Para lo único que no esperamos fue para sentarnos (Aunque el camarero que nos atendió después se olvidaría de nosotros) Esperamos para que nos quitasen los restos del postre de unos clientes anteriores. (El camarero, uno distinto al primero, alegó que pensaba que era nuestro pese a que nos había visto sentarnos) Esperamos para pedir (Al menos la mesa ya estaba limpia) Comimos. La ensalada oriental no sabía a absolutamente nada. Pero bueno, pasable. Y a esperar para pedir el postre. Como nadie se dignó a retirarnos los platos fue imposible hacer saber que queríamos postre; yo que también he sido camarero sé que hay que estar siempre pendiente de cómo van yendo las mesas, siempre mirando, preguntando si se tienen dudas de si el cliente ha terminado o no, por lo que, como cliente, no me gusta decir "llévate esto, por favor", precisamente por la rabia que me daba cuando me ocurría, es como hacer un trabajo que no te corresponde. Y menos cuando toda la plantilla no para de desfilar ante ti, mirándote pero sin hacer nada. (Más que mostrar unas muecas extrañas que no me atreveré a decir que eran sonrisas...) Y esperamos más. Creo que fue ahí, mientras éramos remirados, encargado incluido, donde empecé a pensar que, en efecto, se estaban riendo de nosotros. Hasta que no me quedó más remedio que hacerle un gesto al camarero, al mismo, con el que intenté pedirle el postre: -¿La cuenta? -me preguntó para rizar el rizo de mi desconcierto. -... ¡Sí! La cuenta... -aproveché...
Read moreWe have visited other restaurants of the Vips brand and usually enjoy them, but this one in Badajoz was disappointing. Despite the restaurant not being full, we had to wait a long time, and the food arrived rather cold. Because of that, we wouldn’t want to repeat the experience. On the positive side, the menu is very good, with a wide variety of options for both adults and children, from main dishes...
Read moreEsperando en la cola para entrar (21:30-21:50) nos dijeron que no había mesas (cuando habían mesas vacías) y que teníamos que esperar 5-10 minutos más y que íbamos a esperar 30 minutos en recibir la comida, aún así decidimos entrar. Al sentarnos nos tomó las bebidas y nos dió la carta pero seguidamente se olvidó de nuestra mesa. Una de mis acompañantes lo llamó varias veces y fue cuando tomó nota, desde ahí fue pasando el tiempo y hasta las 23:10 otra vez se le volvió a preguntar si le quedaba mucho a la comida, ya que llevábamos hora y media en la mesa, su respuesta fue: “Está marchando, ¿Es que tienes prisa?” Nos quedamos asombrados de la mala educación que había en ese local, ya que todo el personal miraba a los clientes con mala cara o haciendo chistes sin gracia. La cena la sirvieron a las 23:30 de la noche con las patatas muy frías y duras, las hamburguesas el pan de debajo era inexistente porque estaba empapado y hecho un folio, además del huevo crudo, la salsa y algunos ingredientes fuera de la hamburguesa. El trabajo en hostelería es muy duro igual que muchos otros, pero eso no os da derecho a tratar mal a clientes que os tratan...
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