Casa MaRo – Brunch y Desayunos en Guadalajara — Restaurant in Jalisco

Sin duda una gran y desagradable sorpresa, después de años de conocer y probar la comida de la Sra Rosi, al fin me tocó ir a conocer este lugar y la experiencia fue agridulce y desabrida, justamente como sus chilaquiles, para empezar el servicio del Sr Arturo pésimo, esperamos bastante los alimentos, durante la espera te ofrecen pan, bebidas de promoción que al final me parecen caras para lo que son, se me ocurrió pedir sal para mis chilaquiles a la chef y me ignoraron por 20 minutos creo que me lo gané por querer que mi comida tuviera sabor, hubiera sido peor que pidiera algo para darles texturas a los chilaquiles sin sabor y duros, afortunadamente no lo hice, pedí un huevo extra tierno y lo anduvieron paseando por el lugar y al entregarlo estaba muy recocido, está demás comentar que era inútil hablarle al mesero ya que siempre está volteado y si debo decirlo ocupado con otra cosa, creo que la falta de personal es lo que agravó el día, pero para los que algún día tuvimos la fortuna de comer la comida de la Sra Rosi, es una desagradable decepción la que me lleve, al final pedí para llevar (pensando que era la clásica capirotada de la sra Rosi) tres capirotadas de picón las cuales se extendieron en el precio habitual que manejaba la sra Rosi, claro es entendible están en un lugar que aparenta ser de alta cocina, para nuestra sorpresa no lleva ni al cuarto de porción de lo habitual en las capirotada de Rosi, y ni hablar de su sabor y la ausencia del picon (demonios a quien. Se le ocurre poner para llevar una capirotada de picón con una porción de nieve de limón en un molde sin divisiones) ya abran el intento de Carlota que terminó siendo la capirotada.

En total fuimos 6 comensales fieles seguidores de la cocina de la Sra Rosi, y salimos con el mismo sin sabor de los alimentos, deberían de quitar el l nombre de la Sra De la historia del lugar ya que desafortunadamente no se siguieron sus principios, gracias por los alimento y la cuenta de más de $2000 pesos que no disfrutamos, cabe mencionar que nos pidieron diéramos referencias del lugar omitiendo todo esto y solo comentando que la cajera y si es verdad fue la mejor experiencia del día por su agradable trato.

Nuestro problema fue, que esperábamos mínimo buen servicio, buen sabor y que mínimo tuvieran la calidad de la Sra Rosi a un 60%, si nunca has probado su comida y vas, tal vez te pares a un gran...

Muy mala experiencia, vinimos por una reseña instagramera, y aunque el lugar es bonito es muy, muy pretencioso, solo hay que ver que alguien dedicó demasiado tiempo y atención para que el soporte para los cubiertos y la sal tuviera la forma de una mano... mejor inviertan su tiempo y creatividad en otras cosas, por ejemplo en la comida.

Pedimos unos omelets con chicharrón y frijoles. Que llegaron en un emplatado bonito pero impráctico, con la ensalada sobre el omelete. El sazón es peor que básico, desabrido, insípido. Hasta pedimos sal, y aunque le agregamos bastante no logramos que mejorara gran cosa. Nunca había probado un chicharrón y unos frijoles tan raros, como que quisieron innovar en la preparación, o trataron que fuera más saludable, pero solo consiguieron que la comida sepa a cartón. Los platillos tienen una pretensión como de cocina de autor, pero mal ejecutados. Mi amiga ni siquiera pudo comer la mitad del suyo.

Pedí un té de limón con jengibre en 40 pesos que sonaba muy bien, pero resultó ser del Sam’s club.

Y la cereza sobre el pastel es que mi amiga pidió un vaso de agua además de dos cafés, y le llevaron una botella en 35 pesos. Oigan, ya ni ese servicio pueden proporcionar gratuitamente. Es el colmo. No volvería ni aunque me invitaran.

Los meseros no dan el mejor servicio pero hacen lo que pueden con lo que ofrece el restaurante. Su servicio está bien, no son invasivos como en otros lugares, gracias al cielo nos pasaron rápido la cuenta para poder salir corriendo...

El sábado fuí a festejar mi cumpleaños, lo que me llamó a ir a ese lugar fué la capirotada que he comido de la señora Rosy, pensé que era igual ( y obviamente que mi expectativa era el sazón de la señora Rosy). -Primero nos asignaron una mesa donde llegaba el sol, y cuando pedí que nos prendieran el ventilador, me comentó el mesero que no servía. -Nos ofrecieron pan, que esta bueno si, pero lo cobran muy caro para lo que es. Recomiendo mejor el del oh lala -Las bebidas tardaron mucho en llegar, y la comida aún más. -Los platos los sirven muy bonitos, pero la comida estaba desabrida y los chilaquiles secos, muy feos. Le pedimos sal a la chef, pero como que se ofendió por que la sal no llegaba, se la pedimos a un mesero y tampoco... hasta la tercera vez llegó la sal. -Al final pedimos para llevar la deseada capirotada, tardaron mucho en llevarlas, compramos varias, cuando las revisé mi sorpresa fué la porción, por el precio, pensé que sería más generosa. Pusieron un recipiente con nieve de limón pero no lo taparon, así que terminó siendo carlota y tiré la mitad por el sabor. Nada que ver con las de la mamá de la chef. Ahora entiendo que es completamente otro restaurante, muy diferente a lo que la señora Rosy cocinaba. Pero definitivamente no regreso, mi experiencia no fué muy cómoda y la comida no me hizo feliz. -un lugar muy pretencioso, deberían de enfocarse en el sazón, los meseros te tratan bien, pero con tanta gente el servicio se...