Las vistas preciosas y el personal muy maleducado. Parece mentira que un local cuyas vistas y entorno son idílicas para tomarse una consumición y disfrutarla quede ensombrecido por la mala profesionalidad y lo desagradable del trato por parte del personal de servicio que se supone que ha superado algún tipo de prueba mínima de atención al cliente.
Como ejemplo de lo suscrito lo ocurrido este domingo 22 de junio, por la tarde, cuando una vez sentados en el lugar y la posición indicada por personal del local y tras un buen rato disfrutando de nuestra consumición nos indican de muy malas formas que nuestra posición molesta al paso de los camareros siendo esta posición la misma y la indicada al llegar al local, sugiriendo que nos apretásemos contra la barandilla para que ellas pudieran pasar con comodidad. Al no ser posible arrimarnos más fuimos amenazados con darnos con la bandeja o tirarnos las consumaciones encima, y que después no reclamáramos nada, que no se harían responsables. De muy malas formas y un vocabulario irrespetuoso (tuteando y usando gestos inapropiados, como aspavientos, etc.)
Uno de los clientes de nuestra mesa sugirió cambiar la posición de las mesas vacías contiguas con el fin de que pasaran mejor (que estaban en forma de rombo, ocupando más espacio) a lo que la camarera respondió que no iba a cambiar la disposición del local (de nuevo, entrando en conflicto con el cliente) Y ojo! pero sí apretar al cliente contra la barandilla. He de añadir que todas las mesas que “daban problemas” estaban sobre la misma tangente, es decir, nosotros no éramos el problema.
Quizás conviene repensar la disposición del local para que ni camareros ni clientes se vean en situaciones así, y, quizás, un cambio de plantilla ante la gran incompetencia a la hora de elegir profesionales de la hostelería. Otro cliente, de nuevo,...
Read moreEnvié un correo solicitando una reserva para el 28 de diciembre. Al no recibir respuesta, llamé por teléfono y me informaron que ese día tenían un cóctel, por lo que opté por reservar para el 27. Para evitar confusiones, les envié otro correo indicando que, según su información, había cambiado la fecha de mi reserva al 27.
Sin embargo, casi dos semanas después, me respondieron vía correo electrónico, diciendo que la persona con la que hablé por teléfono se había equivocado, que el cóctel había sido en noviembre y que podía reservar para el 28 de diciembre si lo deseaba. Rechacé la propuesta porque ya tenía todo organizado y mantuve la reserva para el 27 de diciembre, de hecho al ver tal caos de organización, les solicité que me confirmaran vía correo electrónico que mi reserva era para el 27 de diciembre, cosa que hicieron.
Mi sorpresa llegó el 29 de noviembre, cuando me llamaron para reclamar que no había asistido a una supuesta reserva, pese a que ya me empezaba a cansar la situación, lo dejé pasar entendiendo que son fechas complicadas, si bien, por tercera vez les insistí en que mi reserva era el 27 de diciembre.
Finalmente, asistí el 27 de diciembre, pero el 28 (al día siguiente) me volvieron a llamar para decirme que tenía una reserva ese día.
Un error es comprensible, pero tantos son inaceptables. La organización fue lamentable.
Es una pena, ya que teníamos muchas ganas de ir a este lugar. De hecho, adaptamos nuestros planes para poder asistir (recordar que nuestra intención era ir el 28 de diciembre, y fuimos el 27 porque, en un principio, el 28 había un cóctel y luego no). Sin embargo, cuando estuvimos allí, el servicio fue extremadamente lento y la relación calidad/precio no nos convenció. Estuvimos tres días en Vigo y este fue el restaurante más caro y en el que...
Read moreUna experiencia gastronómica inolvidable. Desde el primer momento se percibe que estás en un lugar cuidado con mimo: un local acogedor, con vistas al mar que realzan aún más la comida.
El personal fue encantador, atento y profesional. Nos recibieron con un aperitivo de la casa que ya apuntaba maneras y marcaba el tono de lo que venía.
Comenzamos con unas Croquetas de Jamón Ibérico, crujientes por fuera, cremosas por dentro y llenas de sabor, y una Ensaladilla de Gambón con Mayonesa de Padrón, sorprendente: untuosa, delicada y muy sabrosa.
Como platos principales, probamos el Rapito a la Brasa con su Salsa Pilpil y Patatas Panadera, cocinado en su punto, con una salsa ligada que realzaba el sabor del pescado. También compartimos una espectacular Lubina Salvaje a la Brasa (1.250 g), jugosa, tierna y acompañada igualmente de patatas panadera. Producto de primera, tratado con respeto y técnica.
El plato estrella fue el Arroz Albatros, servido en mesa por el propio chef, un gesto que suma muchísimo a la experiencia. Un arroz meloso y profundo, con gamba roja alistada y un velo de panceta ibérica que aportaba contraste, textura y untuosidad. Inolvidable.
De postre, nos rendimos ante tres auténticas joyas: la Tarta de Queso al Horno, las Milhojas de Hojaldre de Manzana y el Flan Cremoso de Vainilla Bourbon. Todos absolutamente deliciosos… aunque no llegamos a hacer fotos: no pudimos resistirnos.
Y para rematar, unos chupitos de licor café, crema de orujo y licor de hierbas que cerraron la comida con el mejor de los finales.
Cocina con alma, técnica impecable, producto de calidad y un trato excelente. Un restaurante donde se nota la pasión por lo que se hace. Enhorabuena al chef y a todo el equipo. Volveremos...
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