LEYENDA PUENTE DE OVANDO
En el siglo XVIII, habitaba en Puebla una hermosa muchacha de 16 años, llamada María del Rosario de Ovando. Era hija de un hombre muy rico e influyente, pero por desgracia, se había enamorado de un chico sumamente pobre, mestizo, lo cual no era del agrado de su padre. Fue por eso que le advirtió que nada más regresar de su viaje de negocios, la iba a casar con uno de sus amigos; un sujeto entrado en años y cuya enorme fortuna le convenía más a la familia.
María, muy afligida, se escapó de casa para encontrarse con su enamorado y comunicarle la terrible noticia. Le iba a proponer que se escaparan juntos.
No se dio cuenta de que su hermano, Agustín de Ovando, la había seguido hasta el punto de encuentro, un puente bajo el cual la pareja solía besarse. Al encontrar juntos a los amantes, el joven montó en cólera y los asesinó sin piedad.
El crimen conmocionó a la sociedad y las autoridades. Pero a pesar de todo, Agustín no fue enjuiciado. En parte por su privilegiada procedencia, en otra, porque el juez consideró que solo había defendido el honor de su familia, cosa que en aquellos tiempos era muy importante.
El padre de María cayó en una profunda depresión al regresar y enterarse de lo ocurrido, abandonándose a la bebida. Una noche en la que volvía a casa, ya muy pasado de copas y al pasar por el puente, vio frente a él a su hija, pálida y herida, suplicando ayuda. El impacto fue tan terrible que le provocó un ataque al corazón y murió allí mismo.
Hoy en día, el puente de Ovando es uno de los sitios más célebres de Puebla. Y hay quien asegura que tanto María como su gran amor, aparecen a altas horas de la noche para revivir su...
Read moreEste puente tiene una hermosa trágica historia de amor de un plebeyo y una doncella de una familia poderosa y pudiente de Puebla Cuenta la historia que su amor era imposible por que el joven era de clase medí.... Para el padre, la tristeza por la muerte de su amada hija creció con el fallecimiento de su ya único heredero y lleno de desdicha, se entregó a la bebida y solía cruzar su puente a altas horas de la madrugada.
Una de esas noches, llovía copiosamente mientras el patriarca cruzaba el puente y justo en la entrada, vio a una mujer que le dijo:
–“Señor, por la sangre de Cristo, deme una moneda”.
El hombre la reprendió: “¿Qué horas son estas de pedir limosna a la entrada de mi puente?”
Entonces, con una voz de ultratumba, la mujer le dijo: “¿No me reconoces padre? Pido limosna y la pedirá a toda tu descendencia hasta el fin del mundo; porque a manos de mi propia familia he muerto”.
–“¿Quién eres?”–, dijo el hombre –“¿Acaso eres un ser del mal?”–.
–“Mírame bien, soy tu hija”–, respondió la mujer.
Horrorizado, el noble Ovando trató de escapar, negándose una y otra vez lo que acababa de ver; pero una inexplicable crecida del río le atrapó y su cuerpo fue encontrado sin vida varios días después.
Mucho tiempo después, aún se contaba entre los lugareños que esta misma silueta se paseaba por el Puente de Ovando a la media noche y si uno entregaba la limosna, podía pasar libremente; pero si no, se corría el mismo final...
Read moreLa placa dice lo siguiente: "Construído al rededor de 1775 para suplir al puente de Analco, que para estas fechas estaba en ruinas. Ubicado en la calle del colegio seminario de San Jerónimo, llamado de Ovando, porque estaba situado inmediato a la casa del regidor don Agustín de Ovando Villavicencio, quien aportó una generosa cantidad para la construcción, asimismo, se le destinaron dos mil pesos que el gremio de panaderos tenía dispuestos para la construcción de un obelisco en la plaza mayor, en honor a Carlos III. También se realizó una corrida de toros para su financiamiento. Este puente dio fluidez al tránsito de peatones y vehículos del oriente al poniente de la población hacia el sur, siendo uno de los más útiles para la ciudad, porque además de que servía para franquear el paso a los vecinos del barrio, también era utilizado para la entrada de gentes que venían de la mixteca y de viajeros procedentes del sur. Afortunadamente no fue afectado por el embovedamiento del río de San Francisco, por lo que hoy en día podemos conocer su...
Read more