ABSTENERSE! NO ESTA A LA ALTURA. Tratándose del Restaurant del Sheraton (5 estrellas) debería brindar un servicio de excelencia. No fue el caso. Concurrimos al Brunch del domingo 9/10/22 -reserva previa- para un cumpleaños. Terminamos retirándonos totalmente decepcionados. El lugar - que está muy bien ambientado- es pequeño, en su página indican 79 cubiertos. Tenía 2 islas con bandeja de fiambres y antipasto, ensaladas, huevos revueltos, empanaditas fritas y 4 cazuelas con los únicos platos calientes (carne con mil hojas de papas, risotto de hongos, sorrentinos de calabaza y salvia y paella). Y una sección dulce. Los platos calientes estaban todos tibios, mal mantenido el calor. Y la mesa dulce, aunque muy bien presentada, al estar servida desde la apertura cuando la probamos ya estaba con falta de frio. Lo peor fue que al momento de ver que solo había 4 opciones calientes nuestro hijo de 20 años pidió la carta para elegir los platos del menú. Vino una moza a decirle que solo había lo servido y que no había menú a la carta por la cantidad de gente. Nos sentimos estafados. Se acerco una supervisora y volvió a excusarse de que por la cantidad de reservas tomadas no se iba a servir el menú a la carta y solo era lo que había. Con educación le hicimos saber que nos parecía totalmente inadmisible que un restaurant de esta categoría, que tiene 79 lugares y siendo una fecha común ponga una excusa tan lamentable que trate de tapar un servicio pésimo. De antemano saben por las reservas la cantidad de comensales que pueden asistir. No es excusa que el lugar este lleno. Si no pueden atender 79 comensales no tomen las reservas. Si el lugar promete un menú de autoservicio y un menú a la carta deben servirlo. Y si al menos piensan variar el menú por lo menos no tengan la falta de tacto y de respeto para decirle a una mesa repleta de comensales que “es lo que hay porque estamos llenos”. Digan que el chef quiso innovar, o cualquier otra excusa pero no que porque están repletos todos nos tenemos que conformar con el servicio paupérrimo que desean darnos. Nos quedamos sin probar toda la variedad de pastas, pizzas y carnes a pedido. Al menos hubiesen ampliado los platos calientes del autoservicio, porque señores responsables del restaurant sepan que servir en la isla 4 platos calientes puestos a recalentar en una mesa no es ni variedad ni calidad, sobre todo por no verificar que al menos esos únicos platos fueran excelentes y se sirvieran a la temperatura óptima. Ya dicho lo de la mesa dulce con falta de frio. El café vino con un platito con 4 masitas secas de vainilla con chocolate, ni una presentación esmerada ni variedad, una mini torre de petit fours es servida en cualquier lugar de categoría. Sinceramente fuimos con una vara puesta muy alta por tratarse de este lugar y no estuvieron a la altura. Pensábamos ir la semana siguiente a festejar el Día de la Madre. Menos mal que no lo hicimos porque nos hubiesen arruinado la celebración lo mismo que nos arruinaron el cumpleaños. Si un día común sirven así que es de esperar en un día de la Madre y encima el cubierto valía el doble en esa fecha. Y por último y lo mas gracioso fue que la supervisora queriendo arreglar la situación nos dice: Si el chico se quedo con hambre nos hubiesen avisado que les podíamos haber preparado un menú infantil o una milanesa… En serio? Mi hijo tiene 20 años, que le querían servir Nuggets y caritas de papa?. Señores un servicio lamentable y una excusa sobre otra más lamentable. Eso si, la cuenta se pago como si hubiese sido un servicio de primer nivel. Ni una atención en este servicio o en un próximo ni mucho menos, que si así hubiese sido señores -aunque hubiese demostrado una mínima muestra de preocupación por la satisfacción final del cliente- igualmente no hubiese compensado jamás tan pobre experiencia. A los que se hayan tomado el tiempo de leer esta larga reseña un agradecimiento pero algo así no se puede dejar pasar. Cada uno tiene su propia experiencia, lástima que la nuestra no fue la mejor. Nosotros jamás volveremos ni...
