Si te quejas por la pésima logística con el orden de la lista (ya que no lo respetan) la dueña te laxa las bebidas, y lo comprobamos por qué éramos clientes frecuentes cuando no existía la lista absurda para poder tener una mesa (que repito, no respetan), dejamos de ir mucho tiempo ya que el lugar se hizo poco accesible y la atención empezaba a empeorar. Mi novio tomaba siempre el lazi (kefir con cardamomo me parece) y la neta la que pidió el kefir y se molestó por el tema de las mesas esta vez, fui yo. Era la primera vez que lo pedía y genuinamente no me gustó al darle un sorbito, se lo di a mi novio. Estaba de mal humor por qué no era la primera vez que nos atendían como si nos estuvieran haciendo un favor, cuando llegamos había dos personas antes de nosotros y terminaron pasando a 7 antes que a nosotros (incluyendo a las que llegaron después) el kefir nunca le había hecho daño antes de hoy. Llegando a casa tenía temperatura de 38 y una diarrea meramente explosiva, llevamos una dieta bastante limpia y parecida a lo que el desayuno el día de hoy (yogurt con fruta, kefir), no me sorprende ya que a pesar de las apariencias (y si, dado a que yo tenía una actitud de no querer estar ahí a pesar de mi mascota, mi ahijada y mi novio recordándome que era uno de nuestros lugares favoritos y que yo lo sugerí) la dueña sea una malvibrosa, y que el lugar acabó por ser un punto de reunión para blanquitos ...
Read moreBeautiful and cosy cafe with a relaxing atmosphere. We loved that the chai and matcha came unsweetened, made with quality ingredients. However the chai could have been a bit stronger. For food we had the chilaquiles rojos and the huevos cumbres. The chilaquiles was huge and full of flavour. The huevos was tasty but simple, the salad dressing was oily and not flavourful and we would have liked some butter on the toast. Overall we enjoyed our meals and left...
Read moreUn lugar muy tranquilo y acogedor con una propuesta bastante curiosa, pues aunque el ambiente pudiera parecer un poco hipster, en realidad es más bien chic tradicional. Las dos mujeres que llevan el lugar le han dado un toque muy hogareño y plant friendly. Además del servicio de restaurante, tienen venta de productos artesanales y piezas de arte. Puedes comer copiosamente en pareja por $300, ya que las porciones de los platillos son más bien tipo brunch. El único detalle que realmente puede ser una molestia es el tiempo de espera: tardan mucho en tomar la orden, otro tanto en prepararla y un poco más en servirla (además de que en mi última visita no tenían todos los ingredientes para preparar lo que ofrecen en la carta). Tener que esperar tanto sin que necesariamente haya muchos comensales es desalentador, pero la verdad, vale la pena por su sazón y sus porciones porque es un gran deal en relación a su costo/calidad: los toast son una pasada y las bebidas están bastante bien. Recomiendo la kombucha ya que tienen tanto la natural como de sabores. Tal vez si vas en plan súper slow food y llevas tu laptop o algo para leer te pueda interesar. Las dependientes son súper amables, lindas y detallistas. Lugar pet friendly (cuentan con mesas exteriores). Aceptan pago con tarjetas bancarias.
Actualización: el lugar creció, ya que se cambió al siguiente local. Tienen más mesas y más espacio...
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