La Vinográfica — Restaurant in Vejer de la Frontera

We have been there at the Candle Night event in Vejer and had luck getting a table. The best at the restaurant is by far the staff. Because the event not only the city was packed, the restaurant too. A stressful day for the staff but they were always smiling and helpful. At least two of them speak good English.

The food was good but, especially for the price, not very special. 14 Euro for a burger and 14.50 Euro for the small Almadra plate is "ambitious".

What I really hate is when restaurants don't have a menu on paper and I need to scan a QR code to read the menu. The battery of my wife's phone was low, so we had to use my phone together, scroll up and down and when my wife finished her search I forgot what I wanted and where to find. A real menu is so much more convenient...

Una joya gastronómica en el corazón de Vejer: La Vinográfica, excelencia sin artificios

Hay lugares que uno recuerda por una comida, otros por el servicio… y luego está La Vinográfica, donde todo confluye con una naturalidad y una elegancia que te hacen querer volver antes incluso de irte.

🍷 El trato del personal es impecable. Cercanos, atentos sin agobiar, con un conocimiento real del producto y del vino, que se agradece enormemente. Te hacen sentir como en casa, pero sin perder ni un ápice de profesionalidad. Una atención humana y cuidada, difícil de encontrar incluso en locales de renombre.

🍽️ La cocina es puro gusto y técnica bien entendida. Platos elaborados con sensibilidad, respeto al producto y una ejecución que deja claro que aquí se cocina con cabeza y con alma. Cada bocado demuestra que la materia prima es de primera, y que hay alguien en cocina que entiende el sabor y sabe contarlo en el plato.

🥩🍤 Ya sea un tartar perfectamente equilibrado, unas croquetas con bechamel sedosa y potente, o cualquier producto de temporada reinterpretado con estilo, todo destila autenticidad y coherencia. Cada plato es una experiencia sin pretensiones, pero con mucho fondo.

🍷 La selección de vinos es otro de sus grandes puntos fuertes. Bien pensada, bien explicada, con referencias que acompañan y elevan la comida sin eclipsarla. Aquí no te colocan lo típico: te recomiendan con criterio, y aciertan.

🌿 El local tiene encanto, está cuidado con mimo y respira ese aire sereno que convierte una comida en un momento.

📍 En definitiva, La Vinográfica no es solo un sitio donde comer bien; es un lugar donde se entiende lo que significa la hospitalidad y el oficio de cocinar. Es de esos pocos sitios que uno recomienda sin miedo porque sabes que van a estar...

Nos recomendaron este lugar que pretendía cumplir unas altas expectativas.

La atención al principio muy bien pero fue algo que se desvaneció a lo largo de la noche.

Es un concepto distinto de restaurante en relación a lo que se puede encontrar en Vejer. Lugar con vinos con etiqueta exclusiva y que ofrece una amplia variedad. Decoración bohemia que simula ambiente bibliotecario y que envuelve.

Comenzamos la noche con una ensaladilla de chipirones en su tinta con crema de espinacas que no nos sorprendió, nada reseñable, no lo volvería a pedir.

Gambones en salsa agripicante que fue una recomendación del personal de la Vinográfica y que no podríamos decir nada destacable, no es algo que pediría nuevamente.

Atún pibil con huevo poché en torta de Inés Rosales, plato original con mezcla de sabores interesantes.

Por recomendación pedimos para finalizar el abanico de cerdo ibérico macerado en kimchi con chutney de albaricoque y patatas que nos decepcionó porque no iba más allá de un solomillo hecho en casa, pero al final son cuestiones de gusto pero, desde luego, no lo volvería a pedir porque no me aportó nada nuevo más allá de saciar el apetito.

En cuanto al postre no puedo decir nada porque nunca vinieron a preguntar por el, el personal a la hora del postre estaba a lo suyo, a sus anécdotas diarias y nunca llegué a pedir la tarta de queso Payoyo, que era la que me había llamado la atención.

Tampoco nos trajeron la cuenta, tuvimos que ir nosotros a pagar porque nadie, en 30 minutos, mantuvo contacto visual con nosotros para nada, así que nos levantamos y nos acercamos a la barra para...