Restaurante Vértico — Restaurant in Zaragoza

Un Espejo Roto de la Alta Cocina Al adentrarme en Vertico la primera impresión es ineludible: este lugar grita "modernidad" a los cuatro vientos. La decoración es, sin duda, su carta de presentación más potente. Líneas minimalistas, iluminación escenográfica, materiales de última generación y una presentación que busca impactar en cada rincón. Es, en esencia, un estudio de diseño que ha decidido servir comida. Y precisamente ahí reside el quid de la cuestión, o más bien, el gran tropiezo. Desde el primer momento, la expectativa se dispara. Es innegable que aquí hay una inversión considerable en la forma, en la imagen, en lo que se ve. Sin embargo, y aquí es donde el espejismo comienza a desvanecerse, la promesa visual no se traduce en una experiencia gustativa comparable. Los sabores, ay, los sabores. Son tímidos, casi apologéticos. Ingredientes que deberían brillar se ven opacados por combinaciones que, en su afán de ser innovadoras, terminan siendo confusas o, peor aún, insípidas. Uno espera una explosión, una sinfonía de texturas y matices, y lo que encuentra es un susurro apenas audible. Los platos son visualmente impecables. Pero al probarlos, la decepción es palpable. ¿Dónde está la intensidad del ingrediente principal? ¿Por qué esta técnica tan sofisticada no aporta más que una curiosidad efímera? Es como si la cocina se hubiese concentrado tanto en la arquitectura del plato que olvidó construir sus cimientos de sabor. En resumen, Vertico es la quintaesencia del "quiero y no puedo". Quieren ser vanguardia, alta cocina, una experiencia multisensorial, pero se quedan en la superficie, en la pura estética. Es un restaurante para ver y ser visto, para fotografiar y compartir en redes, pero no para disfrutar con el paladar. Es una prueba más de que un gran diseño de interiores y una presentación impecable no pueden, por sí solos, compensar la falta de alma y, lo más importante, de sabor en el plato. Si buscas una experiencia para los ojos, quizás te convenza. Si buscas una experiencia para el paladar, te aconsejo que busques...

La experiencia la puedo describir con una sola palabra: ¡¡DECEPCIONANTE!!(quizás íbamos con la expectativas demasiado altas) La decoracion del local es muy chula y futurista con distintos espacios,aunque las áreas son reducidas y para pocos comensales, estando las mesas demasiado próximas para mi gusto.

La carta variada y con emplatados vistosos pero con falta de sabor.

Los tesoros de Graus fueron muy decepcionantes, eran puro sabor a almendra frita, el rebozado se comía todo el sabor de la longaniza, el guacamole y la salsa mexicana.

Las canastas de cochinita fueron insulsas,la carne estaba reseca y no se apreciaba ni los sabores de la salsa Lou,ni del queso.... haciendo que el protagonista del plato fuera la canasta de patacón. No destacaba por su jugosidad.

La hamburguesa "el origen" fue la maravilla que no arruinó la noche completamente.ESTABA EXQUISITA.Carne de calidad con buen punto de cocinado y sabores muy equilibrados. Sorprendente el pan Brioche de patata.

La lasaña trufada de Anjali Mudra, sabemos que era trufada por el nombre del plato. No se notaba el sabor de la trufa en la bechamel y las lascas de trufa eran mas bien virutas, ademas,la carne del relleno estaba excesivamente salada y con el mismo sin sabor del relleno de las canastas de cochinita Pibil. No devolvimos el plato por vergüenza aunque la mesa de al lado si lo hizo.

Los trabajadores del local muy profesionales, explicando todos los platos aunque su solución a nuestra queja de la Lasaña fue ofrecernos un chupito gratuito para rebajar la intensidad de la sal.

Nos sentimos tan decepcionados y estafados que rechazamos tomar el postre y café allí.

Comprendo que un mal día tiene cualquiera...pero...por mi experiencia,no recomendaría este lugar si quieres disfrutar de una buena experiencia gastronómica, por el precio de la carta,hay ofertas más interesantes y de mayor calidad en Zaragoza. Ahora, el local está muy chulo para hacer postureo y subir unas fotos a...

Ayer fuimos a cenar dos personas 👥 con reserva a uno de los restaurantes más futuristas de la ciudad!! 🚀

El local en sí es largo pero no muy grande, pero súper bien aprovechado de espacio 🛰️, lo que hace que no tengas problemas de sitio en ningún momento! 💯

En cuanto a la comida, al pedir, nos sacaron cortesía de la casa un pincho de patata, cherry, un embutido rumano y guacamole que se agradeció mucho! 😊🍢

En cuanto a los platos, empezamos con unos bombones de longaniza de graus 🐽, con una cobertura crujiente y el centro con longaniza y cebolla poquito hecha 🧅. Seguido, pedimos uno de los platos más originales de la noche, una panceta a baja temperatura 🌡️ con mermelada de melocotón de Calanda y helado de cebolla de fuentes que está sobre una hoja de lechuga 🥬 que tienes que envolverla para comerlo estilo taco 🌮 y realmente sorprende!!!

En cuanto a principales, pedimos una lasaña de carne que venía con una galleta india 🇮🇳 muy original que hacía que la lasaña tuviese un toque crujiente. Para finalizar los principales, un ternasco 🐮 que como le dije al cocinero, le hubiese faltado un poco de brasa... 🔥 Al menos yo soy del team ternasco bien hecho!! Aunque diré que iba acompañado de una fritada aragonesa 🎋 y unas setas muy buenas.

El momento TOP 🔝, los postres.

Pedimos una tarta de queso 🧀 que no solo era impresionante por la presentación 🌹 sino también por el sabor, y después, unos churros esféricos bañados en chocolate 🫕🍫 que eran no solo espectaculares sino muy originales. Se echan en falta postres originales hoy en día!! 🤩

💸 En cuanto a precio, un poco caro en mi opinión, ya que salimos a 46€ por cabeza. 💸

Pd.: Nos invitaron a unos chupitos que se agradecieron mucho!...