La Colegiata de Santa María la Mayor, pudo estar construida sobre un antiguo templo prerrománico de la misma advocación, bajo el reinado de Fernando II de León.
Es un templo voluminoso en el que se aprecian diferentes maneras de enfocar la construcción, debido a que pasó por diversos arquitectos. Al primero se debe, la cabecera, la zona inferior de los muros exteriores y la portada de la fachada norte. Se utilizó piedra caliza en tono grisáceo claro. Al segundo se deben los restos de muros exteriores y la cubrición de la nave central, incluido el cimborrio, la torre y el pórtico occidental. Se empleó para ello piedra arenisca de color rojizo. Hacia 1240 se construiría el pórtico occidental y no mucho después la Portada de la Majestad. En el siglo siguiente, se adosaría a los pies la parroquia de Santo Tomé.
Destaca su portada septentrional, una de las más decoradas del románico zamorano, así como el cimborrio que se levanta sobre el crucero, con influencias de las catedrales de Salamanca y Zamora, pero con elementos mudéjares, propios de la tierra.
La planta es de cruz latina, con tres naves de tres tramos con bóvedas de horno en la cabecera, de cañón en el crucero y nervadas en el centro, más ancha la central que las laterales. A la transversal del crucero, desembocan tres capillas. La planta de la Colegiata es igual a la de la Catedral de Zamora, con la salvedad de que ésta posee cuatro tramos en lugar de tres.
La nave central presenta bóveda de cañón apuntado reforzada por arcos fajones doblados. Las naves laterales no presentan homogeneidad entre ellas en cuanto al abovedamiento. El primer tramo se cubre con bóveda de aljibe, y los demás tramos con bóveda de crucería.
La portada sur se le atribuye al primer maestro. Está compuesta por un arco apuntado con cuatro arquivoltas baquetonadas adornadas con sencillos motivos geométricos y vegetales. La portada norte también se atribuye al primer maestro, con arcos de medio punto y cuatro arquivoltas. La portada oeste, conocida como la Puerta de la Majestad es la joya de la Colegiata. Tiene un arco ligeramente apuntado con decoración únicamente geométrica y vegetal, y la portada septentrional es la que se utiliza para acceder al templo. Está formada por diferentes arquivoltas decoradas con ornamentación vegetal y religiosa, de entre las que destaca la que cuenta con un Cristo como Juez Justiciero rodeado de los 24 ancianos.
En el interior también se aprecian las distintas etapas por las que pasó su construcción: el primer arquitecto establece un planteamiento de pilares cruciformes con columnas en sus caras y también en los codillos y que estarían proyectados para bóvedas de crucería. El segundo en cambio abovedará con medio cañón sobre arcos fajones la nave central y la nave del transepto.
Debemos destacar los capiteles de las columnas adosadas a los soportes de los arcos torales, algunos con temas vegetales. Otros muestran escenas más labradas como Daniel...
Read moreSe trata de un edificio que comenzó a edificarse en el último tercio del siglo XII y puede que esté construida sobre un antiguo templo prerrománico de la misma advocación, se empezó a construir bajo el reinado de Fernando II de León. Las obras fueron llevadas a cabo entre el último tercio del siglo XII y mediados del siglo XIII, lo cual tuvo como consecuencia que pasara por diversos arquitectos, por lo que podemos ver diferentes formas de enfocar la construcción. El primer arquitecto construyó la cabecera, la zona inferior de los muros exteriores y la portada de la fachada norte, utilizando piedra caliza en tono grisáceo claro. Al segundo arquitecto se deben los restos de los muros exteriores, la cubrición de la nave central, incluido el Cimborrio, la torre, utilizando piedra arenisca de color rojizo. Hacia 1240 se construirá el pórtico occidental y no mucho después la Portada de la Majestad. En el siglo siguiente se adosaria la parroquia a los pies de Santo Tomé. La planta del edificio tiene forma de cruz latina mediante tres naves de tres tramos, más ancha la central. El transepto es ligeramente resaltado en planta y tiene la misma anchura que la nave central. La cabecera tiene tres ábsides escalonados semicirculares. Se dispuso una torre en el lado norte de la fachada principal y también de una galería porticada adosada al muro septentrional, hoy desaparecida. El edificio consta de tres portadas. La portada norte, las columnas se agrupan de tres en tres con ábaco común. Tiene cuatro arquivoltas. La exterior tiene una serie de figuras radiales. Es Cristo Majestad junto a la Virgen y otra figura que podría ser o San Juan Evangelista o San Juan Bautista. A los lados se muestran los 24 ancianos del Apocalipsis, se trata de una representación del Juicio Final. La segunda arquivolta aparecen motivos vegetales y las otras una colección de figuras de ángeles. La portada sur, es la más sencilla, se puede apreciar las dos fases de la construcción del edificio en la diferencia de piedra utilizanda, tiene arcos apuntados. La Portada de la Majestad, gótico primitivo. Consta de iconografía doble. Por un lado se remite al motivo de la Dormición y Coronación de la Virgen, como motivo principal, pero de manera secundaria también lo hace del Juicio Final, con escenas en relación a los tormentos de los condenados que aparecen en la parte derecha de la arquivolta exterior. Esta puerta se encuentra bajo un pórtico o nartex del siglo XIII. El Cimborrio, forma parte del grupo de los"Cimborrios del Duero". Lo que los hace especiales es su articulación vertical, decoración y las cuatro columnas que presentan en las esquinas. En el interior las naves laterales están cubiertas con bóvedas góticas sexpartitas, mientras que la nave central y los brazos del crucero se cubren con bóvedas de cañón apuntado. En el crucero se levanta el Cimborrio. Forma parte del Patrimonio...
Read moreLa Colegiata de Toro es, sin duda, un edificio admirable por su estado de conservación y merece ser visitado. Sin embargo, dista mucho de alcanzar la majestuosidad de grandes monumentos como la Alhambra, lo cual no le resta valor, pero sí lo sitúa en una escala más modesta dentro del patrimonio histórico español.
Uno de los atractivos de la visita es la posibilidad de subir a la torre, aunque este acceso viene precedido de una advertencia por parte de la vedel: se trata de una ascensión complicada, y la responsabilidad recae enteramente en el visitante. Se informa brevemente de que la subida está regulada por un sistema de semáforos, y que se debe esperar 20 minutos en la parte superior. Con esto, se da por cumplido el deber de informar, algo que considero insuficiente y poco profesional.
Cuando un espacio se abre al público, la responsabilidad de quienes lo gestionan va mucho más allá de una simple advertencia. Es obligación de la institución prever posibles riesgos y garantizar la seguridad de los visitantes. En este caso, la estrechez del lugar y la falta de supervisión adecuada podrían derivar en un accidente, lo cual supondría un grave problema. La vedel, encargada de vigilar la subida, parece limitarse a una charla de 20 segundos para deslindarse de responsabilidades, aprovechando luego para ausentarse y conversar con el personal de taquilla. Esta actitud no solo es negligente, sino que refleja una falta de compromiso con la seguridad y el bienestar de quienes confían en la...
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