le echó un cubito de hielo a la copa. Pues vale.
De postre tarta tres leches, excesivamente dulce para mi gusto. Bizcocho granuloso, coronado con dulce de leche y merengue que queman con el soplete en la mesa, supongo que para darle un poco de gracia al asunto. La única «gracia» fue a la camarera se le apagaba constantemente el soplete, cosa que quizás en otro momento sí habría tenido gracia, pero sumado a toda la experiencia sólo nos resultó algo exasperante.
El colofón llegó con la cuenta.
Dos entrantes básicos, cuatro tacos que te tienes que montar tú mismo, un bizcocho y las bebidas ¡¡99 euros!!
No nos podíamos creer que fuéramos a apoquinar 50€ por barba por una experiencia tan insustancial.
Al revisar la cuenta vemos 32€ en margaritas, y le digo amablemente a la camarera joven que hay 2x1 los miércoles, y me contesta: «No, hoy es festivo». Le enseño la historia en Instagram y digo: «Pues que lo especifique o no la subáis un miércoles festivo poniendo “Todos los miércoles”». Se ha ido a hablar con la responsable y ha vuelto diciendo que vale, que no nos las iba a cobrar, que nos quitaba 8€. Le decimos que son 16.
Menos mal que sólo quedó en 83€ la velada…
Ahora entendemos las caras largas de la pareja que estaba tomando el postre en la mesa de al lado al poco de llegar nosotros y que se fue sin decir ni...
Read moreUn nuevo concepto en Torrelodones!!! Sabéis que soy un auténtico fan de esta zona del norte de Madrid, llena de vida, locales y restaurantes. Pero faltaba algo...un mexicano! Ayer cené en este recién estrenado concepto y aquí va mi experiencia. Una vez que llegas a los bajos del pequeño cc de la calle Jesusa Lara, una luz te llama la atención y es que su terraza cubierta está llena de detalles, guirnaldas, plantas, madera y una decoración con muchísima personalidad. Me ALUCINÓ que tengan su propia máquina de hacer tortillas! Si, podéis verla como parte de la decoración en su cocina abierta al lado de un mural de cuadros que cuenta la historia de Pancho Villa, todo muy original! Vamos a por la comida...el guacamole en mocajete está impresionante sobretodo con sus totopos caseros (recordar que sus tortillas son home-made), pedimos también los dos tipos de nachos y los de salsa de queso y chilli. Todas las “botanas”, entrantes, están muy trabajadas y con toque casero solo podría apuntar que la cantidad de topping (pollo, carnitas etc...) era bastante escasa, pero no dejaban de estar muy buenos. De principal, pedimos prácticamente TODOS los tacos 🌮 y más o menos tengo la misma sensación. Un sabor impresionantemente AUTÉNTICO, pico de gallo fresco, tortillas caseras...que más se puede pedir?? Pues probar lo de costilla!! Menuda pasada, más de 12 horas cocinando para lograr que el hueso 🦴 se separe literalmente con una cuchara! Y si, también las comes en tacos! Solo podría decir de manera objetiva que quizás añadir unos pequeños cuencos con “toppings” extra como más pico de gallo, queso sería brutal! Por último los postres...tarta de queso...la mejor que he probado en Torrelodones, creps con dulce de leche y lingote de chocolate y chilli 🌶 Lo que sin duda marca la diferencia es su personal, atento, humano, cercano y con muchas ganas de dar a conocer su nueva “casa”. Mención especial por mi parte a su encargada que fue quien me explicó la historia del sitio, la máquina de tortillas y nos recomendó gran parte de la carta. Gracias equipo! Nos...
Read moreAnoche tuve ocasión de cenar en este local de comida mexicana, y debo decir que fue todo un acierto. Los nueve comensales salimos del restaurante muy satisfechos con la calidad de la comida, el ambiente y sobre todo el servicio, que fue espectacular.
Nos atendió la mayor parte de la velada Jose, a quien le agradezco lo atento que estuvo durante toda la cena así como lo simpático que fue con nosotros en todo momento. Se esforzó por dar un servicio de calidad, cercano y dinámico que contribuyó mucho a que la cena fuese memorable. También nos atendieron en determinados momentos otras personas; en concreto, la mujer joven que mezcla los cócteles y otro joven que atendía la sala. Ambos fueron tan agradables como Jose.
En cuanto a los platos, estaban todos muy sabrosos, y además el personal nos explicó al detalle qué ingredientes llevaba cada uno e hizo recomendaciones muy acertadas. Aprecié que Jose nos orientase respecto a las cantidades a medida que pedíamos platos, dado que nos ayudó a estimar cuántas cosas pedir para no quedar con hambre pero que tampoco sobrase comida. Las estrellas de la noche fueron los nachos "las 75 mujeres de Pancho" y los tacos "Al Pastor", que están deliciosos y son perfectos para compartir. Pedimos como postre una tarta de queso y una de elote, así como crepas de cajeta, y además de tener una presentación exquisita no decepcionaron en cuanto al sabor o la cantidad.
Solo me queda agradecer una vez más al personal su atención, así como al personal de cocina su talento a los fogones, porque fue una velada increíble gracias al esfuerzo de todos ellos....
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