Fuimos 5 personas a comer. A pesar de las reseñas de otros usuarios mi familia decidió ir al restaurante. Teníamos reservada una mesa, y aunque no fue mucho tiempo, tuvimos que esperar para poder sentarnos porque estaba ocupada. Como pasaba el tiempo y no nos tomaban nota le comentamos a uno de los camareros (Cristian) que podía tomarnos nota de la comanda, a lo que respondió "no puedo hasta que no me digan abajo (en cocina)". Según él para que no se saturasen. Primera vez que me dicen algo así en un restaurante (de cualquier país) y primer inconveniente. Nos entregan todas las cartas en catalán, sin preguntar si alguien prefería o necesitaba en castellano. Mientras mirábamos los platos uno de nosotros comentó al mismo camarero, "perdona no veo butifarra". A lo que responde "yo la estoy viendo desde aquí..., butifarra en catalán se dice Llangonissa". Llevo 20 años viviendo en Barcelona y es la primera vez que alguien me dice que la butifarra se dice llangonissa, se ve que ellos deciden llamarlo según les da porque justo en la misma carta aparece un entrante que se llama "cigrons amb butifarra". En cualquier caso, el tono del camarero ni de lejos es el que encuentras en un restaurante con un ticket tan alto hacia un comensal. Tardaron en traer la comanda, pero cuando empezaron a traer platos sí que vinieron bastante seguidos. Nos pusieron un plato de pan tostado con aceite que NO habíamos pedido. Señores, si traen algo a la mesa que el comensal no ha pedido o bien se pregunta si lo quieren y se indica el precio, o se entiende que es cortesía de la casa y no se cobra. Están cobrando ustedes 2,80€ por cada trocito de pan (que ni siquiera hablamos de una rebanada de pan de pages) sin que el comensal lo haya pedido. Volvió el camarero para preguntar si queríamos vino, y al responder todos que no, contestó mientras retiraba las copas "¿qué sois todos abstemios?, todo para mí?". Otra respuesta fuera de lugar para el amigo Cristian que no sería la última. Porque tras volver mi mujer del baño me comentó que el amigo Cristian le había preguntado si era de Colombia o Paraguay..., y al decirle del país que era, le respondió "puf". Por lo visto el amigo Cristian tuvo una novia del mismo país. Pero se ve que seguía teniendo curiosidad y cuando se acercó a la mesa a traer unas bebidas se dirigió de nuevo a mi mujer para preguntarle de qué ciudad era exactamente. Se ve que tenía ganas de hablar sin considerar si la incomodaba a ella o al resto de la mesa. Y no fue la última del amigo Cristian, que cuando trajo la cuenta (de la que ahora hablaré) se dirigió de nuevo a mi esposa dándole la cuenta diciéndole "la pagabas tú, no?". Alguien tendría que explicarle a Cristian cómo hacer un servicio profesional en un restaurante de ticket alto..., no está trabajando en el chino de la esquina. Ahora sí, vamos con los platos: La materia prima es buena, tanto el pollo como la llangonissa y los pies de cerdo. Además de caracoles y alcachofas, pedimos 2 raciones de calçots (unas 15unid/ración). El problema es que la cantidad de la salsa romesco alcanzaba para unos 6 calçots/ración. Es el primer sitio en que tengo que comer calçots midiendo la cantidad de salsa que mojo cada calçot para que alcance a todos. El pollo y los pies de cerdo estaban buenos. La llangonissa de Lleida bien de sabor, nada del otro mundo pero cruda en el centro por el grosor de la misma. Las trufas de postre otra decepción, he comido trufas en infinidad de restaurantes, y es la primera vez que me sirven trufas del tamaño de una moneda de 5 céntimos. El flan y la crema catañana estaban buenas. Intentaré publicar fotos del menú para que podáis ver los precios. Que coincide con el de muchas otras opiniones..., elevado para lo que es. Por la experiencia que vivimos y lo que comimos. Ni volveremos ni lo...
Read moreSi buscas una experiencia auténtica de la cocina catalana en el corazón de Barcelona, Dolceta 2 es una parada obligatoria. Situado en la calle Comte d’Urgell, este restaurante ofrece una propuesta gastronómica que rinde homenaje a las tradiciones culinarias de las comarcas de Lleida, destacando por su uso de productos naturales de primera calidad y una brasa de leña de encina que realza el sabor de cada plato.
Entre sus especialidades, los caracoles son una verdadera delicia, cocinados a la perfección y acompañados de una salsa que realza su sabor. Los guisantes del Maresme a la brasa son otro de los platos que no puedes dejar de probar, ofreciendo una combinación de frescura y sabor inigualables. Además, el bacalao a la "llauna" es sobresaliente, destacando por su punto de cocción y sabor.
El ambiente del local es acogedor y elegante, evocando la calidez de una masía catalana, lo que contribuye a una experiencia gastronómica completa. El servicio es atento y profesional, siempre dispuesto a recomendar el mejor maridaje para cada plato.
En resumen, Dolceta 2 es el lugar ideal para disfrutar de una comida tradicional catalana con un toque moderno, en un entorno agradable y con un servicio impecable. ¡Sin duda, una experiencia que merece la...
Read moreIt was the worst. We made a reservation, but we waited almost an hour. There was a group which is big enough to full this restaurant. They shouldn't get our reservation. They told us that the table will be available soon. But it was not. We lost our time and left there finally not...
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