The museum was a little quirky and definitely a bit worn in places, but that made it feel more endearing. It’s tucked inside the Abasto Shopping Mall, which adds to the offbeat charm. Not the kind of setting you’d expect, but it works!
We went on a weekday afternoon and were surprised by how quiet it was. Hardly anyone there, which made the whole experience feel relaxed and easy. No waiting, no lines. Just our son moving freely from one space to the next.
The museum is designed entirely for kids to take the lead. My three-year-old absolutely loved it. He “hosted” a show in a retro TV station, shopped for groceries in a kid-sized supermarket, and played chef in the little kitchen. It’s highly interactive without being overwhelming, and the exhibits feel like they were built for genuine play.
There’s a soft play area just for babies that’s thoughtfully set up, and everything feels well-worn in the best way - loved, used, and real. The design isn’t flashy or modern, but there’s a certain warmth to it.
We bought tickets in advance, which I’d recommend since they were doing timed entry. After a couple of hours of play, we stepped right into the food court next door for a quick bite. Nothing fancy, but incredibly convenient. Then we wrapped up the afternoon at the arcade nearby. It had that nostalgic, old-school feel with gentle rides and vintage games that my son couldn’t get enough of.
If you’re traveling through Buenos Aires with little ones, this place is worth...
Read moreEl Museo de los Niños ubicado dentro del Shopping Abasto, es un espacio pensado para que los niños aprendan y jueguen con actividades interactivas y seguras. Valoramos que permiten el ingreso gratuito a personas con certificado de discapacidad junto con un acompañante, lo que demuestra un compromiso con la inclusión. Sí o sí hay que ir con niños. Una de las principales atracciones es un pequeño supermercado donde los niños pueden usar changuitos metálicos pequeños, adecuados a su altura, y elegir hasta 10 productos entre una gran variedad de cajas vacías y envases reales (leche, té, café, latas, frascos). Todos los productos son vacíos y fabricados con materiales seguros sin vidrio ni bordes filosos, utilizando latas bien cerradas, tetrabriks, plástico o papel. Luego de jugar, los niños deben devolver los productos a su lugar, fomentando el orden. El supermercado cuenta con una caja registradora pequeña con cinta transportadora giratoria y un lector de códigos QR. Los niños pueden pagar con una tarjeta de cartón que simula una tarjeta de débito o con dinero ficticio que se entrega al ingresar. La caja también se puede abrir y tiene una calculadora para hacer sumas, lo que hace el juego muy realista. También hay un barco, un colectibo, camionetas y autos. Otra atracción es un McDonald's donde los niños juegan a ser meseros, armando hamburguesas con ingredientes y usando bandejas clásicas. Los padres pueden participar como clientes, promoviendo la interacción familiar. También hay una sala de arte. El museo incluye un consultorio médico infantil con uniformes de doctor, estetoscopios de juguete, camisas radiográficas y un simulador para medir la presión arterial, todo ambientado con realismo. También hay un cajero automático de juguete para más diversión y un banco.
Una atracción destacada es el tobogán que simula una gran cloaca: los niños entran por un inodoro gigante y se deslizan por caños. Es apto para niños pequeños y adultos delgados, lo que permitió que mi pareja con discapacidad visual, adulta y delgada, pudiera disfrutarlo sin problemas. El museo cuenta además con un espacio para jugar a ser periodistas, con micrófonos amplificadores, cámara de televisión y lugares para entrevistador y entrevistado, fomentando la creatividad. Hay una pequeña discoteca con luces y música para que los niños puedan simular que bailan.
Para la actividad física, hay un edificio de plástico para escalar, con agujeros cada vez más pequeños por donde pasar la cabeza. Este espacio también es accesible para adultos delgados, como mi pareja, quien pudo disfrutarlo sin inconvenientes.
El museo está distribuido en varios pisos conectados por rampas, sin escaleras, facilitando el acceso a personas con movilidad reducida o cochecitos.
En el primer piso hay un parque de juegos techado con tobogán, calesita, hamacas y bancos para que los adultos puedan descansar.
El horario de visita es amplio y el precio accesible. La entrada permite permanecer hasta dos horas y media aproximadamente. Luego cierran 10 minutos para que el personal reacomode el lugar y tome un descanso, para luego volver a abrir.
En resumen, el Museo de los Niños Neverland es un espacio inclusivo, seguro y bien ambientado que ofrece múltiples actividades lúdicas y educativas para toda la familia. Lo recomendamos ampliamente para quienes buscan una experiencia divertida y didáctica en...
Read moreThis is a great experience for kids in Buenos Aires, a míni version of the adult world but in a kid size version. Lots of local brands have sponsored pavilions within the space, so your kid can shop at Coto, make a burger at McDonalds, pretend to be a Santander Bank teller, drive a car or make candy at the Arcor spot. Also they have spaces for sub 2 year olds and should keep most kids up to 10 pretty entertained. They have 3 turnos or appointments Noon, 3 PM and 5 PM and you can spend max about 2 hours before the time is up. You can use Appa to reserve an appointment, a must on weekends or Holidays. If you are in town on Holidays try Tuesday thru Thursday and it's...
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