Restaurant Paola — Restaurant in Valparaíso

Hoy fui a almorzar en mi horario de colación a Rest. y fuente de soda Paola en Valparaíso, mi colega solicitó un sándwich y yo pedí un menú, llegaron las bebidas , el pan, el pebre y mi entrada hasta allí todo bien, luego a mi colega le llegó su sándwich y todo bien... Mi colega estaba terminando de comer su sándwich y a mi todavía no me llegaba la crema que venía después de la entrada, pasaron 20 minutos app y pregunté al Garzón que pasaba con la crema y el fondo... Se disculpó y me dijo que esperara ... pasaron más minutos y llegó la crema , termine de servirme la crema y el plato de fondo no llegaba ... Me tenía que ir por la hora, mi colega había terminado hace rato y no llegaba el Garzón para pedirle la cuenta ... Bajamos para cancelar en el primer piso , me acerqué al Garzón y le dije que tenía que irme , me dijo le llevo su lasaña ahora , a lo cual, yo le comenté que había esperado mucho y quería cancelar ... Me acerqué a la caja y le consulté a la persona que estaba allí si era el dueño , le expliqué lo que me pasó y me dijo que pidió ? Le conteste y no dijo más palabras, había una persona al lado quien me dio la cuenta completa... Considerando que no me pude servir el menú completo por demora en atención de ellos, le dije que no correspondía el valor de la cuenta, me dijo usted pidió el menú y el resto así que se debe cancelar ... y debería venir con más tiempo ... Esto último lo encontré el colmo además de cobrarme la cuenta completa sin propina por lo menos , me dice que tengo que ir con más tiempo ... estuve una hora en el Restaurant , sirvieron platos a gente que llegó después que yo y me dice que tengo que ir con más tiempo... Ósea ... Como no me gusta armar atados ni peleas pague lo que me solicitaron y me fui. Les hago comentario para que no pasen por lo mismo que yo en este conocido Rest. Y Fuente de Soda Paola, ubicado en calle...

Mi experiencia en este lugar fue mixta. Por un lado, el servicio fue excelente y muy atento. Sin embargo, hubo algunos detalles en la comida que no me gustaron.

Los jugos, aunque frescos, me parecieron que tenían un sabor extraño, como si contuvieran algún tipo de edulcorante artificial.

Las machas a la parmesana fueron una decepción, ya que el queso no estaba bien derretido y carecía de sabor a parmesano.

El salmón a la mantequilla con puré fue otro plato que no me gustó. El puré estaba mal preparado, sin sal y con una textura desagradable. Además, la mantequilla se había vertido encima del puré de manera que quedó muy grasoso y aceitoso.

La merluza con arroz fue otro plato que no me convenció. La merluza tenía un sabor raro y contenía espinas, aunque el arroz estaba bien preparado.

Por último, quiero mencionar que los baños estaban en mal estado, sin pestillos en las puertas y sin tapas en los inodoros.

A pesar de estos inconvenientes, estoy dispuesto a darles otra oportunidad, pero esta vez probaré los completos, que he oído...

En el restobar Paola, el completo no se sirve: se declama. Pan tibio, tostado con precisión, que abraza sin romperse. Mayonesa casera, cremosa y equilibrada, con ese ácido justo que despierta sin invadir. Mostaza suave, casi tímida, que acompaña sin robar protagonismo. Chucrut en su punto de fermentación, fresco y con carácter. Y la salchicha, ahumada y noble, como debe ser: el corazón del bocado. En el italiano, la palta es sedosa, verde intensa, como recién molida en la cocina de una tía porteña.

Pero si el hambre exige un manifiesto, el plato “Paola” responde con poesía: longaniza, prieta, arrollado de lomo costillar y chuleta, escoltados por ensalada fresca. Es un tributo a la cocina popular, sin adornos ni disculpas. Un plato que no se...