Blend • San Pedro — Restaurant in San Pedro

Lamentablemente, mi visita más reciente a Blend San Pedro fue una de las peores experiencias que he tenido en un restaurante. Es evidente la falta de recursos, desorganización interna y posiblemente una pobre capacitación al personal, o bien, simplemente ya no tienen la capacidad de sostener un restaurante funcional.

Llegamos a las 7:00 p.m. y al hacer el pedido nos informaron que tardaría entre 20 y 30 minutos, algo que entendemos completamente, ya que es un lugar con mucho movimiento y estamos acostumbrados a esperar con paciencia. Sin embargo, tras 50 minutos sin recibir noticias de nuestra orden y viendo cómo otros comensales que llegaron mucho después ya habían comido, pagado y se marchaban, comenzamos a notar que algo andaba mal.

Consultamos con la mesera y su respuesta fue simplemente: "¿No se los han traído?". Es decir, olvidaron por completo nuestra orden. Aún así, seguimos con paciencia, nos pidieron esperar 5 minutos más. Terminamos esperando 15 minutos adicionales, lo que se traduce en una espera total de una hora y diez minutos por unos platos que supuestamente ya estaban listos.

Cuando nos levantamos para irnos, la mesera apenas venía saliendo con los platos en la mano. Pedimos la comida para llevar, sin ningún tipo de disculpa real, sin compensación, sin descuento, y lo peor: con malas caras de parte de todo el personal, como si nosotros fuéramos los que cometimos el error.

Nos duele esta situación porque somos clientes frecuentes de Blend Real Cariari, donde la experiencia ha sido consistentemente buena. Sin embargo, Blend San Pedro deja muchísimo que desear. No es la primera vez que nos olvidan la orden, que entregan media porción en lugar de una entera, que sirven la pasta o la salsa equivocada… y claramente no pueden mantener el ritmo ni la calidad que caracteriza a la marca en otras sucursales.

Nos vamos muy molestos por el mal rato, el pésimo trato y la decepcionante atención. No lo recomendamos...

Honestamente hace mucho quería ir, en lo personal no era fan de las pastas, pero decidí ir y realmente quedé encantado, se volvió mi restaurante favorito y no sólo el mío, también el de mi pareja, en cuestión de un mes he venido más de 5 veces y me fascina, he venido con amigos y también con familiares y todos me dijeron que les sorprendió mucho la calidad tanto de la comida como de las personas que atienden. El servicio es excelente, me han atendido Tania, Mari, Michelle y Wendy, todas son excelentes, respetuosas y sumamente amables, es un lugar en donde uno realmente se siente bienvenido, el servicio al cliente es realmente bueno y lo digo de manera 100% honesta, de hecho, un día realicé una sugerencia y la tomaron con todo el entusiasmo y la llevaron a otro nivel, por cosas como esas es que vale la pena venir a este lugar, de verdad escuchan al cliente y eso es lo mejor en un restaurante. No he tenido la oportunidad de conversar con los de la cocina, pero no quiero dejarlos de lado en el comentario, y los felicito, cocinan excelente y la higiene excelente, lo que he observado por medio de una ventanita que hay siempre con un constante lavado de manos y cero quejas con la comida, realmente me encanta el lugar y lo recomiendo muchísimo. Hice este comentario porque me comentaron que alguien dejó una mala reseña y en lo personal no la comparto, por lo que me parece que también merecen que clientes que de verdad apreciamos una buena comida y un buen servicio les dejemos este tipo de reseñas positivas, porque es su trabajo y merecen leer cosas positivas, porque de mi parte solo cosas positivas tengo por decirles a todos los que trabajan ahí en el Blend de San Pedro. Probablemente no falta la persona que crea que es un comentario patrocinado o que me dieron alguna regalía, pero no es así, esto que comento es realmente lo que pienso del...

Visitamos este restaurante con muchas expectativas, pero lamentablemente la experiencia no fue la mejor. El local es bastante pequeño y no cuenta con ventilación, lo cual hace que el ambiente se torne incómodo, especialmente si está lleno.

El piso estaba visiblemente sucio, y en el baño no había toallas para secarse las manos, lo cual es un detalle básico que no debería faltar. Tuvimos que esperar 45 minutos para recibir nuestros platillos (dos principales y una entrada), y vimos cómo en una mesa cercana de seis personas les sirvieron primero a una sola persona, y 20 minutos después al resto.

La comida estuvo normal, nada extraordinario. Lo único que realmente destacó fue la salsa napolitana de las albóndigas, que sí estaba muy sabrosa. Sin embargo, tuve que pedir queso rallado a dos meseros distintos: la primera me ignoró por completo, y el segundo lo trajo después de 7 minutos de espera, cuando ya casi había terminado de comer.

Para finalizar, el sistema de pago también deja mucho que desear. Uno debe levantarse para pagar en caja, lo cual resulta incómodo considerando lo reducido del espacio; sería ideal que ofrecieran la opción de pagar desde la mesa.

Con varios ajustes en atención al cliente, tiempos de servicio, limpieza y organización, este lugar podría mejorar mucho. Por ahora, mi experiencia no fue...