Fuimos ayer a comer. Justo cuando llegamos nosotros el restaurante estaba vacío y entramos tres mesas al mismo tiempo y nos pusieron a los tres grupos en el lateral derecho en cuanto entras estando todo el restaurante vacío. El servicio de las camareras (una jovencita y otra más mayor y con gafas) fue nefasto, 50 minutos después de haber llegado aún no nos habían tomado nota de las bebidas principales, seguíamos con los vasos de las caipirinhas vacíos (era zumo con mucho azúcar y hielo y tuvimos que levantarnos a pedirlas, vino la chica jovencita con la PDA a introducir el pedido de bebidas las cuales llegaron 20 minutos más tarde. Las veías a las dos ociosas en medio de la sala e incluso la de gafas se fue a ver a unos amigos y estuvo un buen rato allí justo cuando empezaron a entrar bastantes mesas. Las carnes no del todo mal (los cortes de ternera y el lomo a la cerveza estaban realmente buenos, pero nada excepcionales), pero sacaron tres veces las alitas de pollo y las salchichas de Frankfurt y bratwurst que no tienen ningún sentido en un rodizio brasileño. Los chicos que fueron trayendo las carnes todos muy amables. Sin embargo pedimos que nos trajesen puré de patatas y plátanos y aún los estamos esperando. Los postres tardaron otra casi media hora desde que habíamos acabado de comer y tuvimos que volver a avisar a la camarera jovencita del principio porque veíamos que pasaba el tiempo y nadie venía. No se apuntó nada, sólo de cabeza y por supuesto trajeron mal los postres. La tarta de coco estaba tan reseca que era incomible, los helados muy básicos (sólo vainilla, chocolate y fresa). Finalmente también hubo que ir a la caja a pagar porque nadie venía. Estuvimos desde que entramos hasta que salimos un total de 1 hora 50 minutos. Entramos a las 13 y salimos casi a las 15. Es la última vez, éramos clientes de un par de veces al mes y habéis perdido cuatro comensales con nosotros. Casi 30 euros por persona que no se justifican ni con la calidad de la comida ni con el servicio. Las otras dos mesas que entraron con nosotros también tuvieron bastantes problemas al igual que nosotros e incluso una de ellas se fueron antes de que les llegaran los postres bastante enfadados y la otra mesa también tuvo que llamar la atención tanto para pedir las bebidas, los postres y al final también para pagar. Se ve que esa zona del restaurante debe ser un punto ciego para...
Read moreAnoche hemos cenado en ese local y no volvemos , muy mala experiencia , dos adultos y un niño de 10 años que le hacen pagar menú de adulto , de 10 carnes que ofertan nos traen solo 6, le pregunto al churrasquero y me dice que no tienen todas las carnes que el pedido se lo traen el miércoles ( estamos en la noche del jueves 10 de la noche ) algo incoherente del todo , solo tenían picanha , lacón, mamiña , alitas , chorizo criollo, y alitas barbacoa . Cuando me han medido al niño para decir que tenía que pagar como adulto podían haber indicado que no tenían los 10 cortes que luego me han cobrado sin tenerlos . La 3 vez que le hemos hecho venir al churrasquero para que pusiese carne en el plato nos ha preguntado si íbamos a querér más carne ( llevo años comiendo en este tipo de locales y nunca me han preguntado eso ya que la idea es comer hasta saciarte pero se ve que no tenían ganas de poner más carne a asar y estaban invitándonos a dejar de comer ).A la hora de pagar mi mujer le ha dicho a la chica que nos ha vendido el menú que sino tienen todas las carnes lo suyo es avisarlo antes de que nos sentaremos a comer y a partir de ahí se decide si te quedas o no , la chica nos responde que si que hay carne pero que ella hace su parte del trabajo y el churrasquero asume que hace el suyo que si no hay carne tenía que habérselo dicho a ella pero no lo ha hecho así que si no ha metido todas las carnes a hacer es porque no ha querido ,. Normalmente este tipo de situaciones se debe a la poca cualificación que hay en hostelería y estos son los resultados , el churrasquero no quiere poner más carne , la que vende el menú tras escuchar que por eso se puede pedir la hora de reclamaciones no se le ha encendido la luz siquiera de descontar algo ( eso es lo que normalmente haría un encargado ) pero no ha sido el caso hemos pagado como si tuviésemos los 10 tipos de carne pero no teniamosas que 6 y para rematar mientras cenamos otra de las empleadas se ha pasado media hora alrededor de las mesas fregando y barriendo eran las 10:45. No vamos a pedir hoja de reclamaciones pero si que quiero dejar nuestra experiencia para que sepan que no nos vuelven a ver ni de coña con semejante mala experiencia , iremos a la misma franquicia pero de otros sitios ya que de momento dan mil veces mejor servicio que aquí que solo les queda...
Read moreBueno, se viene reseña larga:
Nos dejamos caer aquí un sábado a mediodía. No teníamos previsto comer aquí así que no teníamos reserva. Había cola pero avanzó rápido, habiendo avisado nosotros de que queríamos comer sin gluten. No nos pusieron problema y nos dieron la carta de alérgenos, la cual además de estar hecha un asco, era incorrecta. Más adelante me explico.
Nos sentaron, volvimos a avisar de que teníamos a un celíaco entre nosotros, pedimos bebida y guarniciones. De nuevo, sin problema. Nos atendió una chica muy simpática.
Al rato se nos acercó el primer camarero con dos espadas: una con chorizos criollos y otra con pollo. Quisimos confirmar con él que lo que traía era sin gluten (en teoría dedujimos que lo debía de saber mejor que una carta de alérgenos que quizá esté desactualizada). Cuál es nuestra sorpresa cuando René no sabía cuál de las dos espadas era con y sin gluten, contestándonos con un tono déspota e impropio de la conversación que "nosotros teníamos que saberlo, que miráramos la carta de alérgenos". No obstante, ambas espadas estaban en contacto, con lo que... si él no sabe lo que es la contaminación cruzada el problema lo tienen tanto él mismo como su responsable. La guinda del pastel fue la mirada desafiante que me regaló y que auguro le devuelva a la persona que le rescinda el contrato tras leer esta reseña. Al minuto siguiente apareció Ibrahim, que se hizo cargo de la situación con rapidez y eficacia. Gran profesional que nos explicó qué traía en todo momento, y se preocupó de darnos consejos. Gracias a él no nos levantamos y nos fuimos.
Si ya la carne hubiera estado rica, nos habríamos ido contentos. La realidad es que estaba todo muy, muy hecho, algunas piezas quemadas, con lo que no recomendamos este restaurante (mucho menos a quien sufra de celiaquía o alergias, ya que el mismo trapo limpia espadas de...
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