Meson Haraicel — Restaurant in Trevélez

Hemos ido este finde a pasarlo allí, este restaurante nos lo recomendó la dueña del alojamiento que hemos estado.

Pues bien, menudo descubrimiento, el lugar es muy privilegiado, las vistas son preciosas, estuvimos comiendo ambos días en la terraza con nuestro perro, una maravilla.

Es un negocio familiar, lo llevan dos hermanos Paco y Montse, encantadores, con derroche de simpatía, y sus dos hijos y la camarera, servicio de 10, son súper atentos, agradables, rápidos y te puedes guiar por sus recomendaciones, dan muchísima confianza.

La pluma a la brasa de vicio, solomillo con salsa de pistachos exquisito, las croquetas de boletus caseras de chuparse los dedos, patatas a lo pobre con jamón y huevos muy sabrosas. No dejéis de pedir la ensalada que es muy variada, con frutos secos, queso y fruta, está riquísima. Esto es lo que pedimos, pero todos los platos que pasaban tenían pintaza, además son abundantes y se nota que están hechos con mucho cariño y esmero.

Ya tenéis unos clientes asiduos cada vez que vayamos, y por supuesto que os vamos a recomendar a todo el que vaya. Enhorabuena por un negocio con tantos años y tan bien llevado, felicidades,...

Sitio pensado para cazar al turista. Precios caros para lo que ofrecen. La materia prima no es mala pero las salsas son malas y las elaboraciones de muy baja calidad. El servicio es amable dentro de unos límites y no hay que hacer caso a su recomendación de vino. Recomiendan el vino 4V de la zona, y es un vino solo apto para tomar con mucha gaseosa. Es muy malo para tomar solo. La ensalada es una mezcla de todo, lechuga, remolacha, tomate queso feta, kiwi y melón. Mejor pedir otro entrante. El gazpacho parece sacado de un tetrabrik de Don Simon, naranja, líquido, en resumen yo no lo recomiendo. El chuletón treveleño es un trozo de cerdo con la costilla y la panceta, que salva el plato por la calidad de la materia prima. La mousse de limón tampoco hay que pedirla, es un yogur agrio con saborizante de limón. El flan de higo no merece la pena. El helado de higo en cambio si merece la pena. Precio medio de 23 € tomando ensalada al centro de primero y un segundo, con 5 postres para 9 personas, bebiendo agua y una botella fé vino que ha quedado sin terminar, y 4 cafés. En resumen, no lo recomendaré más que a la gente que me caiga mal y a la que quiera...

Si buscas una experiencia gastronómica auténtica en la Alpujarra, no puedes perderte este restaurante en Trevélez. Desde el momento en que entras, te envuelve un ambiente acogedor que refleja la calidez de la tradición andaluza.

Uno de sus platos estrella, el codillo, es simplemente espectacular. La forma en que lo preparan respeta las recetas tradicionales, pero con un toque moderno que lo eleva a otro nivel. La carne es tierna y jugosa, y cada bocado te transporta a la esencia de la cocina de la zona.

Además, la calidad de los productos utilizados es de primera, lo que se nota en cada plato. Y lo mejor de todo: los precios son más que adecuados, lo que hace que cada comida sea una verdadera ganga para la calidad que ofrecen.

El trato del personal es excepcional; siempre amables y dispuestos a hacer que tu experiencia sea inolvidable. Sin duda, este lugar se ha ganado un lugar especial en mi corazón y en mi paladar. ¡No dejes de...