El Claustro — Restaurant in Vejer de la Frontera

Location is excellent. A big garden with impressive decorations. and a good feel to it as you walk in. Nice place to relax but stressful service and more expensive than what we had expected. We paid 125 euros for the four of us, which included, 3 starters, 4 beers, and 4 main dishes .

However, the service was appallingly bad, it was slow, slow, and slow again. I could understand the slow service if the place was packed but it wasn't, it was only half full.

There were four of us eating and though we were served drinks within 10 minutes of sitting at our table we then had to wait for the waitress to bring the menu, then wait again for her to take our order, and then wait more than 30 minutes for the starters to turn up despite asking (twice) when our food would arrive.

When the food turned up it was in dribs and drabs, they forgot one dish, which we had to ask for twice.

There was not much choice on the menu, it was fairly limited and hardly anything for vegetarians, and even less for vegans. They did server a plate of chips as a side order which meant that our vegan could at least eat something.

This place would probably work better as a place to go and havbe a drink, but sadly, I can not recommend this place as somewhere to go for a mea at night.

Despite having a great setting and a good atmosphere when you walk in, the service was just too bad and though the food was OK, it was expensive...

Buscábamos un sitio donde cenar en Vejer que no fuera el típico restaurante/bar de raciones a reventar y paseando por las calles interiores de Vejer se nos apareció esta maravilla de restaurante-jardín.

Era un jueves noche y pudimos cenar sin reserva, eso sí lo hicimos aceptando una mesa alta con unos taburetes no del todo cómodos para cenar. Imaginamos que cenar un fin de semana sin reserva será tarea imposible.

El sitio es precioso, la decoración esta muy cuidada y el personal es joven, muy educado y atento.

Pedimos varios platos a compartir:

Croquetas variadas: caseras y muy ricas, las de jamón estaban para chuparse los dedos. Canelón de Rabo de Toro: sin duda nos maravilló, además no es uno si no tres deliciosos canelones rellenos de un jugoso rabo de toro exquisito. Si les gusta el rabo de toro, pídanlo que se van a relamer durante un buen rato. Carpaccio de Secreto Ibérico: quizá fue porque al pedir un carpaccio esperábamos carne mucho más fina, pero no nos terminó de convencer. Aún así la calidad de la materia prima se notaba que era de primera. Brownie de chocolate: casero y con el sabor que se espera de un auténtico brownie. Solo para los más chocolateros (como yo).

Cena para 2 personas con bebidas y pan que no llegó a los 50€, un precio más que razonable.

Sin duda fue una gran elección y repetiremos cuando volvamos por Vejer. Seguro que en la próxima visita ya estarán en los primeros puestos de...

El espacio espectacular, tanto su terraza para cenar como su mirador para tomar una copa. La comida rica con raciones un poco escasas a mi parecer pero el servicio se merece un suspenso en mi caso. Teníamos turno a las 22.30h, se supone que es el segundo turno. Nos sentaron a las 22.50h y se olvidaron de nuestra mesa, tal cual. Eran las 23.10h cuando después de observar la obsesión de todas las camareras por limpiar las mesas y sentar a la gente en el segundo turno y ver que se estaban atendiendo mesas sin orden ni concierto advertí de la circunstancia a una camarera, tras intentarlo varias veces. Es verdad que la camarera se disculpó y puso remedio rápido para servir cosa que es de agradecer. Si a esto le sumamos que la noche refrescó, que nos pusieron en una mesa justo en el pasillo de salida al mirador con todo el tiro de aire que pegaba, resultó por mala suerte una experiencia en su conjunto no muy agradable. Quiero pensar que por la calidad de su comida y de sus instalaciones fue algo puntual pero la realidad fue esta. Ojalá tomen las medidas oportunas para evitar que pase. Un error lo puede tener cualquiera pero olvidarte una mesa creo que es muy grave y entenderán que los comensales de la...