Pese a que la Puerta de La Circasiana nació al mundo como el ingreso de un exclusivo predio privado a inicios del siglo XX, en la actualidad constituye uno de los monumentos públicos más conocidos de la ciudad, que desde la década de 1970 marca el ingreso a la urbe moderna. El escultor a cargo de la obra fue el célebre ibarreño Luis Antonio Mideros, hermano de los pintores Enrique y Víctor Mideros, este último conocido por sus trabajos en templos y en la casa de la aristócrata María Augusta Urrutia.
El interior posee alma de hierro y cemento, mientras que el exterior está revestido por piedra andesita oscura. Además del arco central, posee dos arcos más pequeños en las fachadas laterales, todos de medio punto, de manera que el friso se asienta sobre cuatro columnas rectangulares.
A grandes rasgos se puede decir que la Puerta de La Circasiana pertenece a la corriente arquitectónica del neoclásico, pues su composición de arcos de medio punto, columnas toscanas y friso así lo sugieren, pero se debe resaltar que la escena tallada por Mideros entra más en los primeros tintes del arte modernista.
El bajo y medio relieve del friso, que ha pasado a la cultura popular quiteña con el nombre de "La Despedida de los Centauros" por sugerencia de algún autor, está inspirado en realidad en escenas que existían en el friso del templo de Atenea, en el Partenón, donde se representaban la historias de la gran batalla entre los centauros y los lápitas.
Los centauros eran seres de la mitología griega, con la mitad superior de humanos y la inferior de caballos, sin modales y nada hospitalarios, que para los antiguos helenos representaban a las naciones bárbaras del norte. Los lápitas, por otro lado, eran humanos que vivían en la localidad de Laphitae (Tesalia), en un lugar vecino a los territorios de los centauros, con los que siempre mantuvieron conflictos.
En el friso de la Puerta de La Circasiana, Mideros decidió tallar la escena más famosa de este conflicto mitológico, en la que los centauros acudieron a la boda del rey Pirítoo para raptar a la novia y a otras mujeres, hecho que desencadenó la épica batalla que acabó con la vida de muchos en ambos bandos.
Entonces, en el bajo y medio relieve del escultor ibarreño aparecen representados centauros y centáurides en posiciones que sugieren intimidad, así como hombres y mujeres en similares circunstancias, tal como se supone que eran las desenfrenadas fiestas de la antigüedad greco-romana.
Finalmente, en las esquinas del sur aparecen figuras con cabeza humana y una especie de cuerpo formado por lo que parecen ser ondas, y que posiblemente representen a los vientos menores (pues la puerta siempre estuvo direccionada hacia el norte): Apeliotes del sureste, y Libis...
Read moreMuy lindo el arco y la iluminación de noche le da un toque atractivo. El lugar cuando fui tipo 8pm muy poca gente en las calles y el comercio todo cerrado se sentía un ambiente tipo pandemia, pero todo bien muy poco indigente en las calles, anduve caminando solo pero no se los recomiendo porque me contaron que es muy poco...
Read moreEl Arco de la Circasiana, localizado en un parque en dónde cuenta con poco mantenimiento. Lastima que sus alrededores no se encuentren en buen estado. Esto desvaloriza su importancia y por está razón mi calificación es...
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