Restaurante Chirón — Restaurant in Valdemoro

Thanks to the patience and perseverance of a friend, we were able to secure a rare executive lunch menu reservation at Restaurante Chiron. With the allure of a 1-star Michelin rating and the attractive price of merely 39 euros for the entire lunch, I approached the meal with much anticipation.

The exterior of the restaurant is quite plain - so much so that you could walk right past the simple white doors without noticing. The interior design follows a minimalist aesthetic, but the atmosphere proves nice and quiet, creating an intimate dining environment appropriate for fine dining.

The service staff were all top-notch, bilingual in Spanish and English, attentive, and friendly throughout the meal. Their professionalism matched the Michelin standard and enhanced the overall experience significantly.

The meal began with mixed results: the croquette of ham and cheese was decent but not notable, while the fish skin crisps were delicious and paired beautifully with olive oil. The raspberry butter proved quite interesting, and the bread was notably fresh - small touches that showed attention to quality.

The fish course was decent, though somewhat bland in flavour for a Michelin-starred preparation. The steak entrecôte proved problematic, arriving too raw for our liking and feeling more like steak tartare than properly cooked entrecôte - a significant execution issue for a premium cut.

The traditional Madrid-style callos (beef tripe stew) was disappointingly oversalted - just too damn salty that I barely managed to finish it, relying heavily on bread to cut through the excessive sodium. This represented a fundamental seasoning failure.

The dessert course redeemed the meal somewhat: the coconut panna cotta was delicious according to my dining companions, while the Manchego mini cheesecake proved very good with creative local ingredient integration.

All in all, I am not sure I would have awarded Chiron a 1-star Michelin rating; perhaps I am simply not their target audience. At best, it merits a solid 4 stars, with the value for money significantly carrying the rating. However, considering how FAR it is from Madrid (farther away than Getafe) and the actual tastes of the food with their execution issues, it's not worth the trip in my...

Probamos el menú ejecutivo, un buen menú del día en un sitio con estrella Michelin por un precio contenido. No obstante tiene algunos peros.

Los entrantes son buenos, unas croquetas de jamón que se deshacen en la boca, muy ligeras y líquidas, sorprenden pero quizá demasiado líquida para ser una croqueta. Aún con todo muy buen sabor y buena croqueta. Otro entrante es una aceituna rellena de gelatina de vermú, sorprenden y están muy buenas, y el tercero unos pimientos del padrón, sin más, fritos, muy buenos pero con nada que sorprenda más allá de los que puedes encontrar en cualquier lugar.

Tras ello proponen una degustación de aceites con un pan. El pan es candeal, y creo que iría mejor uno de pueblo pues tiene mayor capacidad de absorción para el aceite, quizá acompañar con un poquito de sal también estaría bien para realzar el sabor del aceite en aquellos más suaves.

Continúa el menú con un yogur de morcilla templado, con un puré de patatas sobre la "mousse" de morcilla. Un muy buen plato, no hay mucho que decir sobre ello, buena ejecución, sorprende y buen sabor.

Se sigue con un plato de migas, gachas y huevo. Muy bueno, le ponen un boquerón que a mí opinión no es necesario, el plato de migas es de lo mejor del menú, calentito y de sabor suave pero intenso, el huevo excelente con una yema muy naranja e intensa.

Primer plato de pescado, un potaje con bacalao, sabor rico, presentación buena. Poco más que decir, se sirve en la mesa el potaje desde el puchero.

Como extra puedes elegir el arroz con vieira, recomendable, sabor intenso y textura muy buena. El sabor es a mar, de pescado, lo cual es lo esperado con la vieira. Nada que reseñar más allá de su buena presentación e intenso sabor.

A continuación un entrecote ahumado, con salsa de carne y mostaza. Aquí la verdad que se torció el menú que llevaba buen ritmo. La cantidad de carne es realmente escasa, dos bocados, estaba fría y echó a perder lo que podría haber sido un buen plato. Lo presentan en la caja de humo y parece que viene prácticamente ardiendo por el humo, pero realmente es solo el sabor y nada que ver con la temperatura.

