UN ESPECTÁCULO DANTESCO Y REPUGNANTE No le doy menos estrellas porque no me deja la aplicación. Fuimos a comer con una reserva 2 adultos y un niño. Lo primero que al llegar nos acomoda un chico en una mesa al lado de la ventana que da a la calle, (ventana que luego adquiere relevancia). A los 10 minutos de estar sentados, curiosamente viene ese mismo chico diciéndonos que si queríamos el postre....Nos quedamos ojipláticos diciendo que ni siquiera nos habían traído la carta para pedir y que si no se daba cuenta que nos "acababa" de acomodar. Al cuarto de hora nos toman nota sin traer ni la bebida,ni el pan, ni nada para picar, ni nada de nada. Estuvimos esperando del orden de 45 min sin agua y sin comida cuando mis 2 acompañantes acuden al baño, y, esperando en la mesa puedo ver cómo a una de las camareras sale apresuradamente del restaurante a ponerse al lado de mi ventana a vomitar compulsivamente, metiéndose los dedos hasta la garganta y limpiándose la mano al terminar al traje de faena. Inmediatamente, después de dejar los charcos en el suelo que se veían desde donde estábamos sentados, se metió en la barra a continuar sirviendo a los demás clientes del local. Cuando regresaron mis acompañantes del baño, me vieron con la cara desencajada, preguntándome que si me ocurría algo. Les dije que luego se lo diría( para que no se muriesen del asco), aprovechando que desde su perspectiva era un poco más complicado ver todo lo que había dejado la señorita, y no la dije de levantarnos e irnos porque esas horas que nos atendieron, ya era difícil encontrar un sitio donde comer. Después de esperar 1 hora y algo nos traen por fin el agua y la comida. (Una ensalada de queso de cabra muy normal, un cachopo bastante seco y un plato combinado con 4 trozitos de pollo, acompañado de una ensalada sin aliñar y unas patatas fritas) un menú que para nada justifica la hora y pico que estuvimos esperando. Ya para rematar mientras estábamos comiendo, entra, entiendo que el gerente del restaurante (un tipo bastante grande), un par de veces durante la comida dando voces a sus empleados reprendiendolos y haciendo a los que estábamos allí, la comida aún más desagradable si cabe y viendo las caras de avergonzamiento de los camareros por los gritos de este "señor". Ya casi al terminar teníamos también que ver como otra de las trabajadoras salía a fumar a nuestra ventana, pero no pudo hacerlo, porque tuvo que saltar la vomitona que su compañera dejo antes y se fue un poco más adelante. (Quizás sea una de las razones por la que tarda tanto en servirse la comida en ese sitio....si hay gente y te vas a fumar....) Nada más que terminamos no dimos ni opción a que nos sirvieran el postre ya que lo único que queríamos era salir de allí. Ya lo comeríamos en otro sitio... Decir también que tanto el chico que nos acomodó al principio, tanto la camarera que no sirvió durante la comida fueron muy amables y se disculparon por los errores cometidos, pero por todo lo que pasó ( y no es lo mismo contarlo que verlo....) no puede ser disculpado. Ya fuera mi acompañante me agradeció enormemente no haberle contado lo que había pasado mientras que estaban en el baño porque sino la que hubiera vomitado hubiera sido ella. SIN DUDA ES UN SITIO QUE JAMÁS RECOMENDARIA Y AL QUE...
Read moreBuenas tardes Por medio de la siguiente reseña, me gustaría compartir mi experiencia en este restaurante. Para empezar, me gustaría agradecer el servicio que tienen que es excepcional, la comida excelente pero el trato de la hija del dueño merece un poco de educación. El servicio, la cantidad de comida y la calidad excelente. El trato de esa persona merece reparar, dispongo de un comercio y si debo regañar a mis empleados nunca, pero nunca lo hago cara al público y menos cuando están los clientes abonando las consumiciones. El problema fue, que me dispuse a abonar dos platos que había consumido con dos billetes de 20€ y disponía de otro billete de 20€ en mi mano, la señorita, muy déspota se confundió con el cambio y me arrancó de las manos mi billete de 20€ diciendo que era la vuelta de otro comensal, cuando ese dinero era mío, que lo tenía en mi mano desde el principio. La señorita de muy malos modos me grito, insinuó que el billete era de otra vuelta y se negó a devolvérmelo. La señorita sin educación, me llamo mentiroso, indico que iba a revisar las cámaras que disponía en el local y no se vio nada. Continúo diciendo que no me devolvía el dinero mío y procedí a llamar a la policía municipal para comentarle el caso. Me dijo la señorita que no llamara a la policía, que fuera a la delegación que estaba ahí al cerca para decir lo que había sucedido. No le hice caso y les llamé por teléfono. El padre de la señorita, comentó que había un billete de 20€ encima de la caja y nadie sabía de donde había salido, yo le indique que eso podría ser el cambio que le faltaba de la vuelta al otro comensal y ella no dijo nada, cuando había sido la última que había tocado la caja. La señorita seguía sin querer devolverme el dinero, que era mío, delante de la policía. Acto seguido apareció el padre de la señorita y me devolvió el dinero. Me dijo que me fuera y que no quería que volviera más. Me parece una actitud muy negativa por parte del local, recomiendo pagar con tarjeta y si abonan sus consumiciones en efectivo que pregunten si es la hija del dueño porque les dará mal el cambio, puesto que se queda con el dinero ajeno y no lo devuelve si no se llama a la policía. Les indique que esperaría a que hicieran y cuadraran la caja y ellos se negaron. Recomiendo cuidar su dinero...
Read moreSan Valentín en el restaurante Metro prometía una experiencia romántica, pero debimos habernos bajado en la primera parada. Nada más entrar, la camarera nos dio la bienvenida con un "¡Venga!" tan entusiasta como quien le habla a un par de perros extraviados en la estación.
Nos sentamos con la esperanza de una cena especial. Craso error. Pasaron 30 minutos para que llegara el primer entrante: unas croquetas cuya bechamel tenía la textura de argamasa, ideales para reforzar cualquier pared de ladrillo. Otros 30 minutos después, apareció el pulpo, que parecía haber pasado por una barbacoa nuclear y venía bañado en aceite negro churruscado digno de un taller mecánico. El foie… prefiero olvidarlo para mantener la paz mental.
El plato principal, cachopo, llegó con todo el sabor y textura de una alfombra quemada. El pan y el agua, elementos básicos de cualquier menú, brillaron por su ausencia. No sé si había que rogar por ellos o hacer un trueque con las mesas vecinas. Estuvimos esperando en el andén un total de 2 horas. Por supuesto, la comida costó unos románticos 60€, porque no hay nada que celebre el amor como un sablazo culinario.
Para rematar la noche, pedimos una tarta de queso que llegó con una pinta tan dudosa que decidimos no arriesgar nuestras vidas y la dejamos sin tocar. Lo mejor de la velada fueron las salsas, y eso solo porque venían de bote. La atmósfera estaba impregnada de parejas aburridas esperando sus platos con una mezcla de resignación y hambre, el verdadero símbolo del amor eterno.
Si buscas una cena memorable por todas las razones equivocadas, Metro es tu destino. Pero si valoras la comida, el servicio o un mínimo de dignidad, mejor toma la línea directa al sofá de tu casa con pizza y...
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