Vetus — Restaurant in Vietri sul Mare

The name of the place is VETUS not mangiamo .I’d like to share the experience I had: The first drinks were not cold. Instead of immediately offering to replace them with cold ones, the waiter said, “They’re cold enough for me.” Later, they brought an ice bucket. A margarita pizza was brought to our table even though we never ordered it. We tried two different pizzas, but honestly, there was no real difference in taste—just in color. The pizza was, in my opinion, below average. The food arrived late; the pizza came first, then the pasta. At the end, we asked for a small bag to take the leftover pizza, but they brought a huge pizza box. The waiter said, “This is all we have.” Fortunately, the owner kindly gave us a more practical paper bag from under the counter.

General impression: The waiters were around 18 years old, seemed inexperienced, and lacked good customer communication. No matter how dedicated the owner is, it’s difficult to deliver good service with this team. The food and service were definitely not worth a 4.7 rating—let’s be honest. I also think the bill was high (Pasta was €16, pizza €10–12). Wouldn’t it be better if the pizza chef at least wore something hygienic over his clothes?

NOTE: This “I know everything” attitude is simply not acceptable. A business owner who doesn’t admit to a single mistake, cannot handle criticism, refuses to even correct their name on maps, and lectures their customers, does not deserve a 4.7 rating!

Even if everything were perfect, you still shouldn’t talk down to people like that. A good location doesn’t automatically mean good service — and in your case, it...

Stepping into Le Virtù in Tavola feels like entering a warmly lit corner of Rome where tradition meets finesse. The atmosphere is cosy yet elevated — rustic wood accents, soft lighting, attentive staff — all of which set the stage for memorable dining. Starting with the seafood pasta, it’s among the most satisfying dishes here. The pasta is homemade (or at least feels like it): al dente with a subtle bite that carries the sauce well. It’s beautifully balanced — fresh shellfish and fish, just enough garlic, a touch of chilli or herbs, olive oil that shimmers without overwhelming. Each bite tastes of the sea, clean and bright. Particularly strong are the clams or mussels; they’re cooked just so, not rubbery, still tender, contributing briny depth rather than overcooked toughness. The seafood ragù is a highlight as well. This isn’t the classic meat‑based ragù, but the seafood version here is rich without...

Qué decepción. Nos dejamos guiar por las reseñas y por el ambiente de las mesas, el sitio más lleno de la zona. Fuimos un lunes para cenar, en pleno agosto, por lo que estaba casi lleno.

En cuanto a la comida, muy básica. La lechuga y rúcula de bolsa, como la que puedes comprar en cualquier supermercado, ambas fueron el acompañamiento tanto del entrante, que era especie de ensalada que venía con un pan tostado en la base y acompañado de atún, cherrys y berenjena y con una base de lechuga. El sabor del plato fue una completa decepción, muy salado y sin resaltar ningún ingrediente que potenciara el conjunto final.

También, en este caso la rúcula fue el acompañamiento de uno de los segundos. Este fue un atún acompañado de rúcula y cherrys, otra completa decepción, un plato muy básico. Por ello, pedimos si podían incluir como acompañamiento algún tipo de patatas cocidas o asadas (ya que vimos que si acompañan a otros platos) y la respuesta fue completamente negativa, y no hubo ninguna manera de que se añadieran como complemento extra, ni tampoco mucho interés en satisfacer nuestras necesidades. La rúcula, al igual que digo arriba, de bolsa, y lo único destacable del plato era el bonito a la plancha, que si que estaba en su punto y tenía buen sabor (lo malo su cantidad, muy escasa).

El otro plato principal fueron unos spaguetis con algo de marisco (mejillones, almejas, navajas) y tomate cherry con aceite. El marisco si que estaba bueno y el plato fue lo mejor de la cena.

Finalmente y para rematar, pedimos un poco de pan (se agradece que no lo cobrasen) pero, estaba pasado no, lo siguiente. Y es una pena, porque parece que tenía buen sabor, pero su dureza y chiclosidad ya no te dejaban saborearlo.

Al margen de todo esto, y pese al nivel medio-bajo de la comida, que no es poco para un restaurante, sin duda la nota mas negativa se la lleva el servicio, completamente desbordados. Desde que nos sentamos, pedimos y recibimos el primer plato pasó más de media hora. Cuando llegó este plato no nos pusieron cubiertos y al pedirlos tardaron como otros 5 minutos en que nos los pusieran ya que al parecer no tenían en ese momento más. Las dos chicas que había parecían muy perdidas, y uno de los dos chicos, el más joven era el único que parecía que sabia desenvolverse bien. Una pareja que teníamos al lado estuvieron esperando por el 2° plato 40 minutos, pero ya llevaban allí 2 horas y encima el 1° plato les trajeron uno que no habian pedido, estuvieron a nada de levantarse e irse sin acabar.

En definitiva, no sé si fue un mal día o qué pasó, pero la experiencia fue malísima, sinceramente no volveré y menos...