Con el plato de carne se cierra el menú y se a los postres que nuevamente sorprende, aunque esta vez para mal. Hay dos postres, el primero de ellos es un flan, simple, sin florituras o aderezos, un flan. Muy cremoso y bueno de sabor, pero no deja de ser algo que se come en el día a día e incluso se puede hacer en casa.

De segundo postre unas gelatinas de frambuesa, un petit fours de almendras que dejaba que desear porque estaba duro por fuera y no muy jugoso dentro, y en tercer lugar unas trufas, muy buenas estás si.

Si se añade café son 3€ más cada café lo que tiene buen precio para el lugar, aunque el café no es de los mejores que podrás tomar.

El precio total son 29.9 + 10 por el arroz, lo que hace que el menú con dos copas de vino y agua a demanda salga por 39.9 + 3 del café.

La atención de todos los miembros del staff es excelente y combinan cordialidad, buena atención y cercanía al cliente al mismo tiempo.

Es un lugar al que se debe ir a probar un menú de un lugar estrella Michelin a precio muy contenido y sabiendo que no es el clásico menú largo de estos restaurantes y por ello quizá estos defectos comentados que hacen que no se pueda dar 5 estrellas...

La única nota positiva ha sido la profesionalidad del camarero Rubén lo demás ha sido un fracaso total. Empiezo diciendo que he comido en varios restaurantes con estrellas Michelin y nunca había tenido una experiencia tan nefasta. Lo que hemos comido (para decir comido porque en realidad hemos intentado comer) ha sido un paté de no se que sin sabor. Las croquetas de jamón que han dicho que estaban sabrosa sabían solo de bechamel y queso, sabor de jamón no tenían. Nos traen después lo que han llamado el plato estrella del restaurante: Yogur de morcilla. La crema blanca que estaba arriba era algo insípida y la morcilla de verdad fatal como sabor. Olía a comida de gato. Claramente hemos probado una punta de cuchara y hemos dejado todo. Después nos traen pan con 3 aceites diferentes, que para ellos contaba como unos de los platos. El aceite no estaba mal pero tampoco era excepcional y el pan frío 3 media lonchitas de pan de 3 tipos diferentes repito frío que parecía sacado de la nevera. Le doy un consejo si lo hacen tostadito es más comible. Entonces también el pan es otra cosa que hemos dejado. Siguen con una flor de calabacín frita rellena con una crema de bacalao. La flor estaba totalmente empapada de aceite y tenía una salsa de pimientos rojos pegada por abajo que era algo asquerosa. Hemos decidido irnos porque éramos 4 personas y los 4 pensábamos lo mismo. Hemos comunicado la voluntad de irnos pagando lo que habían llevado a la mesa no obstante no habíamos comido casi nada de lo que llevaron y nos contestaron que como ellos habían hecho la compra para los 4 menús si queríamos irnos tendríamos que abonarlo igualmente. Yo personalmente después de haber probado un trocito pequeño de esta flor de calabacín tenía el estómago reventado. Decimos que no nos había gustado nada y que no estábamos a gusto pero ellos insistían. Me he sentido como presa en una cárcel y si quieres salir hay que pagar. Al final después que el camarero ha hablado más de una vez con los jefes nos comunica que si queremos irnos tenemos que pagar si o si 2 de los menús porque si no a ellos no le sale rentable y que a cambio como claramente faltaban varios platos ellos nos ponían para llevar lo que faltaba de los 2 menús. Claramente nosotros para irnos tuvimos que aceptar y al final los restantes platos del menú no lo pusieron todos pero tampoco me importa mucho porque dejamos todo cerca de un cajón de basura. Antes de tirarlo miré las porciones ridículas de verdad. Y este fue el primer día de vacaciones en Madrid un auténtico fracaso. Entramos tan ilusionado y nos hicimos también bastante kilómetros desde el hotel hasta el restaurante porqué estaba como a media hora de coche y salimos super decepcionados y angustiados con tan disgusto que nos fuimos directamente al hotel sin ir a comer a ningún otro sitio porque para la mala experiencia se nos había cerrado completamente el estómago. Me pregunto quién es que dio a este cocinero la estrella Michelin porque para mí les faltan...