Read moreThis is our first time in Buenos Aires, so maybe other restaurants here are this good, but so far this is the best one we have tasted. Buono is on the first floor of the Marriott/Sheraton complex by the harbor. I'm Italian so I love to eat, and I especially love to eat Italian food.
We started with Farinata del gierno. This is a gluten-free flatbread made with chickpeas that is amazing. My wife has a gluten allergy so we have to find her special food. While gluten-free is getting better, generally it is not as good as the glutenous (my invented word😉) mainstays.
Then came some Risotto al Funghi. My family is Northern Italian so Risotto al Funghi is one of my Nona's best dishes. Buono's would have made her smile.
Then I had their Bondiola Brasata with polenta. You know Argentina is a carnivore's paradise. This pork steak was heavenly, and the polenta was just like Nona's. That made me smile.
Just so you know I'm really reliving this meal as I write, the house red blend wine was a little thin, acceptable but not on par with the great food.
Hey, if you are anywhere near this place, treat yourself...
Read moreDecepcionante para un 5 estrellas
Algunos puntos positivos del brunch del domingo fueron la diferentes opciones de platos a la carta, que incluyen carnes, pescados y pastas. También destaco los postres: había mucha variedad en presentaciones pequeñas, como mini tartaletas y shots, ideales para degustar varios sabores. Los platos principales, también servidos en porciones reducidas, permitían probar diferentes opciones. Además, el servicio de estacionamiento incluido es un punto a favor, dada la ubicación en la zona del Retiro.
Sin embargo, los puntos negativos superaron con creces a los positivos:
Espacios reducidos e incómodos: El buffet se concentra en dos mesadas pequeñas enfrentadas, lo que genera incomodidad. Solo se puede acceder desde el frente, y el pasillo es tan estrecho que se forman filas, hay empujones y constantes interrupciones por los mozos reponiendo platos. Es más comparable a un tenedor libre que a un buffet de lujo.
Ambiente descuidado: Las sillas tenían los tapizados sucios, el salón era ruidoso y con mala acústica. Las mesas pequeñas apenas acomodaban un plato principal, uno de pan, una copa y un vaso. Y también las mesas estaban muy juntas entre sí. No había espacio suficiente para disfrutar cómodamente.
Exhibición y calidad de los alimentos: El buffet tenía una distribución desprolija. Había poca cantidad de cada plato, y con la cantidad de gente, rápidamente faltaban opciones. Además, los alimentos no estaban refrigerados adecuadamente: los camarones y postres permanecían a temperatura ambiente por más de una hora, lo que afecta la calidad y salubridad.
Falta de opciones tradicionales: Para ser un brunch, faltaron muchos elementos de desayuno como yogures, granola, pastelería fresca, bollería, mermeladas y huevos.
Problemas en los platos: El salmón no estaba fresco, el peceto (vitel toné) era seco y con poca salsa (sin alcaparras). Los postres, aunque bien decorados, tuvieron altibajos: el flan estaba rico, pero la crème brûlée era espantosa (grumosa, sin sabor y sin la capa crocante). El tiramisú, supuestamente la especialidad de Buono, carecía de sabor a café, mascarpone o cacao. Algunos platos principales, como la trucha y los ravioles de salmón, estaban sobrecocinados.
Servicio inconsistente: Me trajeron un té de frutos rojos en saquitos de la marca más barata del mercado, algo triste para un hotel de esta categoría. Además, el agua se sirvió en botellas plásticas. Para cualquier solicitud, había que llamar al mozo, ya que no había un servicio atento y continuo.
En conclusión, por $75.000 por persona (U$S 75, noviembre 2024), el brunch no cumple con un hotel 5 estrellas. La experiencia no se acerca a lo que uno espera por ese precio y categoría. No lo recomiendo, y espero que estas críticas sirvan para que el hotel...
Read more