Cómo en muchos lugares, no todo es mencionado, así que, les daré mi más sincera opinión. Fuimos en grupo de 13 personas precisamente para nuestra comida de fin de año, todo sea dicho, el lugar se siente muy acogedor y con una temática típica mexicana, el espacio es adecuado y está bien distribuido, lo que más me gustó fue la música en vivo ya que contratan a cantantes excelentes que conviven con los comensales, en general tienen mucho carisma y se disfruta la variedad de géneros musicales. Lo malo y por lo cual doy esa calificación es que el servicio deja muchísimo que desear, al ser un lugar que no es precisamente barato y con la poca o mucha experiencia que tengo, uno siempre busca que el personal sea atento en todo momento, lo cual no es El Fuerte de este lugar, los platillos que pedimos tardaron un tiempo exagerado en llegar, aproximadamente media hora y todos a destiempo, por lo cual cuando unos incluso ya estaban por terminar, algunos todavía no empezábamos, todas las órdenes de tacos de birria con consomé llegaron frías y tuvimos que pedir que las calentaran , por lo cual hubo que esperar aún mas tiempo, no sin notar que en algunos de los platos se sirvió una porción de carne dura y muy difícil de masticar, ahora bien sin tener en cuenta que éramos un grupo grande, el mesero rara vez se acercó a preguntar si nos hacía falta algo, con lo cual teníamos que buscarlo para recibir atención, por último y para rematar se te hace el cobro obligado de servicio el cual es del 15% que obviamente no se menciona al entrar y que les dejo como dato a considerar, yo no volvería, no lo recomiendo para nada y por los precios que manejan sin duda hay...
Read moreDesafortunadamente no puedo calificar más allá del lugar que tiene asignado la hostess. Se hizo una reservación con una semana de anticipación, se confirmó la misma, aún así el día de la reservación la hostess nos indicó que no había ninguna reservación , incluso una persona que estaba al mismo tiempo le dijeron que su reservación había quedado registrada para una semana antes. Al insistir con la hostess que no fue culpa nuestra, sino un error del establecimiento, el capitán o gerente de la sucursal se acercó a comentarnos que estaban por darnos una mesa, sin embargo no nos dijeron que iba a ser una mesa plegable, al cuestionarlos la hostess en actitud prepotente nos dijo "¿y qué tiene?", el capitán/gerente nos dijo que era lo único que podían hacer, que sabía que era error de ellos pero no podían hacer nada, le preguntamos por qué a nosotros nos ponían una mesa plegable y siguió diciendo que era lo único que podían hacer. Evidentemente nos fuimos del establecimiento enojados, quedando mal con la familia. Media hora después de habernos retirado, el gerente del establecimiento, así se identificó, me contactó para regresar, que había hablado con otro cliente y que accedió a cambiar de mesa, se agradece la intención, pero dudo mucho que un cliente haya cambiado de mesa por una plegable lo más seguro es que no llegó esa reservación y por el terrible trató menos regresaríamos. Era un día importante para la familia y se arruinó por un pésimo servicio y actitudes. Tal vez nos tocó la de malas con el establecimiento, pero por si las dudas, les recomiendo tengan cuidado al momento de hacer una...
Read moreLlegamos puntuales a las 8 p.m., dos horas antes del show de un imitador de José José, con toda la intención de disfrutar la velada completa. Nos recibieron bien al principio, nos entregaron las cartas y pedimos cervezas. Cuando el mesero nos preguntó si deseábamos ordenar comida, le dijimos amablemente que preferíamos esperar un poco.
A partir de ahí, su actitud cambió radicalmente. Nos retiró las cartas de forma grosera, como si nuestra decisión de esperar fuera una ofensa personal. Desde ese momento, cada interacción fue incómoda: cada vez que traía algo a la mesa lo hacía con una jetota digna de villano de telenovela.
Cuando por fin pedimos la parrillada, la puso encima de mi plato, sin cuidado ni atención, como si yo no estuviera ahí. Tuve que pedirle que por favor la moviera para poder hacer espacio.
Y por si fuera poco, jamás se acercó a ofrecer nada más. Si queríamos otra bebida o cualquier cosa, teníamos que buscarlo, llamarlo, casi que invocarlo con ouija.
El final fue lo más dulce de la noche: dejamos 0 % de propina. No por coda, sino por dignidad. Y ahí sí… el señor se ofendió. Con tono sarcástico nos dijo que él nos pagaba el Uber. Pues que lo pague, porque la noche se salvó gracias al imitador, no gracias a él.
Vinimos a escuchar a alguien cantar como José José, no a ser tratadas como si fuéramos un estorbo. Y eso sí, no...
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