PINOCCHIO - Chapalita — Restaurant in Jalisco

Lamentable, no hay otra palabra. Si hay algo que me decepciona más que un restaurante malo es uno que tiene precios cuantiosos y sea malo.

(Es una reseña muy larga, si desea omitirla, léase el último párrafo).

Para empezar, el tiempo de espera para servir los platillos fue exagerado para lo que eran (y no, no había tanta gente), encargué el platillo "Vitellone al Forno", costilla horneada sobre una cama de puré de papa, espinacas salteadas y poro frito. Para no extenderme más, la carne de la costilla sabía a carnaza, tal cual como la que encontrarían en su taquería local, he de decir que tenía una suavidad increíble pero no ofrecía más, ni sabor, textura, nada. Si a "espinacas salteadas" se refieren a espinacas cocidas con aceite de oliva, le invito a quién sea que escribió el menú a que vaya a un restaurante (Vincent por ejemplo) y encargue un platillo con estas. No me quieran contestar "que van a la italiana" porque tan si quiera las que van a la italiana llevan ajo y son eso, espinacas a la italiana, no salteadas. El puré de papa es lo más rescatable, pero aún así no era de aquellos, estaba suave y cremoso, pero sabía a papas con lechita y mantequilla, yo sé que así es, pero era solo eso, no más sabor.

Mi acompañante ordenó "Filetto e Ravioli", que para empezar, "filetto" en español es «filete» y el menú dice "escalopas de res", no era ni uno ni otro porque la carne estaba excesivamente sobrada de grasa, o lo que conocerán como «gordos», déjenme decirles que un filete no trae gordos, ni aunque intenten. Preguntamos a la mesera y nos comentó que "es que es picaña". Nuevamente, invito a quién sea que escribió el menú a que vaya a una carnicería a pedir filete, a ver si le dan picaña. Porque francamente, para ordenar algo y que te lleven otra cosa totalmente diferente, mejor me voy a McDonald's (que ni me gusta) con los ojos y los oídos tapados y apunto algo al azar del menú, a ver qué me llevan. Continuando, este platillo también lleva Ravioles, con muy buen sabor, pero la pasta estaba cocida de más, estaba aguada y tenía una consistencia desagradable. El "espejo de queso crema" que traía parecía sopa de lo caldoso que estaba, no era ni espeso.

No pedí cócteles, no puedo opinar, pero seguramente pedía una Mimosa y me llevaban un Clericot.

El lugar es muy bonito estéticamente, agradable y cómodo, la temática de Pinocchio está muy bien lograda, tiene referencias al cuento en todos lados e inclusive el menú es el cuento mismo y la cuenta era una caja musical con un Pinocchio magnético dando vueltitas por la caja. La atención siempre fue amable, cuidada, servicial, respetuosa e incluso divertida por parte de las meseras.

Por supuesto que hicimos saber nuestras incomodidades a los meseros, por lo que nos llevaron a la que desconozco si era la capitán de meseros o la gerente, se disculpó por las molestias y nos invitaron un postre de cortesía, le preguntaron a mi acompañante qué querría y luego a mí, escogimos Tiramisú... nos llevaron solo uno, estoy de acuerdo, es una cortesía, pero, ¿para qué nos preguntan individualmente a ambos qué queremos si de todos modos harán caso omiso? Bueno... se agradece el Tiramisú, pero también dejó mucho por desear, no sabía ni a café, ni a cacao, sabía a cremita de vainilla con pan de pastel, que por cierto, también le faltó espesor, incluso traía galleta adentro y eran galletas maría, tal cual. No supe y ni quiero saber cuánto le han de cobrar a la pobre gente por desdichado postre, porque los que he probado que hacen caseramente por mi colonia están tres vueltas a la manzana mejores.

Luego de eso nos llevaron unos licor arancino también de cortesía, que he de decir que muy bueno, lo único destacable y más rico que probé ahí, sobra mencionar que es lo único que no prepararon ahí.

Un restaurante muy bonito por dentro y fuera pero vacío en sabor, calidad y textura, pésima experiencia para el costo, no recomiendo para nada el...

🍕 food: pizza was absolutely amazing, a real Neapolitan style. The pasta was a different story, I felt the Carbonara wasn’t that tasty so we order an Alfredo (I was sure they wouldn’t mess up an American invention). The Caprese salad was nothing special but that’s not the restaurant’s fault, this dish is just too basic. Overall, the food was fine, much better than other Italian places in GDL. 🍷 drinks: the house wine was good, I’ll leave it at that. Argentinian Malbec for a very cheap price in Mexico, can’t complain much. 🤵🏻‍♂️ service: the ladies at the reception were super polite and friendly, we didn’t have a reservation and we still got a table rather quickly. The waiters were super fast at taking orders and delivering food, no mistakes from their side. Friendly, attentive, all great. 📢 atmosphere: it’s a loud environment, too many guests chatting and a dj playing make the environment noisy, which isn’t what you want if you are there on a date or a family dinner, for sure a great place for a...

Vienes por lo llamativo del lugar, y probablemente regreses solo por eso. El restaurante, sin duda, es una joya visual, inspirado en Pinocho, con una decoración rica en detalles que capta la atención desde el primer momento. Sin embargo, al igual que muchas otras opiniones, el servicio parece ser un área de oportunidad para el lugar.

Afortunadamente, evité las horas pico y fui un jueves a las 2 pm, cuando prácticamente estaba vacío. El recibimiento fue agradable, con una bebida de cortesía que marcó un buen inicio.

La carta, presentada en un libro temático de Pinocho (detalle curioso y encantador), es atractiva a primera vista, pero ya mostraba signos de desgaste por el uso excesivo, lo cual es un fallo en la experiencia. El menú es limitado, con lo típico de una trattoria: pastas, ensaladas, pizzas y una oferta de cócteles interesante.

Optamos por una pasta para dos, servida en la clásica rueda de queso Parmigiano Reggiano, que siempre promete ser un espectáculo. La preparación en mesa, con todo el protocolo del raspado de queso, el licor flameado y la mezcla con la salsa, es entretenida y añade un toque de dramatismo. No obstante, lo que prometía ser un plato memorable terminó siendo una decepción. La pasta no estaba al dente, y la textura se sintió floja, con una salsa que no alcanzó el equilibrio que esperábamos. Después de ese desencanto, consideramos probar una pizza, pero al verlas pasar a otras mesas, decidimos no arriesgarnos.

En cuanto a los cócteles, no decepcionaron. Los precios están en línea con lo que se ve en otros lugares de la ciudad, aunque un poco elevados, pero aceptables considerando la tendencia actual.

En resumen, en una ciudad como Guadalajara, que cuenta con una oferta impresionante de cocina italiana, es difícil destacar con una propuesta culinaria promedio. O bien deslumbras con sabores excepcionales, o apuestas por un ambiente espectacular que compense las carencias de la cocina. En este caso, Pinocchio pertenece claramente a la segunda categoría: un lugar extraordinario con una cocina que no está a la altura de...