Cevichería en San Borja | El Escondite — Restaurant in Lima Metropolitan Area

Venturing into the realm of gastronomic serendipity, I stumbled upon this hidden culinary gem quite by accident. As I ambled through the door, I was met with a warm welcome from the staff, who swiftly ushered me to a cozy table for two with a nonchalant wave that whispered, "Fear not, famished wanderer, for your epicurean journey is about to commence." The service, oh the service! It danced on the tightrope of professionalism with the grace of a seasoned performer. The waitstaff, akin to literary sprinters. In terms of ambiance, simplicity reigns supreme in this establishment. No symphony of melodies to serenade your senses here, just the harmonious hum of fellow diners swapping tales of culinary conquests amidst the clean, unembellished decor. Now, let's talk about the pièce de résistance—the food. I took a plunge into the depths of the sea with a crispy fried seafood extravaganza, and oh my taste buds, did they embark on a voyage of ecstasy! Arriving at the table in a flash, the bounty before me was not only generous in portion but also in flavor, accompanied by an ensemble of delectable sauces that tantalized the palate. And let's not forget the beer, which made its grand entrance precisely at the moment of relaxation, as if choreographed by the culinary gods themselves. Now, my dear epicureans, let's address the elephant in the room—price. Yes, this establishment may not cater to the bargain hunters among us, but fear not, for what it lacks in affordability it more than compensates for in quality and quantity. A true testament to the adage that good things come to those who indulge. In summation, my experience left me positively beaming with gastronomic glee. So, if you find yourself yearning for a rendezvous with exceptional service, ample portions, and flavors that dance upon the palate like a merry troupe of culinary acrobats, then look no further than this delightful establishment. Bon...

Es una cevicheria excelente. Desde que ingresas al local te recibe una anfitriona y te lleva hasta la mesa de tu elección. Seguidamente viene el mozo con la carta y se presenta indicando te que regresará en unos momentos para tomar tu pedido. Mientras tanto trae traen chanchita, aji y limón. Justo en ese momento puedes aprovechar para pedir un par de cervezas mientras llegue tu orden. Los platos están bien servidos sin llegar a lo grotesco. El pescado y los mariscos son frescos y se sienten frescos. El lugar es bien limpio. Y todos los platos son deliciosos. Los mozos son bien atentos y los precios están bien con respecto a la calidad. Hay estacionamiento y vigilancia. Los baños son limpios y hay acceso para silla de ruedas. También tienen sillas para niños. Puedes pagar en efectivo o con tarjeta. Regresaría ? Sí, de...

Vine a comer un ceviche, ya que estaba cerca, sin conocer mucho del restaurante. La comida estuvo bien, el servicio mejor; el ambiente regular; pero creo que hay tanta competencia en el rubro de cevicherías que deberían ponerse las pilas. Los precios de los platos son altos, para lo que ofrece el restaurante; pero sus productos son buenos. No puedo juzgar a un restaurante por un plato, pero pedí el más emblemático: el ceviche Escondite. Tenía de todo, cómo pueden ver en las fotos y el vídeo, menos sabor. Solo sabía a limón. Y creo que aquí están al debe. Espero volver a probar algún otro plato de su gran carta, para...