La Fundición — Restaurant in Valladolid

Me habían hablado mucho de La Fundición, llevaba abierto desde antes de la pandemia pero nunca coincidí para ir. Cuando entras al local, desde la calle. No te das cuenta de lo grande que es, yo creo que puede ser el restaurante más grande de Valladolid y tal vez de Castilla y león El pasillo hasta que accedes es muy ancho, tienen un Chikipark que parece bastante grande y luego desde la zona de mesas hay una cristalera para verlo. También se puede ver desde una cristalera la cocina, y la parrilla que tienen. Sorprende la cantidad de gente trabajando. Al entrar te encuentras la zona de copas, tipo discoteca en la que hay un escenario que supongo habrá actuaciones, luego una barra de bar, con al menos 20 grifos de cervezas y después la zona de mesas para comer. Todo en dimensiones gigantes.

Lo que más me gustó fue la anchura de las mesas. No son las típicas enanas que puedes si apoyar los brazos, y la distancia entre las mesas, en pocos restaurantes he visto esa distancia con la mesa de al lado que es de agradecer. Disponen de pantallas enormes para ver el fútbol.

La comida la verdad que nos gustó mucho su sabor, las croquetas. Probamos los dos sabores que tenían y estaban buenas, y bien fritas. La ensalada se pasaron un poco con la vinagre. Después de principal, dos hamburguesas que nos sorprendió por su sabor, en su punto y un contraste con la cebolla caramelizada que era delicioso. Las salsas de las patatas eran especiales, la salsa barbacoa tenia tomillo, que nunca había probado la mezcla y la verdad que muy top 🔝

Del postre, la tarta de queso muy buena, aunque nos gustó mucho más el helado de vainilla que te ponen encima. Estaba tremendo

El servicio, para ser el local con unas dimensiones tan grandes es perfecto, camareros siempre atentos, bien coordinados entre ellos. Se nota cuando hay una buena coordinación y gestión.

Después en la zona de copas puedes terminar la noche tomando un cóctel con buena música.

Sinceramente, es un local que me ha gustado mucho, repetiré, y cuando vengan visitas a Valladolid eligiré, al ser grande, con buen servicio y sorprendente.

Bastante Top

Lo único que cambiaría es bajar un punto la música en la zona de...

El local está chulo, pero no con eso se hace todo.. Tras acudir a este “restaurante” por 4 vez, he decidido no acudir MÁS!! La primera vez que acudí, pedí: las croquetas, el tartar de solomillo (delicioso), la parrillada de verduras y una chuleta a compartir. Me fui del lugar bastante satisfecha, pero después de esta primera visita tanto el servicio como calidad de los productos han ido de mal en peor, llegando a tardar 2:30h en cenar, más de 45 min esperando a que simplemente te tomen nota de la bebida, confusiones al traer los platos, olvidos de pedidos... etc Os voy a contar la última visita, que ha sido este miércoles llegamos al local a eso de las 10 de la noche, cenamos en la parte de la terraza, en todo el local había 4 mesas cenando (contando con nosotros) y 2 de ellas ya estaban terminado, un total de 2 camareros con “quiquis” y dos camareras, estaban entre ellos más preocupados de entretenerse que de servir y preguntar a las mesas. La comida no tiene nada que ver con la que probé al principio, las últimas chuletas que he comido allí estaban llenas de nervios, lo cual te deja bastante claro que la calidad que te venden no es la misma que te sirven en el plato. Nada más salir del local estuve con dolor de estómago y revuelta. No entiendo como es posible que solo con 2 mesas cenando al mismo tiempo, se les olvide traer una botella de agua que pedimos a mayores y después estuvimos esperando más de 20 min a que nos trajeran la cuenta, cosa que jamas llegó a ocurrir, lo cual me llevo a sumar el precio de lo que habíamos consumido y dejando el dinero sobre la mesa pillado con una copa para que no se volase, al pasar por la zona de barra y ver que los 4 estaban a por uvas me di cuenta de que podía haberme ahorrado el dinero, porque dos de ellos se despidieron. Trabajo en hostelería y lo que he ido viendo es que los camareros son unos incompetentes, sin interés por los clientes, e inútiles que no tienen ni idea de lo que sirven. Dejo fotos de mi primera visita; una chuleta y el steak tartar de...

Nos habían hablado bastante de este lugar y decidimos probarlo en una cena para 12. • Servicio: los camareros y todo el equipo eran súper amables y simpáticos en todo momento. Sirvieron muy rápido a pesar de ser tantos. • Ambiente: sitio muy amplio. Creo que es ideal para familias con peques ya que pueden dejarles en el parque de bolas. También tienen una zona un poco chill out para tomar copas. • Comida: en general todo muy rico y raciones generosas. En cuanto al precio, es un poco carete pero no te quedas con hambre. Pedimos los siguientes platos: Huevos rotos con jamón / huevos rotos trufados con cecina: estaban ambos muy buenos. Las patatas son caseras pero estaban cortadas con un tamaño extremadamente grande y un poco sosas. Los que iban trufados tenían un ligero sabor a trufa ya que es un aceite trufado, no lleva trufa como tal. Risotto de Gorgonzola y boletus deshidratados: estaba brutal, súper bueno. Había una seta muy grande que no nos gustó demasiado. La cantidad era abundante. Ravioli de ricotta y espinacas: la salsa de tomate estaba buenísima. Plato demasiado caro para venir 4 raviolis contados. Hamburguesa de vaca a la parrilla: buena y acompañada de patatas fritas naturales. La salsa de las patatas estaba muy rica, no era la típica salsa de bote y se agradece. Secreto de cerdo a la parrilla: increíble. El punto de la carne perfecto, tenía un saborcito a parrilla buenísimo. La pega son las patatas que eran gigantes y sosas. Yo lo pediría con verduras la próxima vez. Tarta de queso: muy buena, con un helado de vainilla que la hace más ligera y la racion era grande. Coulant de choco blanco: a mi personalmente no me gustó, tenía excesivo sabor a masa cruda.

En resumen: volveremos a probar más platos. Para darte un capricho o una cena / comida de familia creo que...