Bertal — Restaurant in Aldaia

El sábado pasado fui a Bonaire y lógicamente estaba lleno de gente . Mi hijo de 7 MESES empezó a llorar porque tenía hambre . Justamente estaba entrando a Alcampo por la entrada de esta cafetería . Mi bebé lloraba , había mucha gente y fue al mostrador de esta cafetería . Una camarera ( no muy agradable ) me preguntó que qué quería y le dije que si me podía calentar UN BIBERÓN . Ella me preguntó si iba a consumir y le dije que no pero porque en ese momento sólo quería darle el biberón a mi hijo que estaba llorando . Entonces me contesto no muy cortés que si no consumía no me podía calentar el biberón. Me informo cosa que ya sabía que en la otra entrada , en los baños había sala de lactancia y microondas . Una sala de lactancia , un sábado y en navidad ……….En una hora aproximadamente fui a la sala de lactancia a cambiar el pañal a mi hijo y lógicamente estaba lleno y con cola . Le dije a la camarera que era un biberón para un bebé que no era nada para mi y que la sala de lactancia iba a ver gente y mi hijo estaba llorando. A parte de que no me lo calentó esta camarera no era muy agradable , también salió otra camarera de la cocina diciéndole que tenía que poner en la hoja de reclamaciones que les puse . Esta queja no es para la camarera ( que al fin y al cabo ya sabrá su jefe si vale para cara al público) esta queja va para el dueño porque según la camarera eran normas del dueño . Me parece indignante que no se permita calentar un biberón...

Ya he venido varias veces a por un café con leche, siempre ponen la leche ardiendo a pesar de pedirla natural, pero hasta ahí todo bien. El problema viene cuando te sientas en el local esperando que el camarero tenga un buen trato contigo para que al final no te traiga las cosas como las pediste, a parte de ser más seco que un bacalao con sal. No juzgo a la hora de hablar sobre los camareros ya que soy una persona que lleva años trabajando en el ámbito de la hostelería, pero tener que ver que te cobran precios desorbitados por una comida precalentada y que no te sirvan las cosas según las ordenaste, pues es lógico que a la gente le deje mal sabor de boca y les duela gastarse el dinero en un sitio como este. Espero que sea por la situación de los hosteleros y por el estrés que genera este empleo, pero en vez serlo así se lo toman como si estuviesen en un parque con los colegas y a los clientes no se les da el trato que se merecen, poca amabilidad y compresión por la gente que se gasta el dinero en un sitio tan dejado como este. Recapacitad a cerca de la manera en la que trabajáis o escogéis a los empleados y pensad un poco más en los clientes, que no cuesta tanto. PD: dejar la cuenta antes de que el cliente haya siquiera empezado a comer es de...

Este local lleva mucho tiempo ubicado en el mismo sitio, y en todos esos años he ido a merendar en varias ocasiones y, si bien suele estar lleno y el nivel de ruido se hace bastante agobiante, en general lo recordaba muchísimo mejor en esas ocasiones pasadas que la última vez que fui, que fue ayer.

Fue una merienda para 4 personas que salió a 35€, lo cual me parece un precio tremendo sabiendo que eran 2 cruasanes con relleno escaso, 2 gofres que se desmigaban al cortarlos y no parecían de la mejor calidad, un suplemento de 60 céntimos por echar unos pocos Lacasitos contados sobre el gofre, y 4 bebidas simples entre zumo, granizado y batido.

Entiendo que la vida está cara, pero casi 9€ por persona por estos productos que no sólo son simples sino que no tenían un sabor especialmente destacable, pues como que el nivel calidad-precio se me queda por los suelos y dudo que haya una siguiente ocasión en la que meriende aquí. Como tal nada estaba malo, y la atención estuvo bien, pero tampoco creo que lo que se sirvió en la mesa compense el precio al...