Creperie Flor — Restaurant in Zaragoza

El local necesita una reforma a fondo, se nota que hace más de 30 años que están, que están igual vamos. Las ensaladas bien, normales, nada que no puedas hacerte tu en casa, y de francesas nada (la de quesos por ejemplo, consistía en una lata de maíz cocido, una lata de guisantes, unos trozos de queso y unos trozos de langostino). Las crepes nada que ver con las típicas bretonas (ni de cualquier otra región de Francia). Pedimos cambiar un ingrediente, y nos dijo la camarera (de no muy buenas formas por cierto), que no se podia, que las crepes venían así, pedimos una crepe sin la "sopa" de nata líquida insipida, por aquello de que se asemejará algo a las originales, y nos dijo la camarera que las crepes se cocinan en nata (no se en que zona de Francia lo han visto) y que en todo caso la cambiaban de plato; estas dos respuestas parecen indicar que las crepes las tienen precongeladas y las meten al horno cuando las pides (una lastima porque hacer una crepe cuesta 2 minutos). Pedimos una quiche lorraine, y tampoco era una quiche típica francesa, no llevaba la base de masa quebrada, y llevaba queso rallado mezclado con la masa y el bacon, no llevaba cebolla picada... Y la sirvieron congelada por dentro, de acuerdo que la quiche se puede servir tibia, pero de eso a estar congelada.... Las crepes dulces estaban buenas, esas si parecían recién hechas. Los precios desorbitados, una crepe salada unos 12-13€. (En Etretat, en una terraza mirando a los acantilados te cobran unos 8-9€, y por supuesto la calidad mil...

Crepería que no me emocionó la primera vez que fui hace casi 10 años y que a día de hoy me ha dejado el mismo sabor de boca. La carta de creps ofrece una lista a priori más variada de lo que luego realmente es. Las sirven enrolladas, con una cantidad de ingredientes no muy expléndida, y en una salsa que en algún caso es una sopa algo insulsa, por ejemplo la marinera. Esta crep, la marinera, me resultó algo sosa, y la aragonesa que es la otra que pedimos, algo mejor, aunque nada espectacular. Si que estaban, en cambio, buenos los postres, aunque lo que pedimos no deja de ser la habitual crep de chocolate que se encuentra ya en muchos sitios (infinitamente mejor esta que otras que he probado con sirope malón), y una mousse de chocolate. Los precios son altos, 10-12 euros me parece excesivo por una pequeña crep enrollada. Algunos las comparan con las que se pueden encontrar en Francia, y distan mucho en calidad, ingredientes, contundencia, presentación... Tampoco el servicio me pareció el más agradable, pues parecía que nos metían mucha prisa. Me lo tomo con algo de comprensión, al no llegar muy pronto (22.30), aunque varias mesas llegaron aún más tarde. No habrá una tercera vez, aunque tampoco recomiendo...

This was a very refreshing way of approaching Kreps. I had the chicken my wife had the ratatouille. Chicken was fantastic. Very juicy and tasty owner didn’t speak English many but not a problem. You can tell they use fresh ingredients place got filled out real quick. Owner is very genuine but to the point. Overall we had a very...