El Portón Benimaclet — Restaurant in Valencia

Un trésor caché à l’écart des sentiers battus.

Il y a des lieux qui ne ressemblent à aucun autre. El Portón Benimaclet, niché au cœur du quartier de Benimaclet, n’est pas seulement un restaurant : c’est une expérience profondément humaine 🧡.

Ici, on ne vient pas seulement pour manger — on vient pour ressentir l’âme d’un "village", toujours vibrant, au milieu de la grande ville qu’est Valence 🏙️. On est loin des circuits touristiques habituels, et c’est justement ce qui rend l’instant si rare, si précieux ✨.

José, le patron, est de ces hôtes que l’on n’oublie pas. Attentionné, passionné, il partage bien plus que des plats : il partage un esprit de quartier, une tradition, une chaleur authentique 🫶. Chaque plat servi est un morceau de vérité, de simplicité, d’Espagne telle qu’on l’imagine dans ses plus belles nuances 🇪🇸 — loin, très loin des attrape-touristes du centre.

Et alors la question se pose : Faut-il vraiment parler de ce lieu ? Le garder pour soi comme un secret jalousement protégé ? 🤫 Ou bien le partager, au risque qu’il perde un peu de cette magie confidentielle ?

Je choisis d’en parler, avec pudeur mais conviction. Parce que des lieux comme El Portón Benimaclet méritent d’être découverts par ceux qui cherchent l’authentique, l’humain, l’intime. Pas pour faire du bruit, mais pour prolonger la vie de ce genre d’endroits — ceux qui donnent du sens à un voyage 🌍.

Et puis il y a cette phrase, dite tout naturellement par José en me raccompagnant : « Aquí estás en tu casa. » Quand on parle à peine quelques mots d’espagnol et qu’on entend cela, on se sent accueilli, accepté, comme un membre de cette communauté chaleureuse qu’est Benimaclet. Et ça, c’est inoubliable. 🙏

Un tesoro escondido fuera de las rutas turísticas 🌿

Hay lugares que no se parecen a ningún otro. El Portón, en pleno corazón del barrio de Benimaclet, no es solo un restaurante: es una experiencia profundamente humana 🧡.

Aquí no se viene solo a comer — se viene a sentir el alma de un antiguo pueblo, todavía vivo, dentro de la gran ciudad que es Valencia 🏙️. Estamos lejos de los circuitos turísticos habituales, y eso es precisamente lo que hace que el momento sea tan raro, tan valioso ✨.

José, el dueño, es de esos anfitriones que no se olvidan. Atento, apasionado, comparte mucho más que platos: comparte un espíritu de barrio, una tradición, una cercanía auténtica 🫶. Cada plato que sirve es un pedazo de verdad, de sencillez, de esa España que uno imagina en sus mejores versiones 🇪🇸 — muy, muy lejos de las trampas para turistas del centro.

Y entonces te preguntas: ¿Hay que hablar de este lugar? ¿Guardárselo como un secreto bien protegido? 🤫 ¿O compartirlo, aunque pierda un poco de esa magia confidencial?

Elijo hablar de él, con respeto y convicción. Porque lugares como El Portón Benimaclet merecen ser descubiertos por quienes buscan lo auténtico, lo humano, lo íntimo. No para hacerlo famoso, sino para dar continuidad a este tipo de espacios — los que dan sentido a un viaje 🌍.

Y luego está esa frase, dicha con total naturalidad por José al despedirse: «Aquí estás en tu casa.» Cuando apenas hablas unas palabras en español y escuchas eso, te sientes acogido, aceptado, como parte de esta comunidad cálida que es Benimaclet. Y eso, no se...

Ayer nos fuimos muy contentas de este restaurante. A priori no tiene ninguna opción vegana, pero yo le pedí al camarero si podía adaptarme un plato. Entró en la cocina, salió y dijo que sí. Cuando nos tomó todo el pedido, al poco rato salió el cocinero preguntando: "¿Habéis pedido una coca sólo de pisto, sin el huevo?"; y le explicamos que soy vegana. Pues el hombre no estaba contento con que comiera sólo ese plato (todo lo demás que pidieron mis acompañantes llevaba algo de algún animal), y me propuso ponerme un plato de pisto por un lado y hacerme una coca con una emulsión de alcachofa con cebolla y rúcula por encima. ¡Estaba buenísima!, y creo que tanto esta coca como una coca de pisto sin el huevo podrían estar permanentemente en la carta. Yo, sin duda, pienso volver porque nos trató fabulosamente a toda la mesa y el trato de atención que me dio fue estupendo. Otra veces, en otros locales, sólo me han dado ensalada y bravas... Vamos, si eres vegana y tu grupo quiere ir allí, ve sin problemas porque te apañarán algo riquísimo seguro. Otra cosa que me gustó es que procura que el producto sea de proximidad, es decir, de la...

No he ido a comer y no dudo de que la comida seguro esté buena, pero soy vecina de este restaurante y es que no hay dueño al que le importe menos sus vecinos que el de este. Días con clientes hasta las dos de la mañana gritando como hienas y él charlando con ellos. Recogiendo la terraza arrastrando las cuatro sillas y mesas que tienen como si pesaran una tonelada. Subiendo y bajando la persiana como 6 veces a las 2, 3, o incluso 5 de la mañana. Si viviera arriba de un pub/discoteca pues me lo lo trago y me aguanto, pero es que es un restaurante que según google cierra 23:30 y que la licencia de restaurante/bar le permite tener gente hasta la 1 (1:30 en verano) de la mañana como mucho. Si esto fuera los fines de semana nada más pos bueno, pero es que esto es cualquier día de la semana. Si me estoy quejando yo que también soy hostelera y me voy a intentar dormir a las 3am, no quiero saber como lo sufre la gente que se tiene que levantar a las 8 de la mañana y este lugar está y bajando la maldita persiana 15 veces cada noche de la semana. Solo pedimos un poco de consideración con los...