Pésimo lugar! fuimos a cenar por nochevieja 9 personas y un niño de 2 años, la organización fue un auténtico desastre desde el principio
La cena prevista para las 21:00 para unas 150 personas aprox. Nada mas llegar una cola interminable para entrar, solo una persona para cobrar a todo, ya se notaban los agobios por parte del personal, igualmente solo una persona para recepcionar los abrigos en el guardarropa (otra cola)
La cena prevista para las 21:00 da comienza finalmente a las 21:45, le pedimos por favor los entrantes del bebé de dos años y sin problema nos dicen que será lo primero en salir, pero después de pedirlo varias veces al camarero el cual probecito decía que lo estaba venga a pedir al metre y a cocina, tuvimos que levantarnos casi a buscarlos nosotros porque El Niño suplicaba cenar. salieron los entrantes de los mayores y El Niño sin los suyos, ¿enserio pensáis que es normal?
En la mesa teníamos a una embarazada y una persona con intolerancias, los menús de las cuales ya estaba previamente confeccionado con el cocinero y una supuesta “encargada”.
Días antes llamaron para advertirnos que a l persona con intolerancias no le pondrían postre porque literalmente ellos estaban con mucho lío como para pensar en eso, después de darle nosotros varias opciones muy sencillas de postres les propusimos que conectaran un poco de fruta y listo.
Nada mas empezar le comentamos al camarero que teníamos dos personas con intolerancias a lo que asintió pero no pudo atención alguna al traer los platos, todo el tiempo le ponía los mismos platos que al resto teniendo que llevárselos de vuelta, el primer aperitivo de la persona con intolerancia llegó 20 minutos después que el resto incluso reclamándolo varias veces, (4 trozos de queso) increíble elaboración para tanta tardanza.
Las gambas que le iban a traer al niño más de lo mismo medía hora de retraso respecto al resto.
El primer plato tanto de la embarazada como de la persona con problemas de intolerancias nunca llegó (después de pedirlo varias veces), el primer plato del resto un taco de atún gordísimo medio crudo por dentro, incomible.
Eran las 23:45 y aún no había servido el segundo por lo que des prisa y corriendo (se cian a todos agobiados sin saber casi lo que hacían) nos pusieron la carne y las uvas a la vez, un desastre, después de las uvas ya trajeron el postre. A tres personas de nuestra mesa tampoco les llegó nunca el plato de carne, por lo que al irnos lo pedimos para llevar.
Vista la experiencia mi pareja y yo decidimos irnos nada más cenar y no tomamos l copa incluida, al salir no había absolutamente nadie en el guardarropa para que te dieran el abrigo, 10 minutos esperando y nadie pasaba por ahí, ni siquiera en la barra que hay en l entrada, eso era el desierto en cuestión de personal, por lo que tuve que entrar yo mismo a retirar mi prendas.
pedimos varias veces que subiera el encargado a hablar con nosotros y no hubo manera, el metre ni siquiera paso por la mesa a comentamos que estaba pasando o a disculparse, es más casi enviará a pasar por ahí imagino que por vergüenza o por el descontrol que había, Juan Manuel nos comentó el camarero que se llama el metre, es más en la mesa nuestros familiares dos son camereros y una cocinera en un famoso hotel de alto standing de Úbeda y estaban alucinando con el desastre.
En fin este es el dinero peor invertido de nuestras vidas, no vuelvo a este sitio ni loco y contaré mi experiencia a mis conocidos y en RRSS.
La única respuesta que recibimos de una chica que creo que es una de las encargadas fue “ha sido un error que vinierais...
Read moreFuimos a Úbeda a pasar el día de viernes santo y estuvimos cenando aquí. El sitio es muy elegante y acogedor. La camarera Mariol , es una pasada , el trato fue muy profesional y cercano , un 10 de persona. De entrantes pedimos las alcachofas confitadas con brandada de bacalao y yema de huevo texturizada. Se deshacían en el paladar. Después pedimos los buñuelos de morcilla de Úbeda, al no haber buñuelos , nos pusieron una especie de pan especial de la casa que junto con la espectacular morcilla tenía un sabor increíble. Por supuesto , no podía faltar nuestro plato de salmorejo , con bacalao ahumado y con piparras y aceite de cebollino , un gusto para el paladar. Como queríamos probar las carnes decidimos el plato de presa ibérica , cremoso de zanahoria ,polenta ta y dexelle de setas. Un plato bastante contundente , con una salsa , que es muy recomendable que pidáis pan. De postre , como nos encantaron todos solo con leerlos pedimos tres. Brownie de chocolate con crema de mascarpone y helado de vainilla, fresas con nata: pavlova de merengue, fresas ostomizadas , espuma de nata y helado de fresa, versión del músico: helado de vainilla , crema de avellanas , caramelo , helado de almendra. Solo viendo las fotos os podéis hacer una idea de cada postre , lo bien presentado que estaba y lo que pudimos disfrutar compartiendo cada uno de ellos. La calidad precio del restaurante es increíble , está súper bien ubicado en Úbeda y la atención que nos dieron fue extraordinaria. Sumando a todo esto que pedimos , más varias bebidas , salimos a 26€ por persona, increíblemente bien de precio. Sin duda , cuando volvamos por Úbeda repetiremos...
Read moreUna propuesta gastronómica con intención y mimo, donde el servicio y el entorno brillan por encima de todo.
Hemos comido en La Cultural de Úbeda y la experiencia ha sido, en líneas generales, muy positiva. El local es amplio, agradable y con una estética moderna pero acogedora. El servicio, impecable: atentos, rápidos y muy profesionales, algo que se agradece muchísimo.
Pedimos de entrantes unas croquetas de jamón ibérico, muy bien ejecutadas, crujientes por fuera y cremosas por dentro, y una ensalada de berenjena ahumada que, aunque visualmente muy atractiva, fue el plato más flojo del conjunto: sabores algo apagados y combinación de ingredientes que no terminó de encajar.
Como platos principales, probamos:
Tartar de atún con base de aguacate y topping de katsuobushi: sabroso, con buena textura y equilibrio.
Raviolis de ciervo con salsa cremosa y setas: muy ricos de sabor, aunque la ración se quedó algo corta.
Presa ibérica con dados de polenta y puré de calabaza: excelente punto de cocción y combinación ganadora.
Berenjena rellena con salsa de setas: correcta, aunque sin el punch del resto.
De postres, nos decantamos por dos clásicos bien defendidos:
Tarta de queso al horno con frutos rojos, cremosa, casera y nada empalagosa.
Brownie de chocolate, jugoso y con intensidad, perfecto para los golosos de verdad.
En definitiva, una propuesta interesante que cuida el detalle, donde se nota el trabajo en cocina y un equipo de sala que redondea la experiencia. Salvo algún plato menos afinado, salimos satisfechos. Volveremos sin duda para seguir...
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