Hay bares que clasificas con las "3B", este no es el caso. Mal servicio, mala comida y encima caro. Menos mal que pedimos poco, así el disgusto también fue menor. Cuando no se sabe ni hacer decentemente platos combinado, a uno le cuesta comprender como puede tener más de un 4 de puntuación! Patatas de bolsa, pimientos con sabor racio y un trozo de secreto imposible de masticar. El mini trozo de pechuga al menos se podía masticar, aunque la mezcla de sabores de la plancha donde se ha cocinado hace que si la comes con los ojos cerrados, no sepas ni que estás comiendo. El precio de la Coca-Cola y el Acuarius, ambos de botellín pequeño, me parecen muy elevados para un bar de pueblo. El colmo, ver al camarero asomado por la ventana de la barra que da a la calle fumando. Pero es que luego le sigue la camarera, está al menos en el lado exterior.