Restaurante Mercaderes 1 — Restaurant in Baeza

Sitio muy bien situado en el centro de la localidad. Reservamos mesa y estuvimos en el salón aunque tiene una terraza muy amplia y en la zona de bar bastantes mesas mas. Pedimos una ensalada de ahumados que llevaba mezcla de lechugas, salmón burrata y vinagre balsámico (también llevaba otro ahumado pero se les había acabado y nos lo indicaron antes de pedirla, pese a ello la quisimos pedir y estaba muy rica). Después vino el flamenquín de queso de cabra y cebolla caramelizada que estaba expectacular. Pedimos entera de braviolis que se notaba que las salsas son caseras y nos encantó el Ali Oli que hacen, sin desmerecer a la salsa brava que tenía su punto de picante. Hay que indicar que todas las patatas son naturales que eso siempre es de agradecer. De carne optamos por el lagarto ibérico que estaba muy sabroso acompañado con sus pimientos y tomatitos cherry hechos a la brasa. Junto a la carne quisimos pedir una botella de vino que tanto su aroma como sabor y apariencia visual eran estupendas. Con todas las rondas nos pusieron su correspondiente tapa, con la primera un arroz contundente mixto que estaba muy bueno (olvidamos hacer foto), de segunda tapa una ensaladilla rusa excelente que se notaba que la mahonesa era casera y la patata natural con sus regaña imitando el pimentón de los ochios. Hasta con la botella de vino tuvieron el detalle de ponernos una tapilla de queso que siempre es un buen detalle. De postres nos recomendaron unos del día que eran helado de tarta de whisky y otro de kinder, ambos caseros de obrador local, nos gustó más el de kinder aunque los dos estaban buenos. El personal es muy agradable y atentas ya que nos atendieron rápido e iban marchando la comanda según íbamos acabando platos. Muy recomendable y seguro...

Reseña para MERCADERES 1 – Baeza

El pasado Miércoles me atendió a última hora ANA en el restaurante MERCADERES 1, en Baeza. He trabajado muchos años de cara al público y sé perfectamente lo que molestan los clientes de última hora. Pero, para mi sorpresa, Ana —una camarera joven, muy sonriente, guapa y tremendamente profesional— me atendió con una actitud ejemplar, como si fuera el primer cliente del día.

La experiencia fue tan agradable que no solo disfruté del plato que buscaba, sino que también probé varias sugerencias suyas que resultaron todo un acierto. Se nota cuando alguien pone pasión en lo que hace.

Gracias por esa dedicación, por esa sonrisa y por hacer que uno se sienta bien atendido de principio a fin. Ana es de esas personas que tienen todo para llegar lejos. Lo digo con conocimiento de causa: no perdáis nunca esa actitud, porque ahí está la clave del éxito. Ser amable, sonreír y cuidar los detalles es media experiencia ganada en hostelería.

A los responsables de MERCADERES 1: cuiden y valoren a profesionales como Ana. Son auténtico oro, y no abundan demasiado hoy en día.

Gracias por vuestra atención. Un saludo cordial, David...

Todo mal, una vez salí de trabajar me quería parar a comer y sin darme explicaciones me dijeron que no podía acceder al comedor, ni siquiera me dijeron que estaba lleno o que podia esperar una mesa fuera, en fin, ayer fui a por la cena (un flamenquin de queso de cabra y cebolla caramelizada) no eran ni las 11 y entiendo que no había tanta gente pero me hicieron el flamenquin fatal, troceado mal y poco hecho, vaya que ni me lo comí de lo malo que estaba, casi crudo, a eso sumarle que siempre que voy tienen camareras que ni sonríen, transmiten cero alegría, solamente hay una de gafas que llevo tiempo sin verle y el hombre de gafas que está en la barra que si...