Ravel — Restaurant in San Martín de los Andes

We were nervous when we sat down on the lovely outdoor patio as there were only two couples inside and no one else on the patio. We were a group of 6 Americans and were hungry. They said their specialty was the pastas (?) although the trucha (trout) got rave reviews. What I appreciated most was the service. This was the first restaurant, after being in Argentina for 7 days, that was attentive and brought items we didn’t have to ask for like salt and pepper. Everyone commented on that as we left the restaurant. Shout out to Guadalupe, our server, she was warm...

Fuimos con mi novio la última noche de vacaciones para comer un cordero al que le teníamos ganas desde que llegamos, estuvimos buscando lugares y nos quedamos con este por la puntuación, pero la experiencia NADA QUE VER. Pedimos cordero con reducción de vino que parecía que estaba hecha con un vino de mala calidad porque sentía un sabor un poco agrio en la reducción, nada que ver con las fotos de las reseñas, la salsa era espesa, el corte era demasiado grueso y medio seco de por si, pero esa no era la peor parte... Pedimos también un cordero al asador que era INCOMIBLE!! Eran 2 piezas de PURO HUESO y UN PEDAZO DE CUERO que no tenía absolutamente NADA de carne y la poca que tenían los huesos la tenías que rasquetear, pedimos que le cambien, porque ese cuero no tenía nada de carne, pero a la vista estaba que era todo para cambiar... Llego el plato de nuevo después de 20 min con los mismos dos huesos que no tenían nada de carne y solo le cambiaron el pedazo de cuero por un pedacito mínimo de carne. La verdad es una vergüenza. Nos encajaron un plato de hace 3 días aproximadamente. Pagamos 15mil pesos ese plato para no comerlo básicamente. No sé para que ofrecen un plato que no tienen fresco. No lo hagan pagar a uno por algo que NO TIENEN o que van a sacar de hace 3 días. Lo único que estuvo bien fue la entrada, los platos principales dejaron mucho que desear y eso que éramos 3 o 4 mesas a lo sumo porque estaba VACÍO. Cobran servicio de mesa. Malísima experiencia, no volvería ni en mil años. 28 de...

En el corazón de San Martín de los Andes, en una casa con historia, funciona Ravel, un restaurante que combina tradición y calidez con una propuesta gastronómica de primer nivel. Se trata de la antigua residencia de la familia de Américo Astete, pionero del esquí en la localidad, y su esencia sigue viva en cada rincón. La madera y la piedra predominan en el interior, junto a un hogar a leña y una salamandra que suman al clima acogedor. En las paredes, fotos antiguas narran historias de la ciudad y de Buenos Aires, generando un ambiente nostálgico y encantador.

La atención es impecable, con mesas perfectamente presentadas y una carta que equilibra variedad y calidad. Lo más destacado: muchos de los ingredientes provienen de su propia huerta, asegurando frescura y sabor en cada plato.

Para empezar, la provoleta margarita sorprendió con su combinación de queso fundido, albahaca, olivas negras, tomates secos y cherry, logrando un equilibrio de texturas y sabores que reconforta.

Los principales elevaron la experiencia: los sorrentinos de calabaza con salsa de tomate resultaron suaves y deliciosos, mientras que los raviolones de cordero con salsa de hongos fueron cremosos, contundentes e inolvidables. Sin dudas, la mejor pasta que probamos en mucho tiempo.

En Ravel, la historia y la gastronomía van de la mano, en un rincón de la Patagonia que invita a quedarse y disfrutar.

#SanMartinDeLosAndes #PatagoniaGourmet #RavelRestaurante #ComidaArtesanal...