Saona La Moraleja — Restaurant in Alcobendas

Una estrella por qué no se puede 0... Increíble segunda vez ya. La primera hace unos meses el día de la madre, no tenían casi producto y tardaron muchísimo en servir... Nos fuimos sin tomar el postre. Pero ayer domingo 17 de diciembre volvimos queriendo olvidar ese día por qué realmente nos gustaba saona, pensamos que eso por ser un día clave se les complico la cosa... Pues NO!!! Hicimos reserva a través de la web, llegamos nos sentaron nos dieron el qr para la carta y nos tomaron nota de la bebida, perfecto. Nos traen la bebida (agua rellenada del grifo que te la meten en una botella de ellos y te la cobran eso debería de ser ilegal por cierto) y un tinto. Ya nos decidimos en que pedir y de que viene la camarera a tomarnos nota la decimos que fuera de carta queremos pulpo y nos dice que no hay pulpo y que tampoco hay costillar (lo que iba a pedir mi pareja) y la dijimos que arroz con bogavante entonces y resulta que tampoco había jajajajaj de risa, además a las mesas de al lado que ya estaban con los postres les estaban diciendo que no había ciertas tartas tampoco... Cosa que una señora de esas mesas les contestó que nunca tienen de nada que siempre igual, osea que se ve que están ya así de normal. Nos levantamos y nos fuimos. Es increíble que un restaurante así el cual tiene 10 productos no tenga 5 y no avisen las camareras antes de sentarte e incluso antes de elegir carta... Trabajo cara al público y lo primero que hago es informar al cliente de lo que hay en ese momento y de lo que no para que no pierda su tiempo y a mí no me haga pasar un mal rato. En fin no volveremos definitivamente a este...

Espectacular comida, gran ambiente y servicio suprer amable. Local con terraza cubierta y otra descubierta, además de un gran salón. La carta sencilla, a elegir entre un menú de dos platos y postre, o un menú degustación más extenso. Primero sorprende por la variedad de opciones que presentan, desde comida con toques asiáticos, mexicanos, clásicos, asador, la verdad es que no falta de nada, aunque con toque propio en todo. Nosotros aunque nos gustaban muchos de los platos, elegimos a compartir los entrantes, ensaladilla, falso niguiri, tortitas de tataki de atún y tempura de verduras. La verdad es que a cuál mejor en su justa medida para probarlos todos y hecho con mucha originalidad y cuidado en la cocina. Como principales pedimos costillas, en su punto de asado, jugosas y con un gran sabor. Lasaña de carne, un clásico pero en su justa proporcion de carne y bechamel. Y el sándwich de pastrami, excelente combinación entre la ternura del fiambre, la acidez de los encurtidos, la salsa, y el punto final del crujiente de pan de semillas tostado con mantequilla, de los mejores que nunca he probado. Para terminar de postres también una gran variedad, elegimos el brownie, que es una delicia para los chocolateros, la tarta banoffe, riquísima combinación de plátano, dulce de leche y nata y por último la tarta de Lima, muy refrescante y delicada. Pues ese mismo, una estupenda comida, variada, en una cómoda terraza y con un servicio muy amable y rápido. El precio está genial unos 15-16 € con bebida y café. Muy recomendable la...

Menú navideño correcto, pero sin más!! (Diciembre 2021) Fuimos un grupo de 10 personas a comer con menú de Navidad cerrado. El local es amplio y distendido, con decoración estilo mediterránea, de tonos cálidos, con muchos toques de madera. Servicio joven y correcto. El menú: Salvo los primeros que son individuales y por persona, los que son compartidos se quedan bastante escasos: en el caso del pulpo pusieron tres patitas de pulpo para compartir entre 10, así como la burrata, que compartiendo pues pinchas dos cachitos y ya!! Los individuales bien, el rollito de pato Pekín seco, y la croqueta líquida con mucho queso (ojo a los alérgicos al queso). Las tortitas de tataki de atún ricas. En cuanto a los segundos, el lomo alto argentino llegó frío en la mayoría de los casos, y de tamaño más bien tirando a pequeño. El pescado se sustituyó por corvina, y vino mal cocinado teniendo que devolverse a cocina. El costillar de cerdo bien. Al elegir menú con barra libre (36€ por persona) la bebida está incluida y comienza cuando todos los comensales están sentados a la mesa. Los vinos, tinto y blanco, son valencianos y están ricos, suaves. Los postres fueron también a compartir, siendo cinco porciones de tartas diferentes (chocolate, queso, frutos rojos...). No se incluyen los cafés salvo que se eliga la barra libre de bebida. Por el precio que se paga tanto si es sin bebida (28€) como con bebida (37€) me parece caro para lo que se da. Está correcto para probar, pero sin duda no...